miércoles, 21 de junio de 2023

Invitación a la presentación del Libro: A la Cabeza de las Gorgonas. VI Feria Internacional del Libro en Cartagena de Indias.

 




El proyecto se realizará en el marco de la Feria Latinoamericana del Libro de Cartagena, en su sexta versión, programada del 16 al 23 de julio, lleno de arte, cultura. Con la presencia de destacados autores, editores, libreros y profesionales de la industria del libro, y que se ha constituido en una de las importantes eventos del caribe y las Antillas, haciendo hincapié a una importante zona que reúne a los más destacados autores internacionales.

Mi presentación, a partir del libro de ensayo de mi autoría «A la Cabeza de las Gorgonas, consideraciones sobre literatura» impactará con la presentación y socialización del Libro y un conversatorio que reflexionará de varios tópicos, incluyendo promoción de lectura, talleres literarios y el papel de la literatura en la construcción de memoria, temas que abarcan un 60% de la publicación, y que por ende, también incidirán en una población que requiere de espacios que potencien su vida en sociedad, y desde una marginalidad en lo económico y cultural. El alcance será positivo en el sentido que resultará en una capacitación y memoria destinada al público proveniente de zonas marginadas de la ciudad y estudiantes de bachillerato de colegios públicos.

Esta propuesta se ha venido realizando desde el espacio que tengo asignado en el Red de escrituras creativas RELATA, dirigida por MINCULTURA, y desde mi taller de poética Cielo de un día, que dio como resultado el libro planteado.Las novedades o cambios significativos que me propongo en esta participación es crear memoria literaria a través de publicaciones que creen semilleros de lectores y enlazarlos con otros actores de la RED en esa hermosas región del país. 


miércoles, 14 de junio de 2023

A la cabeza de las Gorgonas:«consideraciones sobre literatura». (Segunda edición corregida y aumentada. 2023)

A la cabeza de las Gorgonas








CONSIDERACIONES SOBRE LITERATURA

(Segunda edición. Corregida y aumentada)
Víctor Manuel Niño Rangel







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“©” A la Cabeza de las Gorgonas
      Consideraciones sobre literatura

(Segunda edición corregida y aumentada, 2023)

Libro inédito, en proceso derechos de autor)




Primera edición 2021

PROYECTO GANADOR (MOTIVARTE) EN ENSAYO LITERARIO
CONVOCATORIA GOBERNACIÓN DE SANTANDER (COLOMBIA) 2021.
 Diseño, edición y producción:

El libro total, Bucaramanga.



Registro 10-995-325 (2021)

Derechos de autor Colombia


Ilustración de portada
Obra El ojo de la vida: técnica mosaico (2020)
Autor: Consuelo Castro






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Porque eres más que tú mismo

y yo sólo soy el que trata de reconocerse en ti


Rafael Cadenas

(Del poema Las paces,2004)






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La narrativa y la poesía siguen su curso en el devenir abriéndose a nuevas propuestas tanto para jóvenes escritores como para nuevos lectores. Ese reconocimiento abre las puertas a la libertad de la creación y a la reflexión necesaria para estos menesteres del espíritu.

La conciencia atenta a la literatura en su función social, articula el panorama nacional e internacional con sus consecuentes pasos por las regiones y sus tonos. Estas vertientes están en continua comunicación.


 Una labor de creadores será la de articular y a la vez la de crear arte en su diálogo a través de los medios de comunicación. Por esos las reseñas, los comentarios, las entrevistas son importantes en la persuasión de enriquecer esta labor cultural.




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Entrada






Toda mi poética se puede resumir a la fecha en las siguientes líneas de un poema de Rafael Cadenas: /porque eres más que tú mismo/ y yo solo soy el que trata de reconocerse en ti/(Las paces,2004), la literatura inventa a su autor y yo intenté crearla, apenas usando  la  razón, olvidé la parte del sueño, de la candela; de la arbitraria espada. Pasé por alto a los grandes maestros oníricos, dejé las paces en las alas de cera en el cielo de Descartes, y el lagarto Perseo prendió ni siquiera prendió mi ánimo.

Puedo pensar que el arte es un apacible arroyo que sigue su curso hacia otro arroyo más caudaloso e incluso al río, pero no faltaría el oportunista canalizando  agua para su finca;  en ese caso,    las consideraciones que se hagan podrían servir para distinguir quien es el atrevido y que validez tiene su accionar. Nosotros las personas de este punto geográfico tendemos a pensar sin términos medios, casi que desprovistos de razón; se podría concluir que tendemos a asumir la autoridad y como lectores no podemos escuchar los poderosos afluentes de la literatura internacional. La burocracia literaria nos ha infectado; el virus del arribismo cuando no del afán de agarrar unos pesos nos hacen sentarnos en la antesala del funcionario público y vibrar con su vibra pagana.

Entre espontaneidad y razón el arte es un objeto en el tiempo y el espacio; en el caudal de la Historia. Surge el problema con la burocracia; se puede pensar que ese arroyo se vuelve una piscina y se detiene en la complacencia lo que lo aísla del fluir mundial  debido sólo  a una cosa, la ausencia de la reflexión  que lo sitúa en el espacio y tiempo de ese fluir mundial.

Somos una generación perdida en las piscinas nauseabundas que han creado los detentadores de la cultura; personajes que han ocupado altos cargos gubernamentales, analfabetas de la literatura. Han entronizado el escándalo y los periódicos de alcurnia de país has sellado nuestro destino.



 





Las consideraciones




La literatura tiene la importante función de de dotar a la imaginación de los medios necesarios para formar o enriquecer el reconocimiento de si mismo y del ser en la sociedad. No somos nada sin una comunidad, el bajo nivel de lectura ha fomentado el aislamiento;  el ser social sin imaginarios es rastrero. Eso sucede con el bajo de nivel de lectura de los jóvenes; está comprobado que el aumento de la depresión y la conducta asocial, obedece a estas causas. El filósofo Umberto Galimberti ha señalado que la decapitación de los sentimientos en la sociedad de alto consumo no tiene su equilibrio en el desenvolvimiento emocional, mediante el enriquecimiento con la lectura literaria: como expresar el odio, la ira; como reconocerla en si mismo o describirla. Es una imaginación capada.
La pobreza de la literatura va de la mano con la ausencia de lectores, y esta con la anti lectura que se establece en la instituciones educativas y los fallidos programas gubernamentales para crear lectores.
La pereza de leer está asociada con el florecimiento del entretenimiento y el nacimiento de una lectura para el entretenimiento que también no deja de ser excéntrica. La imaginación no se cultiva viendo telenovelas o películas de profundos lugares comunes. 

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Sin un notorio esfuerzo intelectual, al menos reflexionar sobre asuntos concernientes al quehacer literario para distanciarme un poco del parafraseo de documentos leídos y la humedad de la información por la información; el desafío que me he propuesto es revisarme en cuanto al énfasis que usan los que quieren hacerse escuchar ¿ que oídos están abiertos para investigación? Y además los obstáculos evidentes como el subdesarrollo bibliográfico inserto en el caos y el aplauso a grandes bibliotecas privadas de escritores laureados.

Dicen que el ensayo, se parece un poco a  la creación poética cuando asegura que es al «yo» a quien se pinta: es este caso sería a cambio de no ser el genio soñado, las interrogaciones  que han surgido a través de tímidas mordidas como viejo ratón de biblioteca, y las experiencias que han anidado en los huecos de la imaginación. Sería plasmar la  incertidumbre por el paisaje de la poética actual, donde nuevos géneros en literatura han desplegado sus alas, y otros que no han pasado las fronteras pues se cree erróneamente que el conocimiento es generación espontánea, y nos hemos dado alegremente a crear la composta, agregando también desperdicios de la abundancia folclórica. Un ensayo  sería  la respuesta a un gran problema no planteado aun, o no resuelto del suelo literario. No conozco aun ensayistas en el orbe nacional; sino son dogmáticos, son alegres cantos que predican la salud intelectual. Me gustó siempre que se dijera que el ensayo es el «centauro de los géneros literarios». Me puedo imaginar un caballo con la cabeza de Baudelaire o Rubén Darío y decir que su padre Montaigne y que ahí puede cabalgar también la narrativa, la poesía, la ficción histórica y demás disciplinas d ellas humanidades.

En estas consideraciones,  el hilo conductor es la literatura en sus variados géneros y sobre todo en los que más me he ocupado, en la reflexión  de la narrativa y la poesía, en los procedimientos de taller que hemos asumido como creadores y donde hemos planteado que escribir poesía obedece también a una técnica a través de la historia de la literatura, de las relevantes voces nacionales, que al  igual rompen con el prejuicio de la sola validez de la inspiración como motor creativo.


La medusa



El cuadro la Medusa de Caravaggio, me dio a entender que todavía estamos visitados por la mitología griega; ya no sorprende tanto esa Gorgona, que con razón es misándrica,  con  su cabellera rasta de serpientes vivas; lo más peligroso de la medusa, sus ojos, pero ciegos a la mirada de los que no la buscan. Obviamente que el mito es una cantera que nunca muere y todavía podemos imaginar a la Medusa en plena acción si no es porque ya Perseo la decapitó; su cabeza lo dotó de un arma mortal contra los inmortales; ingenua paradoja. Los juegos góticos han usado estos mitos hasta la saciedad, y más en literatura que ha perdido el poder de la mitología en favor de una cotidianidad que no le hubiera dado ni por la punta al desprecio del milenario Platón.
Pero un buen uso de la cotidianidad es por lo demás refrescante; al observar una escena cotidiana, me preguntaba quien de ellos, bebiendo cerveza en la calle estaría dispuesto a escuchar mi lectura de un poema; me decepcioné al pensar que se entiende popularmente por poesía declaraciones de amor, lloriqueos a la madre al padre, aclamaciones religiosas y otros temas melodramáticos. En otra oportunidad el poeta debía ser un rimador y jocoso. Seguí caminando, pensando en unos versos de un poema de Rafael Cadenas: «Si el poema no nace, pero es real tu vida, eres su encarnación…». Esos muchachos que bebían y escuchaban corridos colombianos a alto volumen... ¿Eran encarnación del u poema anónimo…? Difícil concebirlo, pensé que por eso la poesía como género literario no era para todo el mundo. El poema, de todas maneras leído en otras orbes era como la frontera que nos dibujaba como país, que nos miraba el ser y hasta el estar ¿fueron perdidos tantos años como pichón de poeta? ¿También como lector? ¿Cómo lector menor? Sea como haya sido, me despido pensando que nunca me había pasado, en mis tutorados sentimientos, que me entusiasmara genuinamente con un poeta. En mis años de lector de poesía la simulación de acudir a los renombrados me acogía con la esperanza de untarme de autenticidad. Llegado a las puertas de los no reconocidos en la antesala de los ancianos de repente la cera de mis orejas se remueve con la voz de Rafael Cadenas: es simple, me invita a «ser viviente». Rafael  no quería reconocer en tu apellido, el trabajo al personal vuelo. Y así las cosas, entusiasta por el canon, la poesía me afoteaba en forma de quimera, y que yo  en loca manía, perseguía.

La reseña literaria y los reportes de lecturas




A un casual o constante visitante de periódicos, revistas, panfletos, páginas web, redes sociales etc, que se pavonea y hasta despliega su pretensioso abanico, atraerlo o persuadirlo para que lea el libro o publicación de nuestro interés es el objetivo de la reseña, que puede simular ser una despampanante mujer o un musculoso hombre en crisis de valores. La industria editorial sería la responsable de diseñar sendas reseñas, porque está entre sus presupuestos comerciales, y decir que la pasará de película si lee la publicación, pero el aumento de las autopublicaciones y el bajo índice de lectores ha sido campo propicio para que un buen número de autopublicados se dediquen a hacer de la reseña todo un genero literario, cos que no ha sido así.

Escasean las reseñas literarias y es difícil encontrarlas en el desierto literario y para el casual lector el acceso a revistas especializadas no le da sino tiene el boleto que un amante de los hipódromos puede comprar.

He visto muchos reportes literarios que sólo dan datos generales del libro y son incapaces de dar al menos un episodio de lo narrado o producido, tan sólo datos relacionados con la publicación, condiciones bajo las cuales la obra fue producida, construcción de los hechos, ilustraciones presentadas; pero eso no persuade al posible nuevo lector del libro. Crear nuevos lectores casuales, sería el objetivo principal de la reseña, y que los medios de comunicación masivo les abrieran espacios así no sea de grandes grupos editoriales; como extraño el otrora magazín dominical del espectador, el otrora magazín de Vanguardia dirigido por la queridísima Silvia Galvis; tiempo llorado viejo manchado; mejor consigno un reporte de lectura, en la que muestro a nivel general los desenvolvimientos de una conocida novela.







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El trabajo placentero

De leer
(Ser y escritura en el taller)








Leer es una paradoja: la de trabajar en placer para la lectura; esta puede darse en un taller, sin que el participante se lleve a casa una tarea que no ha salido de su propio mundo interior.
En este sentido, es formación; leer es un «devenir», en trabajo y placer, pues en lo primero, se transforma en investigación del ser (historia),  de escritura, del saber (espacio, naturaleza).

















Talleres de lectura en sectores populares



Programar  talleres de lectura, en sectores periféricos de la ciudad, le daría continuidad a la creación de imaginarios claves para ir construyendo convivencia, y sobre todo «comunicación», que es el efecto y causa de la anterior aseveración.

Entre las causas principales de la violencia en la sociedad, está la ruptura en la comunicación, y la lectura, es un medio para promoverla.
En un país de agresiva estratificación, y azotado por la influencias deterioradoras de la moral en la juventud, se hace más que necesario establecer estrategias de atracción a  la lectura, pero que no sean, como en el entretenimiento, desarraigadas, sino que partan de una exploración, en el que el participante entre un proceso de «culturización lectora», y la experiencia pasa a devenir.

En efecto, la lectura es un hecho cultural de una sociedad, y no tiene estrato. Si impulsa la comunicación, se debe intensificar más, pues en el estado educativo en el nos encontramos, no tiene una correspondencia.

