jueves, 9 de agosto de 2012

Lesley-Anne


Lesley-Anne observaba el pequeño autorretrato de Ronald Reagan obsequiado por él con la confesión de que había hecho la caricatura en una reunión en la que estuvo bostezando más de la cuenta. Faltaban unos 20 años para finalizar el siglo XX, en lo corrido de ese año los mejores acontecimientos de su vida le llegaban con la naturalidad de los que han acumulado riqueza siempre. Recorría sus 55 años con la energía de las mujeres que se han trazado altas metas. No podía imaginar viendo la caricatura, como un hombre podía siempre tener una pipa en la boca mientras su fino sombrero dormía en su cabeza como el extraordinario primate llamado El Perezoso; pero estos vagos pensamientos pasaban como una cortina del humo de su cigarrillo, ante la preocupación por disminuir su masa corporal; unos cuantos quilos le vendrían bien (La verdad-se dice- su dieta estaba destinada a quitarle del cuerpo unos 10 kilos en dos semanas). Corría el año 79, no había cambiado su gusto por el whisky Teacher,s, el Gin  que bebía su marido, también los cigarrillos Benson. Quizá este whisky (Lo menciono con la ingenuidad del que se atreve a confesar su ignorancia: cosa que no hacen los esnobistas)  no sea como ese otro whisky ,  mediocre según Gutiérrez Girardot, vendido, lo supongo, a precio de importación, así tampoco será como el que menciona la publicidad el mejor de la historia del mundo dejando en pañales al Teacher’s ¿porqué Lesley prefería este licor a pesar de tener la fama de ser en el mundo el whisky bebida para hombres? Porque acaso quería demostrar que eso, precisamente,  era sólo fama, o por su fuerte carácter, cosa  que dejaría en claro de que no sería para ella  sólo exclusividad de hombres, pero tampoco era una feminista- eso también quedaba claro-. No había otra mujer en tan importante cargo en toda Europa-pensó ella-, ahora con mayor razón por Rusia que la había apodado La Dama de Hierro por sus duras criticas a ese reino leninista. Tras sus 11 años en el poder ¿qué le había aportado al mundo su personalismo? ¿todos veían en Ella una mano invisible- el dejar hacer-? Nueve años atrás a Lesley la habían apodado “la leche”, no por su diplomado en química, ni por sus recuerdos de sus comidas apresuradas de enlatados de pescados, o por sus intervenciones en las cervecería donde bebían los obreros, hasta que fue elegida la cabeza del partido. No podía dar marcha atrás, sus asesores de imagen habían sido implacables: la líder de los “ríos” debía ser mujer y política. Para eso contaba con las toronjas de otoño y los huevos. Una mañana desayunando con un jugo de pomelos y un par de huevos revueltos pensó que esa era la dieta que había estado esperando por mucho tiempo. El día comenzaba para ella con un par de huevos y pomelo , más café o té. Para el almuerzo la dieta consistía nuevamente en pomelo y dos huevos, aunque el primero podía ser sustituido por tomates o espinacas. Ese modesto almuerzo lo pasaba con café. La cena en tal contexto parecía mucho más variada. Es cierto que los lunes los huevos los acompañaba con ensalada y con pan tostado, mas el pomelo y el café, obviamente. En cambio los otros días podía darse el gusto de servirse un bistec o chuletas de cordero, requesón y verduras. Y los fines de semana las exigencias de la dieta era menos rigurosa, pues degustaba más bistec, carne de pollo frío y ensalada de fruta. Después quedaría escrito en su diario que esta dieta no debía durar más de dos semanas y recuperaría la capacidad física que necesitaba para su agitada vida de mujer publica: entre esas, reportajes televisivos que vendían la imagen que ella necesitaba mostrar a la serenas amas de casa anglosajonas : Lesley, preparaba pasteles y lavaba los platos mientras servía