miércoles, 17 de agosto de 2016

LA JUSTIFICACIÓN INTELECTUAL DE SU ARTE



Si el Arte es como un apacible arroyo que sigue su curso hacia otro arroyo más caudaloso e incluso al río, se  tendría la oportunidad de ser interrumpido en su transcurso por un accidente cualquiera;  en ese caso la reflexión que se haga sirve para buscar reparar el interrumpido curso del arte y hasta podrá enriquecerse un poco más…
En el caso en que el Arte sea concebido como un objeto en el tiempo y en el espacio, no habría problema en considerarlo como una piscina; vieja o nueva sigue siendo piscina.
Pero a mi me gustaría que el Arte fuera como un arroyo, y como en el caso local, no percibirlo como una piscina, debido sólo lo a una cosa, la ausencia en  el artista de una justificación intelectual de su obra que lo sitúe en un espacio y tiempo universal desde lo local.

1 comentario:

Víctor Manuel Niño dijo...

LA JUSTIFICACIÓN INTELECTUAL DE SU ARTE
Si el Arte es como un apacible arroyo que sigue su curso hacia otro arroyo más caudaloso e incluso al río, se tendría la oportunidad de ser interrumpido en su transcurso por un accidente cualquiera; en ese caso la reflexión que se haga sirve para buscar reparar el interrumpido curso del arte y hasta podrá enriquecerse un poco más…

En el caso en que el Arte sea concebido como un objeto en el tiempo y en el espacio, no habría problema en considerarlo como una piscina; vieja o nueva sigue siendo piscina.

Pero a mi me gustaría que el Arte fuera como un arroyo, y como en el caso local, no percibirlo como una piscina, debido sólo a una cosa, la ausencia en el artista de una justificación intelectual de su obra que lo sitúe en un espacio y tiempo universal desde lo local.