Leer es una paradoja, si le quitamos la definición romántica, de la lectura en entretenimiento, en estadísticas, en bestseller; el oxímoron de trabajar en placer para la lectura, puede darse en un taller, sin que el participante se lleve a casa una tarea que no ha salido de su propio mundo interior; en este sentido de formación, leer es un «devenir», valga también para la literatura infantil; devenir en trabajo y placer, pues en lo primero, se transforma en investigación del ser (historia),  de escritura, del saber (espacio, naturaleza). La lectura es devenir, y tiene su obstáculo, cuando el iniciado lector es formado con fórmulas. La educación oficial  atrapa la lectura y la contiene en prejuicios, que puede tener su validez, pero que históricamente marcan un estancamiento social y cultural, debido a una excesiva decadencia.

En un taller, desde la disfunción  educativa oficial, y que el mismo Estado programa, la misma lectura se vuelve investigativa desde su propio derrotero (el lector). Esa investigación hace, que el lector enriquezca su mundo interior y nazca la necesidad de la memoria, de su quehacer en la escritura.









La memoria en la literatura



La memoria también pasa por la Historia; memoria e historia se entrelazan para testificar una sociedad dada; la literatura tiene una validez desde todas las perspectivas, para la memoria; la decadencia en una literatura que no cumple las expectativas de la memoria, denunciada por Gabo, nos hace cuestionarnos sobre esta actualidad inundada por la literatura de violencia y entretenimiento. Si se habla de novela histórica, se dice que es una novela de memoria, pero también es histórica, una novela como «Volver la vista atrás».

La memoria en literatura, exige actualmente, la documentación en todos sus géneros; esa exigencia, pasa por rigurosa. La poesía también aporta en memoria,  e interpretarla, puede decir más de una época que su par, la narrativa. La literatura es testimonio fresco en el tiempo; la novela encierra una realidad pertinente para el que la consulta; la perversión de la memoria, que denunciaba Gabo en la novela de violencia, sigue vigente hoy día, en la consecución de un público aditivo a la violencia.  La lectura que da memoria, es la de perspectivas; investigar un periodo histórico a través por la lectura de una novela, es más enriquecedor que ver como se matan en un episodio, dos narcotraficantes. La mentira está muchas veces en los monos o letra pequeña que nos ocultan; el episodio de una narrativa puede verse manejado por esos hilos ocultos. La narrativa histórica, por más realista que sea, plantea perspectivas, y no debemos temer a su inexactitud, a no ser que su manipulación ser francamente cínica



Reflexión desde el taller de poética Cielo de un día



Nada más pertinente para el encuentro nacional Relata 2022, que el tema propuesto: «la Reflexión sobre el papel de la literatura en la construcción de memoria del país» y las nuevas perspectivas y la necesidad de promover la lectura  en sectores populares.

Formar  lectores,  desde nuestra perspectiva, debe iniciarse sin la apatía de las lecturas recomendadas, urgentes u obligatorias.Transmitiendo amor por la lectura, desde el mismo amor del tallerista, profesor, escritor o poeta.
Nada más al preguntarnos el porqué del bajo índice de lectores en una sociedad, si existe supuestamente en la educación pública y privada, un séquito de profesores. Entonces queda al sector cultural, apropiarse de la llamada promoción de lectura, que la educación académica no supo impartir. Si hacemos un balance, y colocamos a la lectura, en el mismo rasero nivelador de las llamadas artes liberales, entonces tienen razón de no formar una sociedad de lectores; pero por supuesto, ese sistema le conviene a un sistema político que quiera perpetuar en desequilibrio con las humanidades, el sensacionalismo y el entretenimiento en toda su potestad. Considerar la reflexión de la Dra. Patricia Ariza: que «sin duda, las letras, son una de las grandes protectoras de la memoria, y además ampliamos los conocimientos, las experiencias, la creatividad y mantenemos vivas las historias y las costumbres ancestrales», debería pasar por una intercalación con la educación. La promoción de lectura para adultos, desde nuestro taller, propone leer, en dialéctica con la escritura creativa, desde la plena subjetividad del participante, inicialmente sin un género específico, sino desde la pregunta y sus emanaciones platónicas; luego, reflexionamos, qué género está proponiendo el participante: ensayo, autobiografía o narrativa; que incluye, aprender a recordar, en relación con la realidad, la historia, y la documentación.

 Esa es la propuesta para talleres de promoción de lectura: hacer «memoria», reflexión, y el efecto es pertenencia, exploración de la subjetividad; universalismo en confluencia con la lectura.

La alianza del Ministerio de cultura y el Fondo de cultura económica de México, recoge con su director y escritor, Paco Ignacio Tabio, la promoción de la lectura, orientada a los sectores populares.

Para esos objetivos, un aporte sustancial del taller que dirijo, es crear, aunque suene paradójico, lectores que vengan de los colegios públicos, y me refiero, a los alumnos que cursan los últimos años de bachillerato; la lectura obligatoria, no transmite amor por la lectura, y produce apatía de lector. Hay que volver a transmitir amor por la lectura, que es amor por la memoria, pues esta se enriquece y produce con creces, literatura y reflexión.

1- Proponemos concentrar la promoción de la lectura, en la tranquilidad de leer y en dialéctica con la escritura creativa: en mi taller de poética, el participante lee, desde sus descubrimientos interiores; inicialmente no los restringimos con un género literario, sino desde las preguntas que resultan en un tema logrado en reflexión conjunta y adoptado por cada uno de los participantes en sus emanaciones platónicas; luego, en conjunto reflexionamos, basado en esa primera escritura, que género literario se está proponiendo, incluso ensayo o autobiografía; que incluye, aprender a recordar, en relación con la realidad, la historia, y la documentación. Aprovechando la narrativa, la crónica,  en la orientación de crear memoria.




El taller de lectura de una novela



Leer una novela desde un taller, implica también una novela; un interrelación dialéctica que debemos asumir. En esas lecturas, el hedonismo y la obligación se funden: leer es una actividad de la voluntad en el universo del autor que elegimos ( lectura electiva y hedonista), y a la vez esa aventura nos lleva  a la investigación placentera; al trabajo intelectual hedonista, que huye de la obligatoriedad, de la ceguera del compromiso.

Aquí los conceptos de ficción y realidad se funden ¿Quién puede hacer una aseveración de la maravillosa novela El general en su Laberinto; horror sería, como se hizo en su memento, exigir fechas exactas al novelista, restringiendo la libertad investigativa del lector.

Ficción, sigue siendo también  un hecho de la memoria: en ese sentido, la narrativa de Juan Gabriel Vasquez, matizada por biografías y hechos verídicos, tiene mucho que aportarnos; y el participante en narrativa, reflexionará y se documentará la actualidad de este tema.

En el taller de lectura de una novela: aprender a leer una novela, que es definida, como la de mayor aporte a la memoria de una sociedad, implica elegir novelas que se relacionen con el hecho de estudio y de memoria que nos acontece: recuerdo una novela que podría ser pertinente para la lectura y taller de análisis de su estructura: Los ejércitos, de Evelio José Rosero.

Novela, considerada una gran aporte en la narrativa colombiana, y que parece alumno de Gabriel García Márquez (1927-2014), que nos enseñó, cómo se escribe una novela desde «Dos o tres cosas sobre La novela de la violencia», y  producto de esa historia que sigue sacudiendo a nuestro país. La memoria del escritor, iría en dialéctica con la documentación; la investigación apropiada al temática elegida; estoy recordando la novela de Juan Gabriel Vásquez «Volver la vista atrás». Partiendo de lo dicho por Gabo, en el artículo citado. Para el de novela,  en pertinencia temática; sus profundos entramados crean memoria en potencia; pule, como dijo Gabo en: «Dos o tres cosas sobre La novela de la violencia»











El grupo Mito



En esta reflexión en la que sus miembros a través de talleres y tertulias, se declaran en la faena de la palabra, y en mi caso con el taller de poética Cielo de un día, reanudo la consigna que un día, el grupo Mito, decidió elevar su voz a los coterráneos:
«Las palabras también están en situación»

Que definía al ser humano, en su relación con la historia «en situación», y en devenir, en la interacción con la época actual, que  nos exige estar en »situación»

También, en la «búsqueda y la consecución de un lenguaje que exprese en profundidad los estados históricos del hombre colombiano» como dice la académica Mar Estela Ortega González-Rubio. Las palabras sirven para arrojar luz sobre la realidad, sigue diciendo Mar estela, metidos en el barro de la cantera histórica de la realidad.

La narrativa y la poesía siguen su curso en el devenir abriéndose a nuevas propuestas tanto para jóvenes escritores como para nuevos lectores. Ese reconocimiento abre las puertas a la libertad de la creación y a la reflexión necesaria para estos menesteres del espíritu.

La conciencia atenta a la literatura en su función social articula el panorama nacional e internacional con sus consecuentes pasos por las regiones y sus tonos. estas vertientes están en continua comunicación. Una labor de creadores será la de articular y a la vez la de crear arte en su diálogo a través de los medios de comunicación. Por esos las reseñas, los comentarios, las entrevistas son importantes en la persuasión de enriquecer esta labor cultural.






Entra la noche al parque

Y los modos de leer



Entra la noche en el parque,  el despertar de los  grillos, algunos destellos de luciérnagas; se une al festín de mi tínitus, y dejo de leer, mejor dicho estoy leyendo la naturaleza, pero esa lectura no es la de un libro. Concibo leer desde el libro; no sé si es la misma concentración que se tiene cuando alguien nos lee, o se  lee a un cuerpo, o a un árbol. De todas maneras, de alguna forma, mi imaginación lectora ha enriquecido mi mirada, este momento  efímero, que ni la fotografía lo puede capturar, menos un texto.

Adiestrar los ojos de la imaginación, con la escritura; sería lo mismo en el caso de la lectura, si es porque podemos estar habituados al entretenimiento o al estrés, que leer nos ponga a prueba la paciencia y la voluntad; no si  ¿fácil resultaría para el joven la lectura en red?

Estoy recordando la  micro poesía que  yo escribía en una red social, y bailado todavía por mi romanticismo, que creía dominado, intenté crear el «portuñol» o «espagués»; portugués y español cruzados en sendos micro poemas; el entusiasmo  duró dos años y conté en uno de los textos hasta cinco visitas: poemilla de tinte erótico, cotidiano, de metáfora audaz.
Como cuando desaparecieron, sin previo aviso, la página «soy periodista» del diario el espectador, donde logré entrar, para escribir columnas junto a muchos avezados escritores, entre el 2013 y el 2014. Este portal  de periodismo ciudadano, definido por sus creadores desde una opción de libre expresión ciudadana en Internet. Había sido creado en 2011 y salió del aire a finales de 2014,  llevándose la tenaz memoria de OSGIR y FOGAFI, colaboradores que más recuerdo, al publicar religiosamente desde sus inicios, y con una honestidad tal, que causaba admiración. Estos portales efímeros, ya los conocía antes, ya había publicado en “voz al mundo”, por unos años de mi voz olvidada, y desde Europa; con esos, desaparecí una buena mañana el «portuñol»; la idea de enriquecer estos idiomas ibéricos en un continente unido por el lenguaje.
Me  vuelvo a encontrar con el nombre del Guatemalteco Allan Mills, que contaba hasta cien visitas en un poema suyo. Vuelo a toda a buscarlo, y veo  que ha escapado de la red. desapareció su página que proponía textos de ironía y auto sarcasmo. De todas maneras, cien visitas en uno de sus textos, para un reconocido escritor como él, no es que sea tanto; el consumo sigue mandando: las fáciles letras de un reguetón, pueden contar hasta con quinientos millones  de lecturas, supuestamente de oídas. 

Leer un texto,  significa un poco más de concentración, de entendimiento. Al parecer en las sociedades del mundo, la lectura no es una especialización que cubra la sociedad, en cuanto tendría que ser una asignatura universitaria. Como lector profesional, sé que la investigación literaria carece de bibliotecas especializadas. Leer pasa a ser una vocación autodidacta, asumida más o menos por la educación. El joven aspirante a lector, se volvería artista.

Me uní  al grupo senderista; a la hora ya estábamos en el corazón del cañón. Yo  iba con la idea de  parir frases que describiera la aridez de estas montañas. Mi piel estaba enrojecida, el sudor seco. El caminante delantero ya me había dejado atrás, y me decía que pronto estaría con los del medio. Después de una hora no encontraba a nadie. Reconocí un sitio que lo llamaban las cuatro letras. Mis rodillas ya no daban más, y vacíe el resto del agua que me quedaba en mi rapada cabeza, bajo la mínima sombra que daba la barriga de una ceiba enana. Ni en lo más mínimo me acordaba de la poesía. El sol estaba en su máximo resplandor. Seguí caminando despacio, con las piernas endurecidas; abajo, en un recodo, vi unas casas en ruinas ¿era la entrada al poblado abandonado  Jordan Sube? Quedaba sólo un desfiladero en gravilla; me senté, y lo bajé arrastrado ¿la insolación  me daba esa vista? De todas maneras, vi en la concavidad de una roca, tras las plantas típicas del desierto, una mata de orégano: alabé su resistencia, su viril belleza femenina; me arrastré a la planta y la devoré. La poesía aún no llegaba; recordé que decían que el humano había desertado de la naturaleza y también sus mascotas. A pesar de eso, estábamos todavía en los más alto de la cadena alimenticia; el hombre seguía siendo naturaleza, y su mascota, aun buscaba abrir huecos en la tierra. La poesía llegó después, en un texto que titulé Hijos de esta tierra, y del cual dejo un fragmento:

 El águila blanca

 que custodia la lejanía

 me ha visto

 me veo en el pellejo de un ratón
He crecido a la altura de un hombre

 