un café a su marido. Su desayuno no era que hubiera variado mucho, solamente había suspendido el aromático tocino. Pero en sí, viviendo con su familia en la Downing Street 10, su vida siguió siendo bastante simple, pues hasta donde era posible el matrimonio se empeñó, como en los años anteriores, en tomar desayuno juntos. El desayuno, cuando toda la familia se juntaba, se convirtió en la comida clave del día. La jornada, íntegramente ocupada, no dejaba posibilidades para reunirse todos a la mesa. Ya entrada la noche, terminada la jornada,  Lesley podía por fin, ir a la cocina y prepararse algo. Lesley, debía también bajar el consumo de carne si quería beber unos vasos de whisky más a la semana, cosa que  la haría menos irascible de lo que entonces era. Luego mirando vagamente la caricatura de Reagan, se disponía a poner en práctica la receta que le había dado un audaz consejero (nunca se lo identificó) y que tenía que estar realizada  en tres meses. Esa era la meta ,bajar de peso en tres meses y recién llegada al número 10 de Downing Street en el centro de Londres, donde han vivido por doscientos  años los primeros ministros del Reino Unido y modernamente, después de estar a punto de ser demolidos todos esos edificios deteriorados por el tiempo, a no ser por considerar que eran unos de los pocos patrimonios históricos  en Londres. Y en esas edificaciones, lo que más resaltaba de ese estilo -Jorgesco- eran sus ventanas de guillotina, que representaban un sin número de cosas y entre esas el gusto de sus mayores intelectuales por la asociación de ideas. ¿qué estaba asociado a una ventana de guillotina, por ejemplo? Lo más insospechado, fue la disputa por la cuna de la teoría de la gravitación entre Isaac Newton y el inventor de tal ventana en pleno siglo XVIII:el señor   Robert Hooke, conocido como un ilustrísimo científico que había inventado entre otras cosas el primer barómetro; pero es un poco irónico que de su gran destino como científico y que dista de Newton solamente porque este formuló matemáticamente la Ley de la gravedad, quede sólo una ventana de guillotina. A Dowwin strere le daba ese lustre  sus ventanas de guillotina, sus tejados en punta y su amarillezco color que contrastaba incluso con unas bellas tardes otoñales ¿entonces en qué consistía la apresurada receta de Lesley para bajar de peso apresuradamente? Antes de declararlo, se debe decir que muchos copartidarios de Leslie consideraban esto una burla para minimizar sus logros políticos en Inglaterra y en el mundo: sus ideas caldeadas con las de Reagan tuvieron una difusión mundial. De todas maneras, parece pertinente seguir con esta narración y hasta informar sobre esos logros políticos que transformaron la sociedad mundial, como también seguir narrando la famosa dieta y después determinar si se llevó  a la práctica y tuvo los efectos secundarios que pregonaron algunos médicos, y que fueron complicaciones gastrointestinales como las flatulencias , halitosis, y lo que horroriza a los italianos y españoles, el estreñimiento. La receta  había sido bautizada con el nombre de la prestigiosa clínica norteamericana “mayo”, nombre que indignó, supuestamente, a sus directores, que negaron enfáticamente la veracidad de tal dieta de parte de esta clínica, que declararon que tal vez fue un invento de sus adversarios políticos, que viéndola gorda, quisieron aprovechar esto para descalificarla ( pero esto no era el caso, como dijimos); esta dieta consistió, en suma, en comerse una montaña de huevos y sus efectos como lo hemos repetido insistentemente deberían producirle un pérdida considerable de peso sin contar con los mencionados efectos colaterales. Pero lo que le da veracidad a la aparente absurda dieta de tan importante personaje político