III
En el piso tres del edificio de la Alcaldía
por el salón de los escritorios
hay una ventana
donde se divisa a lo lejos
las montaña de Palonegro
de delirantes aviones
Una impresionante montaña
como de pintor impresionista
La ventana está cerrada en horas de trabajo
y en salida de labor sigue cerrada…
En esa montaña sucedió el combate
épico y cíclico de la patria boba.
Se ve tan bella desde esta ventana
burocrática que casi veo los senderos
de los ahorcados como pistas de aterrizaje
cubriéndose por la neblina del atardecer.
Título de la fotografía: Bucaramanga desde el Mirador
De Ludwig Snider Suárez - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=46347142
Acapulco
El recorrido aproximado veinte minutos en automóvil por la vía a
Piedecuesta saliendo desde la puerta sur; se rueda por una vía que atraviesa
las montañas en estricto caracol hasta el centro del poblado donde se ha
establecido a estas alturas un barrio que tiene un nombre llamado igual que el
mundialmente famoso balneario mexicano de Acapulco, que según he oído, en estos
últimos años ha perdido la casi totalidad de turismo que llegaba de los Estados
Unidos, pues los gringos se ha volcado a otro conocido balneario de
Centroamérica, haciéndole caso al miedo.
En Acapulco las direcciones son provisionales, el
barrio queda dentro de una región llamada Ruitoque, que está dividida en bajo y
en alto. En la parte alta, lo primero que hicieron unos visionarios
constructores (dicho sea de paso, fueron los primeros urbanizadores en estratos
medios altos y altos; costumbre que ha prevalecido hasta el punto de ser
completamente inexistentes los urbanizadores de estratos medios y bajos; hecho
que siempre ha causado las invasiones tugurízales a los campos aledaños y su
consiguiente deforestación) un exclusivo condominio ( no hace falta decir que
campestre) de una creatividad copiada de un campo de golf. El resto del campo
de Ruitoque alto, está ocupado por estaderos campestres donde se han acreditado
los deportes extremos; tal el parapente, el para motor y estratégicas casas
quintas construidas por particulares. Acapulco ( creo que influido por unos
nuevos decretos que obligan a los constructores a estratificar con derecho a la
igualdad; si se construye un estrato seis por ejemplo, deben construir aledaño
un estrato tres) se invadió debido al incumplimiento de ese decreto; el resto
de la región baja está ocupada por terrenos de estricta medida donde pueden
construir los que quieran y puedan; de hecho abundan las casa quintas también,
pero cerradas; los vecinos deben también tolerar los abundantes sapos que se
pasean por los alrededores ( y que a mi parecer no son comestibles como lo
teorizaba un señor que también aventuraba recetas).
Las gentes de estos estratos populares tienen un
mimetismo con los estratitos pudientes. Paradójicamente, el nombre Acapulco
quiso ponerse a la altura (este queda en la parta baja de la meseta) de la
parte alta.
Por otra parte, la abandonada costumbre de bautizar
a los hijos con nombres de origen anglosajón por los ricos, es practicada con
toda naturalidad a nivel popular ( los acostumbrados dos nombres son
combinados; el primer nombre anglosajón, el segundo latino). La vigente
costumbre de los ricos de llamar al festejo del nacimiento de sus hijos“Baby
shower”; un neologismo que copiaron lo estratos medios. Una costumbre agotada
popularmente, consistía en que los fines de año se llenaba de mirones las
amplias rejas del central “club del comercio”, situado precisamente en un
parque donde queda ubicada la catedral de la ”sagrada familia”. Desde los
enrejados jardines que daban a las calles, las amplias ventanas del club
dejaban ver las fiestas de gala de estos, que contrataban orquestas que la
publicidad afamaba nacionalmente.
Cuando esperaba el viejo bus para regresar a la
ciudad, en la parada frente a la casa del anciano Guajiro (el curandero del
barrio, que es una especie de santero cubano) escuchaba el grito energúmeno de
una joven mujer hacia alguien que se llamaba Samuelito. Tenía el limón que me
había dado mi mujer, para despellejar poco a poco la piel e ir mordiéndola
mientras el bus rodara por el tobogán hacia el área urbana; remedio -dice ella-
eficaz para el mareo. Se dice castizamente -ir royendo o mordiendo la cáscara
del limón-. Había pasado el fin de semana con Ella en la parcela de Acapulco
(así llaman a una casa que está construida en un terreno campestre por pequeño
que sea). Parcela que comparte con sus hermanas; unos años atrás, había vendido
parte del terreno a sus dos hermanas (una viuda y otra separada) por un precio
que al pasar de un tiempo se ha valorizado veinte veces más (la construcción
habitacional es la que más nuevos ricos ha hecho).