La literatura tiene la importante función de de dotar a la imaginación de los medios necesarios para formar o enriquecer el reconocimiento de si mismo y del ser en la sociedad.
No somos nada sin una comunidad, el bajo nivel de lectura ha fomentado el aislamiento;  el ser social sin imaginarios es rastrero. Eso sucede con el bajo  nivel de lectura de los jóvenes; está comprobado que el aumento de la depresión y la conducta asocial, obedece a estas causas. El filósofo Italiano Umberto Galimberti, dijo alguna vez que la decapitación de los sentimientos en la sociedad de alto consumo, no tiene su equilibrio en el desenvolvimiento emocional, mediante el enriquecimiento con la lectura literaria: como expresar el odio, la ira; como reconocerla en si mismo o describirla. Es una imaginación ausente. La pobreza de la literatura va de la mano con la ausencia de lectores, y esta con la antilectura que se establece en la instituciones educativas y los fallidos programas gubernamentales para crear lectores. La pereza de leer está asociada con el florecimiento del entretenimiento, y el nacimiento de una lectura para el entretenimiento que también no deja de ser excéntrica.
Dicen, que el ensayo se parece un poco a  la creación poética cuando asegura que es al «yo» a quien se pinta: es este caso sería a cambio de no ser el genio soñado, las interrogaciones  que han surgido a través de tímidas mordidas como viejo ratón de biblioteca, y las experiencias que han anidado en los huecos de la imaginación. Sería plasmar la  incertidumbre por el paisaje de la poética actual, donde nuevos géneros en literatura han desplegado sus alas, y otros que no han pasado las fronteras, pues se cree erróneamente que el conocimiento es generación espontánea, y nos hemos dado alegremente a crear la composta, agregando también desperdicios de la abundancia folclórica.
Un ensayo  sería  la respuesta a un gran problema no planteado todavía, o en semilla del suelo literario o social. No conozco ensayistas en el orbe nacional, sino alegres cantantes que predican la salud intelectual. Me gustó siempre que se dijera que el ensayo es el «centauro de los géneros literarios». Me puedo imaginar un caballo con la cabeza de Baudelaire o Rubén Darío y decir que su padre es Montaigne, y que ahí puede cabalgar también la narrativa, la poesía, la ficción histórica y demás disciplinas de las humanidades.
En estas consideraciones,  el hilo conductor es la literatura en sus variados géneros y sobre todo en los que más me he ocupado, en la reflexión  de la narrativa y la poesía, en los procedimientos de taller que hemos asumido como creadores, y donde hemos planteado que leer poesía obedece también a una técnica a través de la historia de la literatura, de las relevantes voces nacionales e internacionales, que al  igual rompen con el prejuicio de la sola validez de la casualidad como motor en la lectura creativa.

Novela, poesía y cuento exigen, de ser así,  modos distintos de leer; no se podría decir que la poesía o el cuento son los géneros  más fáciles de leer, ni tampoco los que exigen menos concentración, pero me parece que para un lector iniciado, estos géneros breves pueden ser convenientes por su brevedad. Entusiasmado con la idea de encontrar lectores jóvenes para invitarlos a la tertulia, entré a una biblioteca universitaria en vísperas del año nuevo de 2015;  sentí el desencanto: la estancia, con la salsa propia de las fiestas de año nuevo, aparecía fantasmal, hasta tenía un tinte de tristeza ¿será que la lectura no puede se una fiesta también? Con esta evidencia tumbo la idea de la lectura para bailar… ¿Será que algunos estudiantes estarán leyendo en sus casas?. Si puede ser así, pero esto es un indicio de la carencia del espíritu investigativo; he comprobado, que  funcionarios de estas bibliotecas, se asustan cuando se les reprocha la carencia bibliográfica. Entonces en algunas políticas culturales, se planea la lectura como el ideal que nos sacará del subdesarrollo; sofisma alimentado por las burocracias y avalado por algunas academias. En nuestra señalización inicial, vemos que la lectura sigue estando atada a una sujeción de la conciencia. Es tarea simplemente. Estamos lejos de crear una lectura hedonista, y paradójicamente programática, entonces, en éste río revuelto ¿dónde queda la industria editorial? 

Todos tenemos el placer de la lectura, pero el escritor tiene asimismo el placer y la tarea de la escritura: estas palabras serían un reconocimiento al hedonismo; existe la certeza que el reconocimiento de la lectura, o el hecho de leer es la tarea (¿?) principio del escritor o aspirante… ¿Lectura como tarea? No sería un castigo elegido sino encontrar las voces que uno si escuchará. De todas maneras en la vida nadie es moneda de oro, y con los libros pasa igual. EL libro llega después de un recorrido por el azar; este reconocimiento tiene un efecto polémico que hay que aplicar en el taller y que es fruto de largo tiempo en la practica de escritor: la lectura es trabajo en concordancia con la escritura y en la lectura misma . El taller mismo es una herramienta para este hecho; el arte de escribir es el arte de conversar e investigar el propio camino en sus venas diversas: la temática que tiene instituida su propia vida: de ahí que también pueda generar una catarsis temática que lo lleve a una lectura electiva: «por lo tanto, un joven escritor debe provocar o abrirse oportunidades en el arte de la conversación, del acuerdo, del desacuerdo, pero sobre todo, investigar hasta para escribir un poema.
¿En poesía existe una temática? Tendríamos que preguntarle a los poetas simbolistas; la forma en el que  trasladaban sus emociones al texto, y ese fue el propósito de Borges, dar y recibir emociones a través del diálogo. La paradoja de la catarsis, por ejemplo, la poesía es dada al poeta, y el iniciado será envuelto por ella, por un constante atrapa sueños  o emociones;  atrapa lenguaje para el horno de su palabra; la lectura resulta catarsis y placer. La escritura, conocer y hornear.

Por eso leer poesía resulta ser asombrosamente enriquecedor en la cultura actual de consumo; los cursos de lectura rápida nos han hecho lectores de fragmentos; los niños, en el almuerzo van directo al postre. En los libros, saltamos páginas como raperos de semáforos; estamos presenciando un proceso de fragmentación; menos mal que la poesía se lee de un tirón, el lector moderno puede ejercitar su concentración aun al ritmo de su hiperactividad.  Leer poesía puede resultar en un hedonismo feliz, huyendo de la retórica. 

En la actual realidad digital, la lectura de un libro se volvió casi una tarea aristocrática sin mencionar uno de los enemigos de la lectura: la hiperactividad. Leer una novela, por ejemplo, necesitaba tiempo y la humildad de la paciencia, para la concentración y la reflexión; leer sin leer, desplazar los textos casi inconscientemente, alternando la atención y otras fases de completa falta de atención es lamentablemente una constante.

La lectura es perspectiva; un delirio de cada cual, y cuando en las conversaciones retoña el tema, resulta enriquecedor. He comprobado que en lectura de poesía,  se debe afinar el oido, además en  ojo de  imaginación; la aparición del poemario «azul» a finales del siglo XIX, preparaban los ojos y los oídos para esa literatura que se veía venir en el tiempo;  fruto de los cambios mundiales. La rima se fue disolviendo y los poetas buscaban la música sólo en el verso libre y el ritmo. Tenemos la excepción en Borges.

Leer, además de placer, es fruto de una musculatura mental, nos  pone a un nivel internacional en el mundo culto: una región y un país lector siempre es de avanzada. Las puertas modernas a la poesía del continente las abrió Rubén Darío ,y los lectores de poesía recibieron ese maravilloso  canto que llegó hasta el otro lado del océano, donde el oido  atento de Juan Valera percibió los necesarios cambios hasta en las puertas de su España, y creyendo alertar a los más jóvenes, le puso el epígrafe de pájaros canoros a esos poetas;  lo que no evitó que Miguel de Unamuno y Antonio Machado entre otros, surgieran a corriente de los «arrendajos», siendo un testigo privilegiado el autor de Doña perfecta, Benito Pérez Galdós.
El cosmopolitismo que da las letras debe articularse desde lo regional, y eso lo supo bien José Asunción Silva, que escuchó, y se volvió un pájaro arrendajo,  no en sus gritos, sino en la nueva expresión en sinfonía mundial.

La formación de los poetas y lectores actuales pasa entonces por escuchar, y más tarde ver; los cambios en materia de poesía son en devenir; el hermoso poema el Cuervo de Poe surcaba los aires del siglo XX, el arrendajo gritaba la apertura y  lanzaba a muchos jóvenes al poema;  así lo entendió también Borges, se renovaba no solo la literatura de habla hispana, sino la de España.

El lector   investigativo y el lector eventual surgían a los cambios desde el autodidactismo, no de la lectura programada de las academias. Borges recomendaba la lectura hedonista, y su lector que paradójicamente es también un sinnúmero de lectores comunes, ignoró los artificios  y el saber que se escondían detrás de su literatura.  El lector común, pienso, es bueno cuando entra en los pliegues del autor, no importa que el autor no conozca el asunto del que habla; importa que haga creer que lo conoce.  Es tanta la crisis, que los lectores se dan espontáneamente, producto del autodidactismo; es por eso que los actuales escritores deberían producir más reseñas de sus publicaciones e incentivar el amor por la lectura, tras la  persistente utilidad, que deshace en mil pedazos el ocio hedonista por la lectura.

Si consideramos la poesía, además de una creación de lo espontaneidad o inspiración; tan caprichosa, pus casi no depende de la voluntad del escritor o numen; una correcta intervención de espontaneidad más reflexión; de reflexión más investigación; si consideraremos el camino del poeta, en su disciplina de la espontaneidad, de la impresión de los sentidos más el sentimiento, un camino difícil pero renovado hacia el enriquecimiento, y una configuración actual del poema, o hacia el camino de la poesía. 

Novela, poesía y cuento exigen obviamente modos distintos de leer; no se podría decir que la poesía o el cuento son los géneros  más fáciles de leer, ni tampoco los que exigen menos concentración, pero me parece que para un lector iniciado en un taller estos géneros breves pueden ser convenientes por su capacidad de adaptación lectora.

En vísperas de año nuevo , leyendo en una biblioteca de universidad ( en una pública ) tuve la certeza de la decadencia: la estancia , con la salsa propia de diciembre , aparece fantasmal , hasta tiene un tinte de tristeza. ¿ Será que algunos estudiantes estarán leyendo en sus casas ?. Si puede ser así , pero esto es un indicio de la carencia del espíritu investigativo en que se han quedado las universidades ( o que nunca han tenido ). Los muchachos cumplen su tarea como cualquier colegial : las universidades locales que he visitado , son colegios grandes , adornadas con el nombre de "campus" ( ¿ Será un eufemismo de campesino ? ) . He comprobado que los funcionarios de estas bibliotecas se asustan cuando se les reprocha la carencia bibliográfica : en las universidades privadas  la rutina espanta. Entonces en las políticas culturales , se planea la lectura como el ideal que nos sacará del sub desarrollo; sofisma alimentado por las burocracias y avalado por las academias.





Creación y poesía




Difícil tarea  del flujo que embellece la vida de los seres humanos, pero que  muestra el hilo del drama de los habitantes de la Tierra en sus especialidades también nacionales.

La creación poética, como dijimos al principio, obedece también a una técnica a través de la historia de la literatura, de las relevantes voces nacionales, que al igual rompen con el prejuicio de la sola validez de la inspiración como motor creativo. Entonces a través de una técnica  ¿cómo interpretamos la realidad desde la poesía? ¿Poesía de carne y hueso?

Poetizar la realidad, no quiere decir suprimir la expresión del sentimiento o aún del sufrimiento; es aunar la  reflexión sobre una realidad dada,  la conciencia lúcida de sí mismo, de la tarea, de los medios y posibilidades con que se pueda expresar la una y realizar la otra. 

Pero un buen uso de la cotidianidad en poesía, es por lo demás refrescante; al observar una escena cotidiana, me preguntaba quién de ellos, bebiendo cerveza en la calle estaría dispuesto a escuchar mi lectura de un poema; me decepcioné al pensar que se entiende popularmente por poesía, declaraciones de amor, lloriqueos a la madre, al padre, aclamaciones religiosas y otros temas melodramáticos. En otra oportunidad el poeta debía ser un rimador y jocoso.
Seguí caminando, pensando en unos versos de un poema de Rafael Cadenas: «Si el poema no nace, pero es real tu vida, eres su encarnación…». Esos muchachos que bebían y escuchaban corridos colombianos a alto volumen... ¿Eran encarnación de un poema anónimo…? Difícil concebirlo, pensé que por eso la poesía como género literario no era para todo el mundo. El poema, de todas maneras leído en otras orbes era como la frontera que nos dibujaba como país, que nos miraba el ser y hasta el estar.
¿fueron perdidos tantos años como pichón de poeta? ¿También como lector? ¿Cómo lector menor? Sea como haya sido, me despido pensando que nunca me había pasado, en mis tutorados sentimientos, que me entusiasmara genuinamente con un poeta. En mis años de lector de poesía la simulación de acudir a los renombrados me acogía con la esperanza de untarme de autenticidad. Llegado a las puertas de los no reconocidos en la antesala de los ancianos, de repente la cera de mis orejas se remueve con la voz de Rafael Cadenas: es simple, me invita a «ser viviente». Rafael,  no quería reconocer en tu apellido, el trabajo al personal vuelo. Y así las cosas, entusiasta por el canon, la poesía me afoteaba en forma de quimera, y que yo  en loca manía, perseguía.

Concibe su vida en un paseo dirigido a los ojos ávidos de espejo, pues sabe que los sentidos propios son lo único que tenemos. Testigo de que el alma es  «cosmos», y el cuerpo  encierra todo lo orgánico del universo; el alma es  universo. Acabo de acordarme de la evidencia, según la cual el ser humano es uno más en la cadena del devenir de la naturaleza, de la tierra, del universo. Estaba convencido de una perfecta evolución, procedente de la máquina móvil universal.

Testimonia  una vida consagrada al desinterés,  a la bohemia, a la lectura; así cumple un ciclo que lo sella con su convicción de que la literatura, en sus formatos tradicionales se ha enriquecido, y el escritor libre  es tan escaso, como un pájaro en vía de extinción.
Modos literarios que aun no son usuales en este orbe: el diario intelectual, la revelación autobiográfica, el poema en prosa, la yuxtaposición de géneros tradicionales entre otros.
Sin embargo la caducidad se convierte en norma, y el sentido común se pierde en fósiles y zombies eternos de canciones, libros y sortilegios.