mundial, es una autobiografía contenida en los llamados “papeles personales” que reposan en la universidad de Cambridge, que seguramente estarán on-line pues ya han visto multitudinariamente la luz pública. La primera ministra británica Leslie-anne siguió estrictamente por dos semanas la apócrifa dieta de la clínica de mayo: desayunaba con huevos, almorzaba con huevos y cenaba muchos días a la semana con huevos (hasta el momento no he podido averiguar cómo los prefería) lo que daba un total de 30 huevos o más cuando repetía. Pues estos hechos, de parte de gente de Inglaterra, no deberían impresionar si se tiene en cuenta que ellos tienen fama de excéntricos, pero si se le preguntara a un actual nutricionista lo primero que pensaría de seguro seria en los mencionado efectos colaterales. La clínica de mayo desde Estados Unidos, envió  sin pérdida de tiempo como portavoz a unos de sus nutricionistas ( que ocultamente pudo vender la dieta )para declarar tajantemente que esa fórmula, la dieta de mayo, no era de su propiedad. Siguiendo con la historia de la asociación de ideas, que trataron tan abundantemente los ingleses, no puede dejar de mencionarse  la obra cumbre de George Sterne, que desenvuelve está en su obra novelística y hace apertura al mundo moderno, mientras España, dormía el sueño de los justos  hasta bien avanzado el siglo XIX, demostrable en la anacrónica obra de Juan Valera, que venido al caso, no se comprende cómo puede hasta esa fecha tratar en sus cuentos un moralismo anacrónico y no por su cuento titulado La Reina Madre que con un simple “pedo” hace parir un prospero reino y destierra la envidia arraigada en su tierra.. Donal Hensrud, el enviado por la clínica de mayo, declaró que jamás hubiera recomendado esa receta a la primera ministra, además por ser una evidente falta de respeto le dijo al periodista del The Times, y lo más importante, potencialmente peligroso para la salud de Leslie-anne (nunca se supo si él en verdad fue un espía de tal clínica). No sé porqué un detractor político que leía la entrevista, pensaba en la historia del pedo (no sé si leyó el cuento de Valera)y sabia de la vergüenza que se esconde detrás de esa palabreja en las vergonzantes sociedades occidentales, pero el detractor pensaba más en la frase que había hecho mundialmente famosa a la primera ministra y que se publicó en los documentos del primer año de gobierno ¿cómo concluyó Lesley que la sociedad era sólo nubes? ¿Qué cada quien debía trabajar por sus objetivos? Lo mismo le decía, más actualmente, Silvio Berlusconi a las muchachas : si quieren poder y dinero, cásense con alguien que tenga poder y dinero. Así se  resumía el credo de su  partido, esa idea la pronunció cuando tenía siete años en el poder y ante destacadas dirigentes feministas. Decía Lesley: "La ética es siempre personal. No hay tal cosa como una conciencia colectiva, una amabilidad colectiva, una delicadeza colectiva, una libertad colectiva". ¿en qué momento empezaron a llamar a Leslie-Anne la dama de hierro? Leslie siguió entonces declarando su postulado político: "Hablar de justicia social, de responsabilidad social, de un nuevo orden mundial, puede ser fácil y hacernos sentir bien, pero no nos absuelve a cada uno de nosotros de la responsabilidad individual". De todas maneras La historia universal libra a la sociedad del individualismo patente que ha quedado en la sociedad y representado por alguien que compra un automóvil y al cabo de algunos años lo cambia, o alguien que sentado en un gran restaurante se ve un fin de semana comiéndose una hamburguesa en una esquina cualquiera y en una tarde en que alguien pasa fumándose u cigarrillo. La vida individual se concreta en la comida y también en el individualismo socialista del leninismo