El elefante gris de la deforestación de los campos
mientras la ampliación urbana de estas ciudades intermedias avanza, pare la
deforestación de las fincas improductivas que las parcelan para venderlas a los
urbanizadores o para casas campestres. Incluso el exclusivo conjunto campestre
Ruitoque se estratificó de una forma creativa; como habíamos advertido, al ir
subiendo la loma de ese conjunto residencial, digamos que en un Ford o en un
Toyota Fiesta… (Conozco poco de automóviles) ! …Pero me atrevo a asegurar que
en mi medio siglo de vida no he visto jamás en esta ciudad llamada Bucaramanga,
el deportivo carro Alemán Porche (dizque en Medellín ya rueda el 911 Turbo
2010, que pasa de los cero a los cien kilómetros en sólo 3,4 segundos) tanta
velocidad si puede darse en Medellín si tenemos en cuenta que una vez dijo el
mafioso don Pablo, que cuando él empezó a hacerse rico le parecía ridícula la
fortuna de los que se decían la "flor y nata" de la sociedad de allí,
de sus avanzados industriales.
Como decía, a medida que vamos avanzando en
automóvil por Ruitoque alto, vamos encontrando que cada parcelación está
numerada por "hoyos". Inicia el hoyo uno y así sucesivamente; al
parecer las personas de las residencias de los “hoyos exclusivos" ( parece
ser que a los hombres pudientes, al escoger esposa les interesa más la
tradición familiar) no les cae muy bien los vecinos que no tengan
"pedigrí" (pero no como el de sus perritas de raza) así estén llenos
de dinero, como los actuales nuevos ricos entre los que se cuenten muchos de
"hoyos más abajo" que adquirieron sus fortunas de extraña manera, y
otro nuevos ricos que hicieron sus fortunas guiados sabiamente por la mano
invisible. De todas maneras, en estos estratos se encuentran familias que han
hecho del arte de la apariencia ( ¿pero se podrán mover en esos estratos de las
clases aristocráticas de papel?) todo un modo de vida; apariencia que no les
impide humillar a su servidumbre y hacerles ver a otros lo "ricos que
son". Pero los que son de clases tradicionales pudientes, hacen llorar a
los arribistas de hoyos más abajo, pues los de la "flor y nata" les muestran
su desprecio, como le sucedió a una exclusiva señora ( "arribista"
quiere decir -como lo definión Goethe-que son gentes que pasan por encima del
que sea, en el logro de su estatus social) que además de ser cleptómana, era
terriblemente intrigante; no vacilaba en culpar hasta la más inocentes
muchachas de su servidumbre de algo que estas no habían cometido con la
intención de no pagarles el sueldo ( ni pensar como seria el marido; hubo un
tiempo en que se popularizó entre algunos empleadores, el abuso sexual para las
niñas que contrataban haciendo uso de bajas artimañas (¿pero qué se puede
esperar de una generación que se crio viendo telenovelas de un sensacionalismo
espantoso?). Dicha señora arribista, se dispuso después de recibir varias
Llamadas telefónicas, a cambiarse para un condominio de "nuevos
ricos" sin pedigrí. Esta señora, conocida de mi actual cuñada que ha
terminado viviendo sola en la “parcela” padece, se diría, de serios
sentimientos de “culpa” pues si presiente el castigo por su cleptomanía, se
anticipa lavando su conciencia con las picardías que le hace a los más débiles.
Es muy común en las madres de estratos populares de
esta región la tendencia a depender moralmente de sus “machos”. Cuando estos
las dejan, ellas culpan a sus hijos, y en consecuencia los castigan. Otra cosa
es culpabilizar a un niño por el más mínimo detalle; ellos se defienden
rebelándose contra la tutela de sus progenitores.
El arribismo es una herramienta usada generalmente y
también estratificada. Es una herramienta al igual "voraz"; también
la usaron en la época de Goethe ( este le dedicó al arribismo unas líneas
explicitas). En la época de las luces de París, los latinoamericanos que
llegaban con sus ínfulas de gente de mundo a gastar dinero ( esto sería efectos
del arribismo) les decían "arrastracueros"; gente sospechosa, pues no
se sabía de dónde habían sacado su dinero ( en esa época, la hoja de coca sólo
la había usado Freud para sus experimentos).
Actualmente el arribismo es una herramienta usada
por los políticos y funcionarios latinoamericanos, que ha hecho de ésta una
vulgaridad mayor (son los nuevos "arrastracueros"), sumada al
"culto de la personalidad" cultivado por los populistas. Vale todo
para su proceder; lo importante es lograr la ambiciosa meta. Podría creer que
la causa principal de ese estado de cosas, fue la que señaló a finales del
siglo XIX Miguel Samper Agudelo (de las cuales, la aristocracia conservadora se
echaba cruces y tocaba madera) y que consistía en avizorar un precaria e
inexistente industrialización de estos países, dedicados a ser comisionistas de
las potencias industriales.
Bueno, en suma, una casaquinta del condominio de
Ruitoque, puede valer, viéndolo desde las nubes dos mil millones de pesos, lo
que equivale a decir que un porche cuesta unos trescientos millones de pesos,
una casita en un estrato tres de cualquier barrio puede costar ciento veinte
millones de pesos, un empleado de empresa recibe un salario de medio millón de
pesos mensuales. Un salario mínimo en estas fronteras es de unos trescientos
euros al cambio.