Respeta de sus colegas a esa legión que conserva los modos usuales de «versificar» aun por actuales, y veía en esos poemarios un ejemplo de «ruptura actual», aunque paradójico, y una vocación de vuelo estético del lenguaje. Su condena también conjuraba su deslealtad  a la ortografía ( así sea por ignorancia). Es consciente que expresa un paseo estético de la interioridad, la angustia de la realidad de consumo y un salir corriendo al encuentro de un destino que abría las puertas, paradójicamente también, a un viaje alrededor del mundo (Viaje que siempre había invocado)

La poesía al florecer de la flor, o al salir  una mariposa de su capullo,  o a la caída de una cascada cuando la nieve comienza a derretirse; es ahí cuando la intuición nos dice que leemos y de que se trata, sin darnos en totalidad una comprensión intelectual. El lector de poesía actúa como creador, en  su reconocimiento de su «ser expresivo», no tanto  como el ángel de Guyau, que una sola brisa le desgarraría las alas, sino consciente de lo que no sabe el lector profano: que el poeta al hecho de escribir no discernirá sobre épocas, modas, vanguardias, y sobre todo historia; actitudes, movimientos poéticos o de vanguardia.
Desde el paisaje actual de la poesía  la aparición de «asociaciones de poetas» y «talleres de creación literaria»  han puesto la literatura, la poesía a un nivel que antes no se conocía en cuanto a creación; a la idea de profesionalizar la literatura, hacerla participe del desarrollo de la industria editorial. Por eso el lector se encuentra con una abundancia de creación en su misma localidad que lo lleva a sensibilizarse en tal o cual género.

Encontramos entonces una gran variedad de posturas poéticas, en la que se halla aún la métrica, la prosodia, diversas técnicas procedentes de vanguardias literarias entre otras técnicas. Esto ha facilitado el encuentro de lectores y ha creado una función de la poesía en la sociedad, también  los procedimientos de creación de los autores, al ritmo, como dijimos, de la evolución de la poesía en nuestro orbe; el creador ejerce un encuentro con su realidad, un desayuno con olor a café y el periódico de la mañana al decir un poema de Borges, que alumbra el paisaje de su entorno de parte del lector y el escritor.

Los autores locales  casi han olvidado los grandes poetas que ha producido Colombia; el caso de Aurelio Arturo(1906-1974) y luego Fernando Charry Lara (1920-2004); la «generación» poética de «piedra y cielo» también alzó creativa y serenamente su voz, bajo el escándalo de los estacionarios, y proclamó de una vez por todas que Colombia era un país feliz: «salvo mi corazón, todo está bien»; verso con el que Eduardo Carranza saludó a esa renovación poética que les correspondió.

A un casual o constante visitante de periódicos, revistas, panfletos, páginas web, redes sociales etc, que se pavonea y hasta despliega su pretensioso abanico, atraerlo o persuadirlo para que lea el libro o publicación de nuestro interés es el objetivo de la reseña, que puede simular ser una despampanante mujer o un musculoso hombre en crisis de valores. La industria editorial sería la responsable de diseñar sendas reseñas, porque está entre sus presupuestos comerciales, y decir que la pasará de película si lee la publicación, pero el aumento de las autopublicaciones y el bajo índice de lectores ha sido campo propicio para que un buen número de autopublicados se dediquen a la reseña literaria; cosa que no ha sido así.

Escasean las reseñas literarias, y es difícil encontrarlas en el desierto literario y para el casual lector el acceso a revistas especializadas no le da sino tiene el boleto que un amante de los hipódromos puede comprar.

He visto muchos reportes literarios que sólo dan datos generales del libro y son incapaces de dar al menos un episodio de lo narrado o producido, tan sólo datos relacionados con la publicación, condiciones bajo las cuales la obra fue producida, construcción de los hechos, ilustraciones presentadas; pero eso no persuade al posible nuevo lector del libro. Crear nuevos lectores casuales, sería el objetivo principal de la reseña, y que los medios de comunicación masivo les abrieran espacios así no sea de grandes grupos editoriales; como extraño el otrora magazín dominical del espectador, el otrora magazín de Vanguardia dirigido por la queridísima Silvia Galvis; tiempo llorado viejo manchado.

La compleja realidad en el mundo actual, ignora conscientemente, debido a especie de “presentismo”, que la literatura es un vehículo primordial en el entendimiento de los pueblos y de su propia realidad socio política. Viendo así las cosas, no se puede entender a una expresión –llamase culta- que despliegue cualquier ortodoxia o mandamiento: es el caso de las teorías literarias que se despliegan hoy las universidades difundiendo “las recetas”como dogma de la narrativa e incluso de la poesía,  o sea que un escritor se ajusta a una receta que logró confeccionar según su experiencia y desde ahí produce su novela o su cuento, o lo que es peor aún: su poema, y esto lleva directamente a considerar la literatura una plataforma para escalar espontáneamente al éxito social y económico. Esta manera de escribir conduce directamente a acatar implícitamente el autoritarismo como una norma social y ni siquiera el ejemplo de Julio Cortázar servirá para disuadir a  los que pretenden escribir literatura de compromiso. Desafortunadamente, las universidades están produciendo escritores con los oídos atentos al mercado, al “bestseller” y a la literatura como una profesión que produce obras de consumo masivo y de carácter sensacionalista. Pero si son profesores, salen con un concepto bibliográfico de la literatura que da como resultado que sus alumnos de bachillerato jamás en su vida vuelvan a leer un libro y por eso se crean los sistemas nacionales de lectura que sólo apoyará a la gran industria editorial. Se ha olvidado completamente el “Deslinde” (1950) esencial obra de Alfonso reyes en  materia de teoría y ciencia literaria.  Por ejemplo, la obra narrativa de Rafael Humberto Moreno Duran (1945-2005)está por estudiarse: expresa una riquísima realidad que  despliega el modo de vida de una determinada clase social . No se trata de hacer una literatura de facciones.  La crisis de la literatura de lengua española ha padecido de ortodoxia y se ha refugiado en unos persistentes nacionalismos; se trata más bien de retomar el camino  que trazó Eduardo Mallea en la exploración de una realidad proscrita por la literatura de una tradición española. También se suma a esta crisis, el anacronismo con que es practicada en los usos de los géneros literarios y su confusión con los acentos literarios. La literatura es de las artes, la más libre por excelencia y en eso es de reflexionar.
Existen talleres de lectura y escritura que priorizan la segunda y dejan la lectura al vuelo de  ave lo que hace que la atención se disperse pues leer es concentrar y la escritura como espontaneidad una caricia. Sigue pasando en las aulas educativas que a la obligación de leer un texto dado se suma un tiempo limitado en la ejecución. Lo que hace una presunción bibliográfica en la lectura y el resultado de odiar la misma, cuando se sabe que leer y entrar en el mundo de ese libro en particular requiere tiempo y trabajo en equipo mediante la dirección del profesor. Los talleres de lectura deben potenciar la permanencia con un libro hasta tanto no estén asimilados y el lector se halla apropiado de ese mundo literario con gusto.

Sin entrar a discutir sobre los índices de lectura en una sociedad dada, los elevados precios de los libros o sobre los métodos más adecuados para abordar programas de lectura; o si es mejor un programa de lectura y escritura creativa financiado por las alcaldías, o por las fundaciones, llevar a la practica una taller para capacitar a nuevos lectores como capacitando para una oficio dado es un ejercicio interesante cuando enfocados con la ideología del efecto como causa se cree que se pueden formar lectores como formar bailarines o artesanos. De esa afirmación, la tesis evidente es: «Los lectores hedonistas son fruto de un oficio creativo que han resultado artistas de la lectura, investigadores o libreros» Realizar el taller con pocos iniciados que se han quedado para acceder a ser nuevos lectores parte de esa base: formar nuevos lectores conscientes de la lectura como oficio. 

Los géneros breves de la literatura  nos permitirán desplegar la lectura «Desde el cuento y la poesía»  y se pueden abordar en esta formación para iniciar consciencia lectora e incidir en la concepción de la lectura como diversión, sin tener en cuenta como dijimos, que leer es concentración,  un poco al llamado «ocio creativo». La lectura es más una bohemia que inicia como oficio.

 Un taller virtual de lectura  nos ofrece una variedad de público que tiene identificada sus costumbres lectoras; el instructor o tallerista identifica sobre el escrito del participante; la gran enciclopedia bibliográfica que ofrece internet, se convierte en una gran herramienta de creación, inicialmente bajo la guía del tallerista; enciclopedia que por inmensa, no basta para cumplir el objetivo de una lectura investigativa, y es ahí que entra el concepto de trabajo en la lectura investigativa; entran más herramientas aportadas por internet, como la investigación de bibliografía en bibliotecas de préstamos de libros a distancia como el de la Biblioteca virtual del Banco de la República que ofrece un amplio catálogo. Bibliotecas regionales en línea que no alcanzan para cumplir con la sed bibliográfica del investigador, entonces hay que apropiarse de aportar a la adquisición de libros de parte de esas bibliotecas; eso es elegir entre una abundancia de herramientas disponibles en internet. Formar lectores de conciencia o vocacionales es un gran intento de construir en una franja de sociedad, emprendedores de la cultura, y más en el caso de los escritores. Las herramientas de creación son precisa y paradójicamente «Una creación» del tallerista, basado en un hecho importante: Lectura es trabajo, y en esa búsqueda, se da por añadidura lo placentero del arte de leer, y ese privilegiado lector, está ya en un buen camino de la escritura. En la creación de esas herramientas y aceptando la nueva realidad post pandemia, internet sigue siendo el motor clave en los talleres virtuales y en la creación de la lectura de la literatura.

Se reconoce los propios seres interiores en la lectura, se persigue un eco de nuestra propia voz al  escuchar el silencio de ese mundo. En ese camino a recorrer de la comunicación poética es, donde en permanencia se está afirmando nuestro o se está idealizando al revés del espejo ¿Que disgustado lleva el espejo tapando su cara? Esa identidad del escritor de poesía es una manera también de pensar y sentir y su traducción en palabras o el poema deja siempre algo, una alusión o un secreto. Con los participantes del taller, que a la vez es de todas las edades (Desde 17 años), y condiciones sociales y culturales, es hacer que reconozcan su inicial manera de decir; otra cosa es la corrección gramatical del texto y el estilo. Es esa «carpintería» de taller se puede perder mucho de su esencia inicial. Lo dejamos en reposo y pasamos a indagar por una lectura referente del texto aprovechando la basta biblioteca que nos ofrece internet. En el desenvolvimiento del taller de poesía he tratado temas relacionados con las expectativas latentes y explícitas del participante, y lo que más he destacado en mi experiencia como «tallerista» es que ellos ya tienen idealizada una manera de escribir y hasta de leer. Así surge la posibilidad de crear un procedimiento de taller que de cuenta de la identidad literaria del participante y se asuma mejor una lectura activa de sus creaciones en cuanto al reconocimiento de su propia creación y se aventure una bibliografía en la que continúen su proceso de formación que como sabemos es inacabada, y una lectura de textos de autores modelo; por ese camino también se animará a los participantes a identificar sus figuras literarias más recurrentes, destacarlas y animarlas a ensayar otras. EI interés puntual del taller se centraría en el ejercicio que he venido planteando y es «el reconocimiento de la voz propia y un proceso de búsqueda» en el trabajo literario, en este caso en el poema: y los resultados que se puedan dar bajo ese punto en la revisión de los textos: en la corrección, en su formulación de poema (La forma que tenga). También desde ahí participar de la experiencia en ese proceso creador y de búsqueda. En esos aspectos me gustaría tocar el tema de la «Originalidad, la estructura del poema o texto, el uso del lenguaje; corrección gramatical y ortográfica (Aspectos tomados de la guía para jurados de concurso) y un tema que me parece importante es su observación a una temática, que como se sabe, en poesía formaría parte de las «Obsesiones de un autor» y el hecho si es posible que en poesía el autor se repita en torno a su temática o tópicos utilizados; si también es posible que el poema tenga una temática explícita o insinuada o una mera descripción de estados de ánimo o de su entorno.

La literatura en el descubrimiento de si mismos en comunidad, a través del devenir y la tradición literaria en latinoamericana

«Además del espejo paseando por la ciudad, la literatura es un proceso histórico y remite a una tradición… La literatura es el archivo empañado de la sociedad»




La lectura y la escritura



Todos tenemos el placer de la lectura, pero el escritor tiene asimismo el placer y la tarea de la escritura: estas palabras serían un reconocimiento al hedonismo; existe la certeza que el reconocimiento de la lectura o el hecho de leer es la tarea (¿?) principal del escritor o aspirante… ¿Lectura como tarea? No sería un castigo elegido sino encontrar las voces que uno si escuchará. De todas maneras en la vida nadie es moneda de oro, y con los libros pasa igual. EL libro llega después de un recorrido por el azar; este reconocimiento tiene un efecto polémico que hay que aplicar en el taller y que es fruto de largo tiempo en la practica de escritor: la lectura es trabajo en concordancia con la escritura y en la lectura misma . El taller mismo es una herramienta para este hecho; el arte de escribir es el arte de conversar e investigar el propio camino en sus venas diversas: la temática que tiene instituida su propia vida: de ahí que también pueda generar una catarsis temática que lo lleve a una lectura electiva: «por lo tanto, un joven escritor debe provocar o abrirse oportunidades en el arte de la conversación, del acuerdo, del desacuerdo… ¿En poesía existe una temática? Tendríamos que preguntarle a los poetas simbolistas, la forma en el que puede trasladaban sus emociones al texto, y ese fue el propósito de Borges, dar y recibir emociones a través del diálogo. Por eso leer poesía resulta ser asombrosamente enriquecedor en la cultura actual de consumo; los cursos de lectura rápida nos han hecho lectores de fragmentos; los niños del almuerzo van directo al postre. En los libros, saltamos páginas como raperos de semáforos; estamos presenciando un proceso de fragmentación; menos mal que la poesía se lee de un tirón, el lector moderno puede ejercitar su concentración aun al ritmo de su «multitasking» Leer poesía puede resultar en hedonismo feliz. En la actual realidad digital, la lectura de un libro se volvió casi una tarea aristocrática sin mencionar uno de los enemigos de la lectura: la hiperactividad de consumo. Leer una novela por ejemplo, necesitaba tiempo para la concentración y la reflexión mientras que en la realidad digital se aprende a leer sin leer, desplazar los textos casi inconscientemente, alternando la atención y otras fases de completa falta de atención.