martes, 31 de julio de 2012

Yocasta

Estuvo precisamente observando la ciudad que nunca había querido conocer, o mejor, que nunca hubiera podido conocer, la ciudad al otro lado del océano, la que de una u otra forma es un lugar soñado por los amantes de todos los tiempos. Estuvo navegando por ese canal milenario de trayectorias donde se veían esas edificaciones que habitaron poetas como Lord Byron, en donde se daban fiestas aristocráticas de máscaras medievales: no podía creerlo o no se había pellizcado en ese presente: parecía serle indiferente la compañía de la mujer que había querido en esos últimos años, que había conseguido ahora lo pensaba como un milagro así no creyera en los milagros. Mucho tiempo después su mujer había narrado ese viaje a una persona que percibió en eso alguna ostentación, como él la había percibido en cierta ocasión cuando ella le narraba sus paseos por aquel turístico país de monumentos y arte. Había percibido también en la respuesta de aquellos la impotencia de los que no podían hacer lo mismo, o de los que haciéndolo les había dolido el esfuerzo en dinero y voluntad , por carecer quizá de una cultura suficiente para apreciar las delicias del viejo mundo. Se decía que no sabía sentir alegría, pero en el fondo era su paradójica suerte que lo abrumaba ¿Que es la alegría? ¡Es un sentimiento del instante! ¿se puede sentir alegría todos los días? Cierto que los sentimientos humanos varían constantemente y se puede pasar de la tristeza simultáneamente a la ira. Pero para él parecía que la amargura fuera su desayuno diario, una ira contenida siempre, un disgusto dispuesto a invadirlo en cualquier momento, una aptitud critica ante todo que le imposibilitaba los pequeños momentos de contento, de sentir la suave brisa de la vida. Quien duda que en su interioridad albergaba la mina de amargura: un resentimiento tremendo, una ofensa que había quedado sin resolver para siempre. No se creía merecedor de todo lo que le había ocurrido, sus viajes su buena vida, todo. Su mujer la notaba pero ella la toleraba y a veces se mostraba dolida y por sus mejillas resbalaban unas cuantas lagrimas ¿cuántas veces sentado a la mesa, delante de un buen vino y en una noche de hermoso invierno parisiense quiso sentir alegría? ¿que era sentir alegría? Alguien le habría dicho que la culpa puede matar la alegría. Cuando la culpa se generaliza es dañina. Un ejemplo son las personas que sienten demasiada compasión por indigentes, por ejemplo, llega el día que al generalizar este sentimiento llega a pensar que ella es culpable de tal situación y al encontrar salida a esto entra en un estado de tristeza incontrolado. Pero él pensaba esa seriedad enraizada en su idea de la vida: había sido un soñador sin realidad, había sido un solitario desconectado de su familia y la soledad lo había rondado como a un libertino venido a menos; esa era la vida que le había tocado en suerte y la amaba a no ser por la carga que le había impuesto subliminalmente su progenitora a la muerte de su padre: debía ser el padre de sus hermanos. Costumbre que había florecido en estos países ante el abandono que hacían a las esposas ante el arraigo de las madres padres; pero él también había abandonado los suyos. Una noche de nieve que cubría las calles, se detuvo con Yocasta en una esquina y la besó.

martes, 26 de junio de 2012

Sara

Todavía estoy en el  Centro. Aun los vendedores ambulantes, a pesar de una persistente llovizna que para fines de junio es un  poco anormal, llenan las calles, pero esta vez sin pregonar sus productos agrícolas. Del otro lado de la manzana están los vendedores de abarrotes que compiten con los miles de pequeños almacenes instalados en edificios pequeños (todos estos pequeños comerciantes no pagan impuestos). Me quiero ir, pero no se a que lugar: en esas me encuentro con Álvaro que me saluda efusivamente y me invita a beberme unas cervezas. Le pido disculpas y volteo la esquina; me  he olvidado decirle que vi aquella mujer  que alguna vez me mostró en las calles donde estas deambulan. Iba de pasajera en el autobús y estuvo hablando amigablemente con un desconocido. El mismo Álvaro me decía que aquí le gente acostumbra a ser muy transparente con  quien conversa. Álvaro la vio una tarde como ésta y le pareció que las mujeres de este sector cobraban menos que las que se paseaban por el parque público de unas calles  más arriba. Allí el puesto de policía no tenía efecto sobre ellas por el curso natural de ese estado de cosas. Me narró que la vio tranquila pero su aspecto le había parecido desaseado, de todas maneras sin pensarlo le preguntó que si quería acompañarlo un poco, ella le dijo que tenía que darle la mitad del sueldo diario de un obrero: -Nada- pensó este. Pero él le había dicho como para no perder la costumbre, como por una especie de impulso. Jamás hubiera ido con Ella pensó después, no porque fuera indeseable: era una mujer de unos 25 años y a pesar de que estaba un poco subida de peso, no le pareció del todo indeseable. Fue por su desaseo. Entonces que tienen las mujeres de ese parque  que testimoniaba la  conmemoración de  los 100 años de quien sabe qué suceso. Tienen, dijo él encarándome, limpieza. La verdad yo nunca había sido adepto a frecuentar ese tipo de mujeres, ni siquiera las que llaman prepago, de las cuales el caso de los escoltas del Presidente Norteamericano Obama , son fiel testimonio. Hasta luego, me dijo Álvaro. Seguí con mis pensamientos mientras esperaba el autobús: Esa mujer que de verdad se veía desaseada narraba su vida privada: si trabajo en el sector del centro (Obviamente ninguna persona dentro del autobús sabía de su ocupación), tengo marido y dos hijos. Mi costilla es albañil pero siempre está sin trabajo.  Antes pagaba un hotel todos los días, pero también  este trabajo es poco remunerado ; no se levanta plata fácil. Entonces me tocó mudarme a una habitación a las afueras de la ciudad. Yo soy una mujer decente saben; en cambio las mujeres del parque fuman porquerías y a mí no me dejan acercar por allí.  Estuve tentado a esperar a pasarme a su puesto, decirle que todo se debía a su desaseo, que podría tener muchos clientes, llegar al parque y vender mucho si cambiaba de aptitud y ropas. Pero me detuvo una declaración inesperada de Ella. Su marido la amaba mucho y con un poco de dinero que le había enviado su madre él  le  había comprado una blusa. Se sentía culpable porque Ella había llegado un poco tarde a casa una noche. Dijo que le había dicho la verdad a su marido y que había llegado tarde pues como había pensado  hacer un curso para terminar su bachillerato, al salir le había tocado hacer el aseo del salón. Ignoro si su marido le creyó…  Pero lo que me cuestionó  de esto fue la escena de celos de un marido que sabe que su mujer trabaja en la vida.