Existen talleres de lectura y escritura que priorizan la segunda y dejan la lectura al vuelo de  ave lo que hace que la atención se disperse pues leer es concentrar y la escritura como espontaneidad una caricia. Sigue pasando en las aulas educativas que a la obligación de leer un texto dado se suma un tiempo limitado en la ejecución. Lo que hace una presunción bibliográfica en la lectura y el resultado de odiar la misma, cuando se sabe que leer y entrar en el mundo de ese libro en particular requiere tiempo y trabajo en equipo mediante la dirección del profesor. Los talleres de lectura deben potenciar la permanencia con un libro hasta tanto no estén asimilados y el lector se halla apropiado de ese mundo literario con gusto.

Sin entrar a discutir sobre los índices de lectura en una sociedad dada, los elevados precios de los libros o sobre los métodos más adecuados para abordar programas de lectura; o si es mejor un programa de lectura y escritura creativa financiado por las alcaldías, o por las fundaciones, llevar a la práctica una taller para capacitar a nuevos lectores como capacitando para una oficio dado es un ejercicio interesante cuando enfocados con la ideología del efecto como causa se cree que se pueden formar lectores como formar bailarines o artesanos. De esa afirmación, la tesis evidente es: «Los lectores hedonistas son fruto de un oficio creativo que han resultado artistas de la lectura, investigadores o libreros» Realizar el taller con pocos iniciados que se han quedado para acceder a ser nuevos lectores parte de esa base: formar nuevos lectores conscientes de la lectura como oficio. Los géneros breves de la literatura  nos permitirán desplegar la lectura «Desde el cuento y la poesía»  y se pueden abordar en esta formación para iniciar conciencia lectora e incidir en la concepción de la lectura como diversión, sin tener en cuenta como dijimos, que leer es concentración,  un poco al llamado «ocio creativo». La lectura es más una bohemia que inicia como oficio.





Experiencia de taller



Se reconoce los propios seres interiores en la lectura, se persigue un eco de nuestra propia voz al  escuchar el silencio de ese mundo. En ese camino a recorrer de la comunicación poética es, donde en permanencia se está afirmando nuestro o se está idealizando al revés del espejo ¿Que disgustado lleva el espejo tapando su cara? Esa identidad del escritor de poesía es una manera también de pensar y sentir y su traducción en palabras o el poema deja siempre algo, una alusión o un secreto. Con los participantes del taller, que a la vez es de todas las edades (Desde 17 años), y condiciones sociales y culturales, es hacer que reconozcan su inicial manera de decir; otra cosa es la corrección gramatical del texto y el estilo. Es esa «carpintería» de taller se puede perder mucho de su esencia inicial. Lo dejamos en reposo y pasamos a indagar por una lectura referente del texto aprovechando la vasta biblioteca que nos ofrece internet. En el desenvolvimiento del taller de poesía he tratado temas relacionados con las expectativas latentes y explícitas del participante, y lo que más he destacado en mi experiencia como «tallerista» es que ellos ya tienen idealizada una manera de escribir y hasta de leer. Así surge la posibilidad de crear un procedimiento de taller que de cuenta de la identidad literaria del participante y se asuma mejor una lectura activa de sus creaciones en cuanto al reconocimiento de su propia creación y se aventure una bibliografía en la que continúen su proceso de formación que como sabemos es inacabada, y una lectura de textos de autores modelo; por ese camino también se animará a los participantes a identificar sus figuras literarias más recurrentes, destacarlas y animarlas a ensayar otras. EI interés puntual del taller se centraría en el ejercicio que he venido planteando y es «el reconocimiento de la voz propia y un proceso de búsqueda» en el trabajo literario, en este caso en el poema: y los resultados que se puedan dar bajo ese punto en la revisión de los textos: en la corrección, en su formulación de poema (La forma que tenga). También desde ahí participar de la experiencia en ese proceso creador y de búsqueda. En esos aspectos me gustaría tocar el tema de la «Originalidad, la estructura del poema o texto, el uso del lenguaje; corrección gramatical y ortográfica (Aspectos tomados de la guía para jurados de concurso) y un tema que me parece importante es su observación a una temática, que como se sabe, en poesía formaría parte de las «Obsesiones de un autor» y el hecho si es posible que en poesía el autor se repita en torno a su temática o tópicos utilizados; si también es posible que el poema tenga una temática explícita o insinuada o una mera descripción de estados de ánimo o de su entorno. 

Un taller virtual de lectura  nos ofrece una variedad de público que tiene identificada sus costumbres lectoras; el instructor o tallerista identifica sobre el escrito del participante; la gran enciclopedia bibliográfica que ofrece internet, se convierte en una gran herramienta de creación, inicialmente bajo la guía del tallerista; enciclopedia que por inmensa, no basta para cumplir el objetivo de una lectura investigativa, y es ahí que entra el concepto de trabajo en la lectura investigativa; entran más herramientas aportadas por internet, como la investigación de bibliografía en bibliotecas de préstamos de libros a distancia como el de la Biblioteca virtual del Banco de la República que ofrece un amplio catálogo. Bibliotecas regionales en línea que no alcanzan para cumplir con la sed bibliográfica del investigador, entonces hay que apropiarse de aportar a la adquisición de libros de parte de esas bibliotecas; eso es elegir entre una abundancia de herramientas disponibles en internet. Formar lectores de conciencia o vocacionales es un gran intento de construir en una franja de sociedad, emprendedores de la cultura, y más en el caso de los escritores. Las herramientas de creación son precisa y paradójicamente «Una creación» del tallerista, basado en un hecho importante: Lectura es trabajo, y en esa búsqueda, se da por añadidura lo placentero del arte de leer, y ese privilegiado lector, está ya en un buen camino de la escritura. En la creación de esas herramientas y aceptando la nueva realidad post pandemia, internet sigue siendo el motor clave en los talleres virtuales y en la creación de la lectura de la literatura.


 El taller, consideraciones finales



Si consideramos la poesía no como una creación de lo espontáneo del sentimiento, la percepción, o las ideas, sino como la “yuxtaposición” de espontaneidad más reflexión; de reflexión más cultura, consideraremos el camino del poeta en su disciplina de la 

espontaneidad, de impresión de los sentidos y el sentimiento; un camino difícil pero renovado hacia el enriquecimiento y una configuración actual del poema: “hacia el camino de la poesía”. Se deslindará  la poesía de la “demagogia” como lo habían hecho ya Silva, Maya, Charry Lara, Gaitán Durán, F. Arbeláez, para encontrar la vía a la originalidad desde “poner en tela de juicio” y asimilar nuestras propias influencias desde la especificidad cultural. La creación poética, como dijimos al principio, obedece también a una técnica a través de la historia de la literatura, de las relevantes voces nacionales, que al igual rompen con el prejuicio de la sola validez de la inspiración como motor creativo. Entonces a través de una técnica  ¿Cómo interpretamos la realidad desde la poesía?. En un bello diálogo de la ecuación de Aleixandre: “poesía es comunicación”,  el cual se plantea como un conversar entre el poeta y una amiga en tomo a la naturaleza de la poesía… "-¿Poesía es igual a belleza? ( ... ) -Ponga usted que la poesía, más que de belleza, parece cosa de comunicación. ( ... ) -¿Qué condición admira usted sobre todo en la poesía? -Su comunicatividad. ( ... ) La poesía es una profunda verdad comunicada. ( ... ) El poeta SE COMUNICA. ( ... ) y esta comunicación tiene un supuesto: el idóneo corazón múltiple donde puede despertar íntegra una masa de vida participada…”. ¿Poesía es comunicación, nos remite nuevamente a la decantados versos de los poetas de Piedra y cielo, y a las aportaciones que hizo María Mercedes Carranza en la poética nacional? Los aportes que hicieron los poetas de piedra y cielo, no solamente renovaron la poesía en su momento, sino que fueron muy necesarios aun para escandalizar a los mojigatos que custodiaban los pórticos de la cultura. Poetizar la realidad no quiere decir, suprimir la expresión del sentimiento o aún del sufrimiento; es aunar la  “reflexión”, la conciencia lúcida de sí mismo, de la tarea, de los medios y posibilidades con que se pueda expresar la una y realizar la otra. En César Vallejo el “de las ardientes pupilas campesinas…” está un  gran “experimentador del lenguaje”, luego pasando por las influencias del surrealismo en su oposición a las tendencias realistas;  la característica esencial de las vanguardias: “su vocación por la experimentación”. 

¿Que es exorbitancia, como rasgo fundamental  de la poesía para la actualidad? Este postulado de Gottfried Benn quiso decir experiencia total, experiencia del poeta en sus “formas analógicas de una experiencia universal de la época moderna”  Y el ejemplo Latinoamericano es César Vallejo; su modo cómo  sufrió y expresó, esto es, su poesía, le confiere validez universal; él que llamó a Quevedo, “ese abuelo instantáneo de los dinamiteros”. Fue fiel a su poética, a su ser, a su confrontación con la realidad intelectual e histórica. Hoy en día están de moda los talleres literarios patrocinados por las instituciones con el objetivo de aumentar el número de lectores; hecho que sería un mito al no potenciar en los talleres literarios la “documentación producto de la investigación” y la “investigación” que es una lectura metódica, aún para la poesía. Esa sería una “exorbitancia”; pongamos ejemplo en un poema de Borges; en un hermoso poema hay una erudición filosófica, pero asimilada; más no en la novela: la erudición que desplegó Gabo en El General en su laberinto es aplicable sobre la marcha, o Vargas Llosa en la Novela La guerra del fin del mundo. Y en esta “exorbitancia” que Gutiérrez Girardot ejemplifica en la obra de Vallejo, y en la novela de José Eustasio Rivera, la vorágine, es un despliegue literario producto de una investigación; un tema de Holderlin es la “muerte como retorno a la naturaleza y unión con ella”. Pero no es que ese poeta se haya documentado para escribir sobre ese tema; es un proyecto a lo largo de la vida. Poetizar es un proyecto que no es consumible, es producto de una elaboración; asimilar, decantar. 

Es como una interpretación de los textos por fuera de los textos: “Sólo puede atenerse desnudamente al texto, desechar tentaciones como la de fijar influencias, establecer fases de su “evolución”, acudir a motivos biográficos para “explicar” sus poemas. Lectura entre líneas, desde la “herida en el corazón” (Nietzsche). “la mutua relación de poesía y teoría se expresa en la figura del poeta doctus -refiriéndose a Borges-, un tipo de escritor que es hoy una exigencia y a la vez la imagen evidente y natural del creador literario” (Gutiérrez Girardot). 

Lectura, realidad y poesía son una  triada en la creación y su devenir se complementa en eterno retorno como una necesidad social en el sentido que nos hace ver en «sociedad»  En esa triada descubriremos poniendo de relieve la “realidad” y la manera como la conciben los escritores, una continuidad en los lugares comunes contrario a una renovación  y que nada tiene que ver a una vuelta al pasado; lugares comunes que siguen ovacionando. Una renovación o aclaración es posible asumirla, dejando a un lado también el estudio profundo de las posiciones  «poetológicas» a lo largo de la historia de la poesía. Esa atmósfera de “confusión” en nuestras letras, delataría el mismo desasosiego en la que se ha desenvuelto la sociedad en nuestro país, por la sencilla razón de quien cultiva las letras: el escritor, es a su vez un personaje más, inmerso en la vida de su país, hasta en la citada “masificación” de los talleres y la escritura.

A casi un siglo (1917) de proclamada la necesidad del poeta moderno de reflexionar sobre su propia “creación”, como “producto”,  menos con la idea trascendental del “elegido” en las  selvas de sus épocas, el texto que nos guiará en la aventura de conocer los árboles particulares de la  panorámica, advirtiendo que no es fin de este texto hacer una historia de la poesía, mejor para nuestro objetivo los ejemplos expuestos tienen ya una reflexión previa de lo que ha sido sus idearios que reflexionan sobre la validez de la  poesía y de temáticas inusuales en la poesía colombiana como la del poema «Testimonio»(1963) de Fernando Charry Lara. Implica no sólo una confrontación con la realidad sino una busca de formas expresivas nuevas; nudo que protege con obstinada resistencia personajes como el de El Castellano Viejo de  Mariano J. de Larra, que  dibuja el carácter patriotero del protagonista  Braulio; el modelo del leal a los prejuicios. Bello también sería decir que la lírica es la catarsis del estado anímico, emotivo del poeta, y la construcción melódica, rítmica del poema un producto artístico; de este modo se vincula la idea de consciencia, control crítico y la idea de «arte puro». Al componer versos, el poeta no contempla sólo el poema, sino que también se observa a sí mismo, y así se acerca audazmente al poema al ensayo. 

Esas «variopintas» actualizaciones de la lírica en el tiempo, no son imprescindibles en este contexto; definiendo los lineamientos a tratar aquí, queda por determinar en qué medida se debe al ¿Cómo debe tener el poeta la medida necesaria para hacer de la inspiración, así mismo reflexión estética para expresar el poema? Lo que recuerda a César Vallejo implorando siempre límites para sus excesos verbales: lo decisivo para él  no  era la prestigiosa escritura automática, abundante en su época europea. Personalmente he sentido lo contrario ¿cuáles fueron las motivaciones para que se diera un poeta como el llamado Divino Aretino (1492-1556); en el poema volcaba todo su ser sin consideración, que ante tal osadía, aún para la actualidad victoriana. 

También la poesía ha sido llevada al nivel de la canción; Bob Dylan hizo realidad el sueño de muchos de darle validez a cantar el poema. La poesía actual también tiene poetas cantantes; hay una poesía que “constriñe” la conciencia, la sujeta. La libertad intelectual y sensitiva  se confunde con teología cotidiana, pero Fernando Arbeláez en su poema Notas sobre el verbo (1995)  nos dice:  /Por lo mismo que la poesía se establece sobre la ambigüedad sistemática, su lógica no es la del lenguaje corriente/.







Literatura y realidad



La compleja realidad de los países en el mundo actual ignora conscientemente por una especie de “presentismo”, que la literatura es un vehículo primordial en el entendimiento de los pueblos y de su propia realidad socio política. Viendo así las cosas, no se puede entender a una expresión –llamase culta- que despliegue cualquier ortodoxia o mandamiento: es el caso de las teorías literarias que se despliegan hoy las universidades difundiendo “las recetas”como dogma de la narrativa e incluso de la poesía,  o sea que un escritor se ajusta a una receta que logró confeccionar según su experiencia y desde ahí produce su novela o su cuento, o lo que es peor aún: su poema, y esto lleva directamente a considerar la literatura una plataforma para escalar espontáneamente al éxito social y económico. Esta manera de escribir conduce directamente a acatar implícitamente el autoritarismo como una norma social y ni siquiera el ejemplo de Julio Cortázar servirá para disuadir a  los que pretenden escribir literatura de compromiso. Desafortunadamente, las universidades están produciendo escritores con los oídos atentos al mercado, al “bestseller” y a la literatura como una profesión que produce obras de consumo masivo y de carácter sensacionalista. Pero si son profesores, salen con un concepto bibliográfico de la literatura que da como resultado que sus alumnos de bachillerato jamás en su vida vuelvan a leer un libro y por eso se crean los sistemas nacionales de lectura que sólo apoyarán a la gran industria editorial. Se ha olvidado completamente el “Deslinde”, esencial obra de Alfonso reyes (1889-1959) en  materia de teoría y ciencia literaria.  Por ejemplo, la obra narrativa de Rafael Humberto Moreno Duran (1945-2005)está por estudiarse: expresa una riquísima realidad que  despliega el modo de vida de una determinada clase social . No se trata de hacer una literatura de facciones.  La crisis de la literatura de lengua española ha padecido de ortodoxia y se ha refugiado en unos persistentes nacionalismos; se trata más bien de retomar el camino  que trazó Eduardo Mallea en la exploración de una realidad proscrita por la literatura de una tradición española clerical. También se suma a esta crisis, el anacronismo con que es practicada en los usos de los géneros literarios y su confusión con los acentos literarios. La literatura es de las artes, la más libre por excelencia y en eso es de reflexionar el texto de Pedro Henríquez Ureña (1884-1946) “ El descontento y la promesa”. He comprobado que en lectura de poesía a nivel general la gente, ni aun los mismos poetas tienen un conocimiento de matices. Es bueno que algunos personajes se preparen y asistan a talleres donde puedan afinar el oído de la palabra, y lo digo pues la aparición del poemario «azul» a finales del siglo XIX, preparaban los ojos y los oídos para el terremoto literario que se avecinaba, fruto de los cambios mundiales.
Leer, además de un placer, nos  pone a un nivel internacional en el mundo culto: una región y un país lector siempre es de avanzada.

Las puertas modernas a la poesía del continente las abrió Rubén Darío y los lectores de poesía recibieron ese maravilloso  canto que llegó hasta el otro lado del océano donde el oido  atento de Juan Valera percibió los necesarios cambios que se avecinaban y creyendo alertar a los más jóvenes le puso el epígrafe del canto del pájaro canoro;  lo que no evitó que Miguel de Unamuno y Antonio Machado entre otros surgieran a corriente de los «arrendajos» siendo un testigo privilegiado el autor de Doña perfecta, Benito Pérez Galdós.
El cosmopolitismo que da las letras debe articularse desde lo regional, y eso lo supo bien Ismael Enrique Arciniega, que escuchó a los arrendajos no en sus gritos, sino en la nueva expresión en sinfonía mundial.

La formación de los poetas y lectores actuales pasa entonces por escuchar y más tarde ver; los cambios en materia de poesía son en devenir; el hermoso poema el Cuervo de Poe surcaba los aires del siglo XX , el arrendajo gritaba la apertura y  lanzaba a muchos jóvenes al poema;  así lo entendió también Borges, se renovaba no solo la literatura de habla hispana, sino la de España.

El lector   investigativo y el lector eventual surgían a los cambios desde el autodidactismo, no de la lectura programada de las academias. Borges recomendaba la lectura hedonista y su lector que paradójicamente es también un sinnúmero de lectores comunes, ignoro los artificios que se esconden detrás de su literatura.  El lector común, pienso, es bueno cuando entra en los pliegues del autor, no importa que el autor no conozca el asunto del que habla; importa que haga creer que lo conoce.  Es tanta la crisis que los lectores se dan espontáneamente, producto del autodidactismo; es por eso que los actuales escritores deberían producir más reseñas de sus publicaciones e incentivar el amor por la lectura tras la  persistente utilidad que deshace en mil pedazos el ocio hedonista por la lectura. Leer poesía actual puede impresionarnos pues a veces su lenguaje es más que una adivinanza; racionalmente siempre estamos en la búsqueda de sentido y es por eso que buscamos mensajes y sentimientos que nos hablen, como dirían, al alma y al intelecto.
Al poema hay que tomarlo como a la experiencia del amor o la incertidumbre, nos pueden rechazar o huimos sin volver la vista atrás; leerlo con la conciencia de esa adivinanza y a la vez enriquecer nuestro propio lenguaje intuitivo.

La poesía de los más jóvenes, actualmente pasa por barnizar sus anécdotas más sentidas, y en esas experiencias ve su más ricos materiales para crear; pretendemos iluminar este horizonte parándose frente a la realidad y sus serpenteantes cabellos, pero atentos a sus espejismos de Medusa. Una mujer mordía una manzana: cantaba Eduardo Carranza, mientras pensaba en la «entrañable verdad»; en qué medida un poema participa de un mensaje o a lo mejor una idea, o la intención de mover al lector de alguna forma: /salvo mi corazón, todo está bien/ seguía murmurando Carranza, poniendo de presente «la poesía en sí misma». Volver al corazón ¿Era la realidad del sentimiento lo que legaba a las nuevas generaciones? Para Fernando Charry Lara, la poesía parecía, en redundancia, parecer más espejismo: algo inalcanzable pero cercano ¿Que tipo de realidad tenemos aquí? Es una huida del cuchillo, la mermelada y los gritos: /Del horrendo dictamen de lo que todo es el gusano/. En su poema Cielo de un día, las nubes aparecen como el material sensible para hacer poesía y alejarse de la retórica. La realidad también puede ser un espejismo tal como  lo imaginamos en el desierto. En ese espacio podemos vislumbrar la poesía pura y un fruto del sueño y la vigilia, de la imaginación, la sensibilidad y la inteligencia; ya en esto traza la frontera con Eduardo Carranza.





Camino al taller




Un mago o mejor, un actor es el «yo» en los asuntos del texto o del palpitante cuadro que será el poema. Muchos se siguen rigiendo a la usanza de mediados del siglo XX Europeo, además un poema moderno   no debería dividir lo exterior y el interior; no debe utilizar el «como», que es la irrupción de un elemento narrativo y prosaico; no debe haber colores, pues son clichés verbales; y no debe tener un «tono seráfico», ser una especulación espiritual barata que juega con el sentimentalismo y la pusilanimidad del lector.

Un poco de luz desde la bombilla de Benn nos dará un diagnóstico del fabuloso cirujano poeta: hacer protagónico al «yo» en un cuadro de naturaleza, y el ejemplo está en el poema Noche de luna de Eichendorff; entonces tenemos la naturaleza inanimada convertida en tema del poema y luego el protagonista interior haciendo de las suyas. El uso y abuso de la comparación “Como” ¿Cuantas veces en una poesía se encuentra “como”? Como, o como si, o es como si, estas son construcciones auxiliares, por lo común fugas al vacío.  El "como" es siempre una fractura de la visión, aproxima, parangona, no instala una relación primordial, pero hay excepciones en poesías fantásticas con como. Rilke era un gran poeta del como; de sus poesías mas bellas,
"Torso arcaico de Apolo”. Un como representa siempre una irrupción del elemento narrativo, de suplemento literario en la lírica, una caída de la tensión lingüística, una debilidad de la transformación creadora. Observen cuantas veces se habla en el verso de colores: Rojo, purpúreo, opalino, argento con la variante plateado, pardo, verde, naranja, gris, dorado:con ello el autor evidentemente supone que suscita una impresión de fantasía exuberante, pero no se da cuenta de que estos colores no son más que clichés de palabras que encontrarán ubicación más oportuna en casa de un óptico o de un oculista.El cuarto elemento es el tono seráfico: se arranca de pronto o se llega a murmullos de fuente y a bella noche y silencio y cadenas sin comienzo, esfericidad…

Por lo común es especulación barata con el sentimentalismo y las blanduras del lector. Este tono seráfico no es superación del mundo terrestre, sino fuga ante el. El gran poeta es un gran realista, cercanísimo de todas las realidades; se carga de realidad, es muy terreno, como cigarra nacida, según la leyenda, de la tierra, insecto ateniense.

Distribuirá los tonos esotéricos y seráficos con infinita cautela, sobre duras bases realistas. Y luego atiendan a la palabra "escarpado": ahí hay uno que quiere llegar alto
y no logra subir. Si por tanto en el futuro se encuentran con una poesía, tomen por favor un lápiz como para las palabras cruzadas y observen: poesía sobre tema descriptivo, COMO, escala cromática, tono seráfico, y muy pronto llegarán a un juicio autónomo.

Puede ser un mito que los nuevos lenguajes interactivos ( Internet, farándula, televisión ) sean los culpables del empobrecimiento del lenguaje y la poesía; parece el efecto por la causa ( poner el efecto por la causa es una ideología actual ), por que la causa esencial es el "pensamiento". Como se construye pensamiento ? Una golondrina no hace el verano. La sociedades que dependen del pensamiento de las otras sociedades mas desarrolladas son las que tienen mas pobre el lenguaje así este lenguaje sea el segundo más hablado del mundo. Si el lenguaje se construye y articula a partir del pensamiento ¿ qué es el pensamiento? No es que este sea información porque así el que tenga Internet tiene pensamiento; no es el país que tenga más universidades tiene más pensamiento; por que las universidades se han convertido en escuelas grandes sin pensamiento; si el pensamiento parte de la crítica , en si la critica pura no es el pensamiento, el pensamiento va mas allá. Si el lenguaje y el pensamiento nos unen al pasado y nos proyecta al porvenir, entonces el lenguaje es innovación y tradición; pero para que sea innovación tiene que ser tradición : la tradición que nos une al lenguaje es la tradición de nuestros poetas y escritores. Si se olvidan esos nombres se pierde pensamiento ( porque esa además es el pensamiento y es el lenguaje), porque el pensamiento además tiene una referencia histórica . Se empobrece el lenguaje, entonces, cuando la referencia histórica es olvidada, y no se construye ciencia ni innovación, pues su enemigo mortal es el utilitarismo en este ramo. Si la sociedad pierde pensamiento , los ciudadanos son inermes ante el avance de los medios de comunicación y se convierten en veletas ( Buen viento y buena mar). A quién le puede interesar esto : a los mamelucos, a las multinacionales, a los sátrapas de toda índole, por que tener comercio , no es tener industria, ni tener pensamiento, ni mucho menos lenguaje. Para enriquecer el lenguaje, debemos releer a nuestros pensadores. Retomemos entonces una de estas promesas , sobre todo una que se funda en la integración del continente y funda pensamiento. Fernando Enrique Cardoso nos habló de una integración sudamericana por ejes y en cuanto al lenguaje si los brasileños nos entienden bien cuando hablamos porqué los hispano hablantes no podemos entenderlos? Si el lenguaje es factor de identidad, que nos une al pasado y proyecta al futuro porqué no unir el portugués y el español, para enriquecerlo ( pero no como lo entienden los ortodoxos y puristas: enriquecer individualmente el vocabulario ) se lo debemos a una tradición intelectual del continente y con esto enriquecemos infinitamente el lenguaje: unir las dos tradiciones , que a su vez están unidas por fuertes lazos históricos. Con esto renovaremos el lenguaje pues como la piel de las serpientes el lenguaje se renueva en ciclos de tiempo que hoy por hoy están contaminados por el exceso de academicismos y estructuralismos.  El pensamiento no se compra: es tan libre como el aire y su manifestación es desinteresada ; pues hoy por hoy el agua es un producto y que no lleguemos al colmo de canalizar los ríos. La contaminación del lenguaje es la contaminación del pensamiento. Depurarlo es descontaminarlo, enriquecerlo. Enredados como estamos en un conservadurismo palpitante es bueno pensar en colectivo y convertir la individual caridad por la utopía concreta, la que incidirá como las ondas del agua en la más ancha onda temblorosa. Si así estamos, es bueno pensar que los Ibero americanos unidos por un fuerte lazo cultural, tomemos su conciencia para crear una literatura y un lenguaje común. Con esto quiero decir , que los dos idiomas comunes y más hablados en nuestro continente latinoamericano : el español y el portugués sean uno; que nos entendamos cómo nos entendemos colombianos y argentinos ; venezolanos y paraguayos; esto no es difícil si vemos que ambos idiomas proceden del común origen del latín y como decía Baldomero Sanín Cano, son dos formas de hablar latín. Podemos perfectamente hablar un español portugués o un portugués español, como se quiera, podemos perfectamente mezclar las dos lenguas y como el moderno italiano, hacerlo común. Además es una promesa de los grandes arquitectos intelectuales del continente buscar una manera de unirnos pero teniendo en cuenta que unidad no es uniformidad como se pretende. España y Portugal están unidos por fuertes lazos culturales e históricos, ahora que podemos decir de Brasil e Hispanoamérica y los restantes países de América latina; si el inglés es la lengua más hablada del mundo por el desarrollo científico y tecnológico de su cultura (amén de la expansión de su utilitarismo) , el portugués español será la lengua más importante del mundo porque enriquecerá dos culturas que se volverán a unir, dos lenguajes de la misma raíz y del mismo origen. El español no desaparecería como no desaparecería el portugués ( se enriquecería una vez más el latín que se formó en estas dos lenguas de origen común, amén de infinidad de aportes históricos y culturales a las lenguas comunes ). Preservar el lenguaje español no es poner hablar a locutores y académicos de alto rango: si Borges escribió que "El len- guaje no lo hace la Academia, ni el Poder, ni la Iglesia, ni los escritores. El lenguaje lo hacen los cazadores, los pescadores, los obreros, los campesinos, los caballeros y los tipos sinceros." Hay que acudir a las bases, donde se forma la lengua, a las coplas, al decir popular, a las canciones. Pero des- afortunadamente existe una oligarquía del lenguaje: por los grandes escrito- res el lenguaje no se empobrece más de lo que está; a pesar de Borges que le agradaba las audacias del lenguaje en el Martín Fierro, el habla popular del que el mismo Borges hablaba, hecha arte en un grande escritor como 