lunes, 14 de mayo de 2012

LAS EMPUSAS

(De Come Fuego)
Camilo siempre recordaba las palabras que el hermano menor de su madre le decía sentados ambos en la banca del parque cualquier atardecer cuando salían de la edificación en construcción: no recordaba el cansancio de la jornada de trabajo, ni las gotas de pintura que quedaban en su cara, sus brazos, ni la muchacha solitaria que él vio bailar en una azotea un día antes de partir para el exterior : pensaba siempre en esas palabras, que ya de adulto se convertirían en una obsesión. Luego en las obsesiones de las lecturas de su mejor amigo: el tiempo. Hoy estamos aquí, lejos de nuestra ciudad-le decía su tío- pero es como si nunca hubiéramos estado aquí pues tú verás esto como un soplo de viento en tu adultez. Mira mejor que nalgas las de aquella muchacha. Su tío era un hombre inmediatista y pícaro que llevaba a su sobrino a jugar billar los sábados. Cómo extraño comer la carne de mi tierra-le decía ingenuamente Camilo--pero este se encontraba lejos pensando en su familia. Si, pensaba que el tiempo le había pasado como un soplo: tú tienes una bella vida le decían -mucho después supo que lo decían viendo que él no trabajaba ni estudiaba- Quizá no sabía que se había convertido en un Niní.(Pero no le hacía mal a nadie). Recién terminada la escuela elemental cuyo único Maestro era Marxista su madre lo puso de aprendiz de mecánico, luego de carpintero, luego de ensamblador de autobuses, luego de ayudante en distintas fábricas y locales ¿Nunca tuvo una novia en su adolescencia? Le llegó como un rayo su imagen en el cuartel: un capitán lo había sorprendido masturbándose. En una noche de guardia él sorprendió a un recluta tratando de violar a un compañero de pelotón: el conscripto se había evadido del cuartel, había regresado borracho, Camilo hizo un tiro al aire, el recluta huyó. Le preguntaba a su corazón por su extraña palpitación, por sus sueños tan laberinticos. Cuantos años de reflexión para establecer un sentido para sus sueños. Su mejor amigo le preguntaba por sus sueños apocalípticos: mejor le explicaba algo similar a las escenas del vampirismo en la mitología griega: las hordas de Hécate, las Empusas le parecían los graznidos de unos cuervos que escuchó una madrugada. Las Empusas en luna llena seducían a los ingenuos, apareciéndoseles como mujeres hermosas, luego asumían su verdadera forma para atacarlos. Camilo le narró a su amigo las consignas vampíricas del Cabo de su Pelotón cuando se entrenaban. Si -decía-, mi país siempre ha tenido un conflicto civil y esas consignas vampíricas obviamente iban dirigidas a los enemigos. Su amigo le narró en cambio que para las culturas primitivas de la humanidad el canibalismo, el vampirismo en contra del enemigo le daba al vencedor su fuerza por eso practicaban esas formas rituales. Pero a finales del siglo XX esas consignas eran barbarás y perjudiciales para la salud psicológica de los flacos reclutas: comer y beber la sangre del enemigo, así sea en sentido figurado era una barbaridad. Mucho tiempo después, Camilo reflexionaba el sentido de sus sueños. Creía haber identificado esa cara barbará que lo acechaba: su amigo le decía que si le hacía caso a las teorías de Jung se equivocaría (los sueños no son espejos de uno mismo), mejor que estudiara los propios conflictos ideológicos de su vida. Ese era un buen camino para tratar de entenderse él mismo. No sabía por qué el sueño de aquella noche le recordó la película: “Blade caza vampiros” que ya dentro de una cápsula lo convertía en cazador quizá de sí mismo.Pero algo falla y hasta su caballo pagó las consecuencias ¿Quién era ese caballo que mostraba el miedo de un ser humano? Era un miedo por el ser humano. En ese estudio concienzudo de si mismo dejaba que las “asociaciones de ideas” corrieran por su mente libremente. Se imaginó que en su caótica personalidad se escondía el signo de un caballo ¿él era uno de los miles más, presos de la fuerza de sus contradicciones? No, era uno de los miles presos del tiempo, que lo chupaba como un pequeño agujero negro y que en su cosmos escondía el universo de sí mismo. Una Empusa lo había chupado y ahora no era menos que un zombi, un Niní que empezaba a ser viejo. Aunque se equivocaba, su desesperación del tiempo era la cara de una empusa: su verdadero conflicto consistía en ser dos hombres en uno solo -lo que lo había anulado-el eminentemente Marxista se había enrolado en las filas que atacaban a estos pero que eran radicales; él había sido un niño.