Fierro . Hablar bien hoy es sinónimo de tener un voz bonita: preservar el lenguaje no es llenarlo de inquisidores es alimentarlo. Pero no se alimenta con una buena ortografía, ni con comentaristas de vocabularios de vespertinos, ni con ya agotados estudios de gramática. Los lenguajes se enriquecieron con todos los aportes : los copistas medievales crearon la "ñ" española. Ante la inquisición actual del lenguaje debemos enriquecerlo con un esfuerzo intelectual de parte de todos. Si nada más la idea de reformar la ortografía hace trizas el corazón del los puristas del lenguaje ( que aun no conciben que el lenguaje es una entidad viva, transformadora ) y que aún no conciben que una de las grandes herencias como cultura es el poder de trascender la generación espontánea por la voluntad histórica y la tradición profunda. Hubiera sido una buena oportunidad la reforma ortográfica, pues esta abriría la mente de millones de personas al progreso y al futuro y hubiera facilitado la integración del portugués de Brasil y el español de las Américas. Andrés Bello (1781-1865) en sus tareas intelectuales pensaba como facilitar la alfabetización de los millones de jóvenes analfabetos de las Américas y en esa tarea la ortografía heredada de España tendría que simplificarse; debería someterse a una reforma: hoy ( a 2009) son millones los letrados y profesionales que carecen de la más mínima ortografía confiando sus redacciones a los correctores electrónicos. Porque pobrecito el que tenga horrores ortográficos. Sonidos y letras debían corresponderse; se suma a una tradición fonológica del lenguaje : “a un sonido, una letra”. El Prudente Bello hizo su propuesta a la comunidad culta; el enérgico Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), llevó a la acción la reforma ortográfica en Chile en 1844 y obtuvo importantes victorias en este campo en otros países del orbe. Con las experiencias de estos dos educadores de América, Rodolfo Lenz (1863-1938) asume la tarea desde el punto de vista de los avances de la ciencia del lenguaje. Lenz comprobó que con la introducción a la ciencia del lenguaje de la noción de "fonema" es posible la correspondencia de "a un sonido, una letra" sin alterar la unidad de la lengua española. Este vinculo de fraternidad entre los países de lengua española del que hablaba Bello no se alteraría. La propuesta de escribir en español y en portugués no alteraría tampoco la pureza del idioma español y se beneficiaría con la similitud de ambos idiomas. Es una propuesta inofensiva: siguen por millones los anal- fabetos y los gobiernos ( que son también analfabetos ortográficos ) no harán nada por remediar esto. La tendencia de la lengua española sigue sien- do fonológica y al mezclar el portugués y el español se verá como una radical reforma ortográfica. En la historia de la imposición de los lenguajes, no se sometió nada a foros ni mesas científicas, por que el lenguaje no es un hecho aislado de la historia, pertenece a la historia. Hoy por hoy las conservadurizaciones culturales de todas las oligarquías son infranqueables. Los obstáculos no son tan inmensos si pensamos en los nacionalismos futboleros, en la vanidad engendrada por vicios de provincia y una mentalidad provinciana producto de mal entendidos nacionalismos. Esta idea no es nueva. 

Navega en una utopía colectiva añeja en pensadores continentales. Si se creó la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) , ese sueño es posible; esto traerá como consecuencia un camino más amplio para el desarrollo humanístico y económico de estos pueblos. Hablar una lengua común en Ibero América es una utopía posible. Convertir el Español en Portugués y el Portugués en Español tiene su compromiso en la apertura de las fronteras y en el espontáneo y libre desenvolvimiento del pueblo y en la voluntad de aquellos que han filtrado su egoísmo en las claras aguas de la ilustración. Se trata simplemente de hablar simultáneamente español y portugués, de escribir simultáneamente en portugués y en español; manos a la obra. 



Lectura y poesía



He comprobado que en lectura de poesía a nivel general la gente, ni aun los mismos poetas tienen un conocimiento de matices. Es bueno que algunos personajes se preparen y asistan a talleres donde puedan afinar el oído de la palabra, y lo digo pues la aparición del poemario «azul» a finales del siglo XIX, preparaban los ojos y los oídos para el terremoto literario que se avecinaba, fruto de los cambios mundiales.
Leer, además de un placer, nos  pone a un nivel internacional en el mundo culto: una región y un país lector siempre es de avanzada.

Las puertas modernas a la poesía del continente las abrió Rubén Darío y los lectores de poesía recibieron ese maravilloso  canto que llegó hasta el otro lado del océano donde el oido  atento de Juan Valera percibió los necesarios cambios que se avecinaban y creyendo alertar a los más jóvenes le puso el epígrafe del canto del pájaro canoro;  lo que no evitó que Miguel de Unamuno y Antonio Machado entre otros surgieran a corriente de los «arrendajos» siendo un testigo privilegiado el autor de Doña perfecta, Benito Pérez Galdós.
El cosmopolitismo que da las letras debe articularse desde lo regional, y eso lo supo bien Ismael Enrique Arciniega, que escuchó a los arrendajos no en sus gritos, sino en la nueva expresión en sinfonía mundial.

La formación de los poetas y lectores actuales pasa entonces por escuchar y más tarde ver; los cambios en materia de poesía son en devenir; el hermoso poema el Cuervo de Poe surcaba los aires del siglo XX , el arrendajo gritaba la apertura y  lanzaba a muchos jóvenes al poema;  así lo entendió también Borges, se renovaba no solo la literatura de habla hispana, sino la de España.

El lector   investigativo y el lector eventual surgían a los cambios desde el autodidactismo, no de la lectura programada de las academias. Borges recomendaba la lectura hedonista y su lector que paradójicamente es también un sinnúmero de lectores comunes, ignoro los artificios que se esconden detrás de su literatura.  El lector común, pienso, es bueno cuando entra en los pliegues del autor, no importa que el autor no conozca el asunto del que habla; importa que haga creer que lo conoce.  Es tanta la crisis que los lectores se dan espontáneamente, producto del autodidactismo; es por eso que los actuales escritores deberían producir mas reseñas de sus publicaciones e incentivar el amor por la lectura tras la  persistente utilidad que deshace en mil pedazos el ocio hedonista por la lectura.




Mis viajes por la lectura



Me saltó la certidumbre de un viajero estancado; tenía un sueño gravitando en una de las bibliotecas de Babel en Roma; indagar por el misterio que rondaba al «juramento de Bolivar». Yo, que transitaba por los desconocidos laberintos del conocimiento libresco, o la turística acción, tenía también que descargar el peso de la belleza que había vivido como un pájaro arrastrado por fuertes vientos. Me inicié como escritor y gestor cultural en la Biblioteca Pública de Bucaramanga cuando Luis Fayad en el marco de «Viaje a al a literatura Colombiana, un país que sueña» leyó uno de sus cuentos: Lección de vida (1987). Entonces me volví un asiduo visitante de bibliotecas universitarias, públicas y librerías extrañas; de mi paso de lector hedonista a investigador, los textos se animaron y me vi siguiéndole la pista a un sencillo ejemplar publicado por la Editorial Alfa en 1980. Lo ubiqué en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno de Buenos Aires (Argentina) ubicada en el mismo sector donde Borges paseaba por el increíble Cementerio de la Recoleta, y que según la leyenda estuvo ubicada la anterior biblioteca donde Borges fue asistente. El prólogo del libro, lo había escrito Ernesto Garzón Valdés, de ahí mi obsesión fue leerlo.

Aproveché mi amistad con el Bibliotecólogo de la «Turbay» quien me facilitó información de eventos en Buenos Aires, y de la noche a la mañana me vi volando a un congreso sobre lectura y bibliotecas, dedicando ponencias increíbles, solicitando apoyos, subvenciones y esbozando sonrisas a los nacientes funcionarios de las nuevas leyes de cultura…

¿Iría a buscar a Elizabeth Fehrenbach, autora del libro,  a la laberíntica Recoleta, donde Rufina Cambaceras nos invita a su bóveda? No, sorpresa me llevó al ver a un  mastodonte de concreto en un claro del bosque de edificios, donde se podía ver a la entrada la estatua de una mujer que exhibía la ficha técnica del monumental animal que albergaba en su enorme panza el libro raro de la Editorial Alfa… ¿Con que la arquitectura es de la corriente del   «Brutalismo», ejecutada por Clorindo Testa? Me introduje dentro del hambriento ilustrado animal y me deleité leyendo el prólogo del denso tema abordado por E. Fehrenbach.

Deleitado por la riqueza que dio a mi vida las Bibliotecas y preñado por la belleza de la  «arquitectura del Brutalismo» de la biblioteca de Buenos Aires, años después me refugié semanas enteras como un ermitaño en la hermosa y fresca  Biblioteca Luis Ángel Arango donde di con un raro ejemplar de Los diálogos del orador, de Marco Tulio Cicerón, impreso  en Venecia, Italia, en 1470. Una puerta de vidrio en el segundo piso separa esa sala escondida que me llevó a buscarle la pista al original de un raro manuscrito de Simón Rodríguez; tutor de Bolívar y Andrés Bello.

Tenía que buscar la manera de ir a Europa, e ir allá para los latinoamericanos de esta parte del mundo, era ir directo a Madrid España, pero mi destino era Roma y las maravillas que encierran sus bibliotecas, como la del vaticano.  Entrar en el 2007 a Europa era más fácil para un colombiano de a pie, que para un poeta venido a menos. Pero soy Colombiano y me gané la simpatía de un Profesor Español de una prestigiosa  Universidad de París que me invitó a un congreso de cultura después de revisar mi ponencia participante no avalada por la Universidad de mi región. Me encontré en la Biblioteca de Madrid pensando obstinadamente en la hermosa Biblioteca Casatenense de Roma, como mi obsesivo plato erótico, donde buscaría el manuscrito donde Simón Rodríguez da pistas sobre el «Juramento de Bolivar»; joven imberbe que ya deliraba grandemente. 

La «Casatenense» una de las maravillas de las Bibliotecas de Babel; entonces decidí vender churros Españoles a pocas cuadras del Museo del Prado para poder emigrar a Italia con los pocos meses de la Visa Schengen.

En el Campo de Fiori me trasladé a una arquitectura medieval que  hace añorar a los centuriones romanos aquí en la Biblioteca Casatenense abierta desde 1701; está en un callejón desconocido por los turistas con olor a café mundial y salas de pasillos laberínticos rebosantes de arte: si todos los libros y manuscritos están aquí es la "La Biblioteca infinita”, pero posiblemente la Biblioteca de Babel sea el lugar donde se encuentra  cada biblioteca de cada parte del mundo.



Aportes de los talleres de lectura



Existen talleres de lectura y escritura que priorizan la segunda y dejan la lectura al vuelo de  ave lo que hace que la atención se disperse pues leer es concentrar y la escritura como espontaneidad una caricia. Sigue pasando en las aulas educativas que a la obligación de leer un texto dado se suma un tiempo limitado en la ejecución. Lo que hace una presunción bibliográfica en la lectura y el resultado de odiar la misma, cuando se sabe que leer y entrar en el mundo de ese libro en particular requiere tiempo y trabajo en equipo mediante la dirección del profesor. Los talleres de lectura deben potenciar la permanencia con un libro hasta tanto no estén asimilados y el lector se haya apropiado de ese mundo literario con gusto.

Sin entrar a discutir sobre los índices de lectura en una sociedad dada, los elevados precios de los libros o sobre los métodos más adecuados para abordar programas de lectura; o si es mejor un programa de lectura y escritura creativa financiado por las alcaldías, o por las fundaciones, llevar a la práctica una taller para capacitar a nuevos lectores como capacitando para una oficio dado es un ejercicio interesante cuando enfocados con la ideología del efecto como causa se cree que se pueden formar lectores como formar bailarines o artesanos. De esa afirmación, la tesis evidente es: «Los lectores hedonistas son fruto de un oficio creativo que han resultado artistas de la lectura, investigadores o libreros» Realizar el taller con pocos iniciados que se han quedado para acceder a ser nuevos lectores parte de esa base: formar nuevos lectores conscientes de la lectura como oficio. 

Los géneros breves de la literatura  nos permitirán desplegar la lectura «Desde el cuento y la poesía»  y se pueden abordar en esta formación para iniciar conciencia lectora e incidir en la concepción de la lectura como diversión, sin tener en cuenta como dijimos, que leer es concentración,  un poco al llamado «ocio creativo». La lectura es más una bohemia que inicia como oficio.

La lectura que investiga

 Un taller virtual de lectura  nos ofrece una variedad de público que tiene identificada sus costumbres lectoras; el instructor o tallerista identifica sobre el escrito del participante; la gran enciclopedia bibliográfica que ofrece internet, se convierte en una gran herramienta de creación, inicialmente bajo la guía del tallerista; enciclopedia que por inmensa, no basta para cumplir el objetivo de una lectura investigativa, y es ahí que entra el concepto de trabajo en la lectura investigativa; entran más herramientas aportadas por internet, como la investigación de bibliografía en bibliotecas de préstamos de libros a distancia como el de la Biblioteca virtual del Banco de la República que ofrece un amplio catálogo. Bibliotecas regionales en línea que no alcanzan para cumplir con la sed bibliográfica del investigador, entonces hay que apropiarse de aportar a la adquisición de libros de parte de esas bibliotecas; eso es elegir entre una abundancia de herramientas disponibles en internet. Formar lectores de conciencia o vocacionales es un gran intento de construir en una franja de sociedad, emprendedores de la cultura, y más en el caso de los escritores. Las herramientas de creación son precisa y paradójicamente «Una creación» del tallerista, basado en un hecho importante: Lectura es trabajo, y en esa búsqueda, se da por añadidura lo placentero del arte de leer, y ese privilegiado lector, está ya en un buen camino de la escritura. En la creación de esas herramientas y aceptando la nueva realidad post pandemia, internet sigue siendo el motor clave en los talleres virtuales y en la creación de la lectura de la literatura.