sábado, 21 de enero de 2012

LITERATURA Y POLITICA


La compleja realidad de los países en el mundo actual ignora conscientemente por una especie de presentismo, que la literatura es un vehículo primordial en el entendimiento de los pueblos y de su propia realidad socio política. Viendo así las cosas, no se puede entender a una expresión –llamase culta- que despliegue cualquier ortodoxia o mandamiento: es el caso de las teorías literarias que se despliegan hoy las universidades difundiendo las recetascomo dogma de la narrativa e incluso de la poesía,  o sea que un escritor se ajusta a una receta que logró confeccionar según su experiencia y desde ahí produce su novela o su cuento, o lo que es peor aún: su poema, y esto lleva directamente a considerar la literatura una plataforma para escalar espontáneamente al éxito social y económico. Esta manera de escribir conduce directamente a acatar implícitamente el autoritarismo como una norma social y ni siquiera el ejemplo de Julio Cortázar servirá para disuadir a  los que pretenden escribir literatura de compromiso. Desafortunamente, las universidades están produciendo escritores con los oídos atentos al mercado, al bestseller y a la literatura como una profesión que produce obras de consumo masivo y de carácter sensacionalista. Pero si son profesores, salen con un concepto bibliográfico de la literatura que da como resultado que sus alumnos de bachillerato jamás en su vida vuelvan a leer un libro y por eso se crean los sistemas nacionales de lectura que sólo apoyaran a la gran industria editorial. Se ha olvidado completamente el Deslinde, esencial obra de Alfonso reyes (1889-1959) en  materia de teoría y ciencia literaria.  Por ejemplo, la obra narrativa de Rafael Humberto Moreno Duran (1945-2005)está por estudiarse: expresa una riquísima realidad que  despliega el modo de vida de una determinada clase social . No se trata de hacer una literatura de facciones.  La crisis de la literatura de lengua española ha padecido de ortodoxia y se ha refugiado en unos persistentes nacionalismos; se trata más bien de retomar el camino  que trazó Eduardo Mallea en la exploración de una realidad proscrita por la literatura de una tradición española clerical. También se suma a esta crisis, el anacronismo con que es practicada en los usos de los géneros literarios y su confusión con los acentos literarios. La literatura es de las artes, la más libre por excelencia y en eso es de reflexionar el texto de Pedro Henríquez Ureña (1884-1946) El descontento y la promesa.