Lectura literal y lectura retórica



Desde la historiografía literaria, la llamada poesía moderna comienza con Baudelaire o Whitman y se encarna en el simbolismo Francés (en Latinoamérica, con el Modernismo) teniendo su declive en las Vanguardias del Futurismo y del Ultraísmo, en el que joven Borges estuvo atareado; y que fueron también llamadas vanguardias  “históricas”. La innovación de los “modernos” consistió en la constante experimentación ante lo rebuscado y las reglas fijas. En el siglo XXI los “comentaristas parecen decirnos que queda una "lectura Literal”  y otra  “retórica” de la poesía: subjetividad  y momentos específicos de la historia; biografía e historiografía  siguen demandando. 

Poesía como comunicación, denuncia o compromiso fueron unas formas de “responder por una realidad”; una poesía que interprete la realidad sin caer en el panfleto es la premisa en este ensayo; a no  ser que tenga una injerencia en la política y una sublimación de una  época decadente y la pérdida actual de la realidad, percibida en levedad de los acontecimientos. ¿ Será un documento historiográfico el poema de Borges “gesta maximalista”(1921) de corte “Ultraísta” que se escribe en el periodo europeo de “entreguerras”?
Poetas Argentinos  como Juan Gelman, Francisco Urondo, Raúl González Tuñón, han seguido una lectura “literal” e historiográfica en detrimento de la biografía (lírica del “yo”). La distancia desaparece y la línea de tiempo: dios es una piedra, y la nube un ángel; el poema interpreta el presente y la historia: el poema es un fragmento de la realidad ¿Entonces la poesía había estado en el campo de lo “retórico”… Del “significado profundo”, del este, ese y aquel? ¿Es político el poema “Gesta maximalista” de Borges? ¿Es poema  de compromiso el de Pablo Neruda, “Oda a Stalin(1942)?. La tesis nuestra es que existe una diferencia entre la poesía política y la poesía que interpreta la realidad, pero ¿la poesía hace política?: “La poesía es ese sustantivo colectivo probable que podría señalar un conjunto indeterminado de obras, pero es también un hacer, un contorsionarse, un restar o un sumar. Una operación…” (F, Bogado. Sacar la lengua, 2018).
Lo que si podemos constatar, es el “indeterminismo poético”, la perplejidad de la que es esencia el poema; en ese sentido ya la lectura del texto (¿interpretación?) debe venir del propio texto; como la Historia, que le pregunta al pasado cosas que le interesan al humano presente para comprenderlo y que se interese tambien por la realidad que vive y en la que se encuentra: “para dilucidar la manera cómo hemos llegado a ser lo que somos” (P. Henríquez Ureña)
 Persistencia y frescura de lo biográfico y cotidiano. Ya vimos ejemplos pertinentes, pero exploraremos a un poeta Argentino, que a falta de una reflexión más cercana me parece adecuado citar; se trata del filósofo y poeta Fernando Bogado (1984) que al parecer conserva lo biográfico y cotidiano. Transcribo una entrevista con este autor (F, Bogado. Nicolás Zarur. Parte 1. Revista La Gata Sol, 2019), siendo pertinente decir que nada más lejano a la poesía “esencial” y más cercana a la poesía “ancilar”.

(En el poema San Martín se fuma un porro: “quería  retratar lo que me parecía que era San Martín, un lugar fabril, triste, muy gris, en la imagen… Fue una especie de búsqueda consciente de las condiciones despectivas y materiales de donde estás partiendo, quería un poco hablar de eso…


En San Martín, si te cortás
te pones la gotita en la herida/abierta

y a seguir laborando, flaco

¿Recoges frases de afuera y las usas como una especie de impulso poético? Si, escucho algo puntual y lo pongo en el poema tal cual y a partir de ahí lo expando. Me parece que es un ejercicio de captura que es más propio de la poesía que de cualquier otro género. Estos ejercicios de desautomatización (una idea que se repite antes del surrealismo con el futurismo ruso), en mi clave muy escueta y humilde, por ahí pasan por este ejercicio de re-contextualización. Que en realidad tiene que ver con una idea 

propia del formalismo ruso de cómo pensar el poema, si el poema es una especie de despliegue de energía que no busca un momento de equilibrio sino que está todo el tiempo pasando de momentos de concentración y relajación. Para mí el punto fuerte de los poemas que escribo siempre están en esa cosa que le estoy robando a otra persona.)
Como dice el Psicoanalista Joan Baptista Torelló, perfectamente aplicable al creador de poesía: “Hay que entrar en la noche oscura de la criatura, como místicos y santos supieron hacerlo. Hay que aprender a cargar con la propia culpa, sin desfigurarla ni atribuirle otro contenido. Este es el objetivo de toda verdadera psicoterapia que se proponga la apertura del ser al mundo, al prójimo, a los valores…” (1998)









La narrativa de ficción histórica




Sobre todo desde mediados del Siglo XX a la fecha, la narrativa de ficción histórica se ha dado en la novela; un ejemplo es el premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa con la Fiesta del Chivo y Gabriel García Márquez, con el General en su Laberinto; la supuesta objetividad de la historia aquí se vuelve prosa, narrativa y ficción; se llenan los huecos que quedaron de tal acontecimiento histórico con ficción. Lo que llamó Alfonso reyes “ancilaridad”, cuando aparece en la literatura un fragmento histórico ancilar. Los episodios que tienen ficción histórica carecen para el escritor de una inexistente documentación que testimonie su verdad lo que sucede en los retratos históricos y hasta relatos.

En relato de mi autoría me pregunto por la causa del genio militar de José Antonio Galán, llamado el comunero. Al indagar las fuentes históricas, me encuentro con que no existen documentos sobre este tema y si un indicio cuando fue condenado a prestar su servicio militar en en Cartagena de Indias, donde se concentraba el comercio de esclavos. Este relato que presentaré también tiene elementos de ensayo y cabalga en lo que decía Reyes; el ensayo es el centauro de los géneros porque también puede participar de la narrativa.

La ficción histórica participa así de lo verdadero y lo falso en el devenir o acontecer, y es su materia prima y una afirmación desconocida en relato puede impactar más en los hechos históricos que  se soportan en su momento, en su suceder real o efímero. Los historiadores antiguos como Herodoto, para citar los más conocidos, no titubeaban en expresar sentimientos populares en los personajes que describían y de su propia cosecha.; ni que decir de los cronistas de Indias; hay una historicidad latente en la narrativa, también al expresar una época o episodio social.
El relato histórico también participa del ensayo en cuanto asume una hipótesis que también puede ser verdadera.La ficción histórica, desde mi creación,  no se encamina al anacronismo ni a la simultaneidad; investiga desde la época histórica en que la narrativa de dará y crea un personaje, o unos episodios desde ese ángulo de tiempo.

En un Relato, lleno la conjetura del servicio militar del prócer José Antonio Galán.

 

En el proceso de escribir una narrativa de ficción histórica, en la experiencia de escribir un texto, llegan episodios, donde hay huecos históricos: ausencia de información documentada sobre un personaje de época o un hecho; aquí es donde la ficción cobra su objetivo, y el trabajo del escritor su razón de ser. No es imaginar por imaginar, es investigar en las fuentes históricas, como llenar ese vacío, y una herramienta que puede servir es la «conjetura». La conjetura es cuando cuando hay un hueco en el panorama del tiempo: un participante al taller buscaba información sobre una anónima mujer del periodo republicano, y eso detenía la fluidez de su narración. Entendí que también debía asimilar el concepto de ficción, pues no se trataba de acumular información ya dada por grandes historiadores o cronistas de época. Otra  opción estaba en reconstruir la figura de esa mujer con información de otras mujeres visibles de la época. En la narrativa que estábamos construyendo, la pregunta era por la novia que tuvo en Bélgica el entonces Presidente de Boyacá José de los Santos Gutiérrez, del llamado Olimpo Radical. Hay que suponer, investigar en la época... ¿Qué pasó en Bélgica? ¿En el periodo de su Independencia? Investigar las mujeres de ese tiempo y aplicar la conjetura ¿Por qué José la eligió o Ella lo eligió? ¿En qué se parecían? Etc... Se puede adaptar a la personalidad de la mujer,  ¿por qué luego lo rechazó?... Investigar en la gastronomía, en la idiosincrasia y hasta en la moda. De  detalles está hecha la literatura. Bola de sebo fue adulada ampliamente porque llevaba ricas viandas en el coche.

Si la mujer estudiaba en la prestigiosa universidad de Lovaina, sabemos a qué familia pertenecía.

 Con la conjetura se fue construyendo el personaje y se creó a partir de esos elementos documentados, un personaje de ficción; con carácter y gustos de la época.




Para un taller de narrativa histórica





Verosimilitud


Conjetura


crónica histórica


tesis suicidio colectivo


Urdir una trama narrativa lo suficientemente verosímil y libre como para conciliar el difícil equilibrio entre la fidelidad a los hechos históricos con la creatividad (¿ilimitada?) del autor. 


Una motivación central del personaje


Definir muy bien esa motivación de tu protagonista para que el lector no se pierda.

protagonista se implique por completo en la historia para conseguir su ansiado objetivo.


Si hablamos de una novela de aventuras, por ejemplo, el protagonista debe luchar, vivir, perseverar, para conseguir lo que pretende. No puede rendirse.

Además, cuanto más se implique en su objetivo, más gustará al lector, más se identificará con él.


Aportarle tensión a tu trama reflejando realismo, que haya muerte, que haya sexo, que haya robos, problemas, todo lo malo que nos rodea.



un género bastardo y ambiguo, nacido de la mezcla o combinación de la crónica histórica y la ficción novelesca”


Realismo


«Y es que cuanto más realismo y veracidad tenga tu historia, con un mayor grado de tensión puedes jugar.


Acción o mediante giros en la suerte del protagonista, si hablamos de fantasía épica.

Juega con la intriga y oculta cierta información que vayas dosificando poco a poco.

Utiliza el suspense para mantener atento al lector, lo que aumenta también la tensión.

Incluye tensión sexual entre personajes. ¿Qué sucederá entre ellos, habrá una relación o no? ¿Sucumbirán»


(Seis formas de crear tensión en tu novela (y potenciar la trama): Fuente: Culturamas


https://www.culturamas.es/2020/05/05/seis-formas-de-crear-tension-en-tu-novela-y-potenciar-la-trama/)



Derrotero


1-¿Qué sucedió?

2. ¿Quién participó?

¿Cómo ocurrió el hecho principal?

4. ¿Cuándo sucedió?

5. ¿Dónde sucedió?

6. ¿Por qué sucedió?



En la socialización del Taller Tiempo, la narrativa se explora desde José Luis Romero: Dónde el pasado vivido (“vida histórica vivida”), conecta con el presente -como experiencia subjetiva que vivencia el pasado (“vida histórica viviente”)-, y, por último, con su proyección potencial aún no vivida, que es el futuro. O sea, que la historia no son segmentos de tiempo, petrificados por la academia o el status quo.


Vida histórica: “flujo continuo”, que remite al problema de la temporalidad, a la identificación de lo que transcurre, permanece y cambia.


el pasado vivido (“vida histórica vivida”), el presente -como experiencia subjetiva que vivencia el pasado (“vida histórica viviente”)-, y, por último, su proyección potencial aún no vivida, que es el futuro.


protegería a la historia de las derivas metafísicas de la filosofía de la historia y su pretensión de alcanzar el sentido general de la vida del hombre.

“los tres reinos conceptuales”)


Como modo de aproximación al entendimiento del pasado, ellos son el sujeto histórico; la estructura histórica y el proceso histórico.

En el primero se alude a quién es el protagonista de la historia para indicar que no es posible establecer un a priori, sino que –sea individual o grupal- el sujeto histórico debe ir ajustándose conceptualmente a medida que se avanza en el estudio del proceso particular.

“tipos historiográficos” en tanto modos de acceder al campo de lo histórico

“intuiciones”. 

Se podía partir de una intuición sobre el recorte de la realidad histórica que hacía hincapié en la comunidad (identidad cultural de los pueblos o naciones); en la totalidad (humanidad) o en el individuo (la dimensión biográfica).

El interés se dirige en la mayoría de los casos a la identificación procesal de un nacimiento en el medio de una crisis, pero en el que juega tanto el reconocimiento de los elementos estructurales que componen un contexto particular, como las nociones, conceptos, mentalidades y acciones individuales que, como resultado dialéctico, preludian los componentes que caracterizarán el futuro más o menos cercano de los actores del momento. 

Tal el caso de su estudio sobre San Isidoro de Sevilla, tanto portavoz de las fuerzas históricas como animador del destino de la cultura occidental en la temprana Edad Media. O su análisis de la Divina Comedia de Dante Alighieri, producto simbólico que recurre al juicio del “trasmundo” para recuperar un orden moral que la Florencia medieval ha perdido…


1- Temas socio-históricos donde la historia no es objetiva sino que es sólo la visión del autor. 

*El reino de este mundo (1949) - Alejo Carpentier [cubano]

2-  Tiempo rectilíneo y uniforme, simultaneidad temporal, tiempo circular,  tiempo mítico.

Alejo Carpentier, Augusto Roa Bastos, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez 

Narración en 3ª persona: objetiva

Narración en 1ª persona: autobiografía,

memorias, diario

En forma epistolar 

Combinación de voces 

FUNCIÓN - Vehículo ideológico - Entretenimiento - Didáctica

Novela histórica, es la distorsión o violación consciente de la realidad histórica que se aborda, ya sea por omisión, por exageración o por pura imaginación del novelista.


Objetivación: Respetar las fuentes y suplir lo que falta con la imaginación


Deformación y personalización: el autor da su visión personal o ideológica -


 Carnavalización: burlarse de la historia oficial y sus personajes


Alejo Carpentier - El arpa y la sombra, 1979; El Reino de este mundo, 1949 • 1904-1980; nació en Suiza, vivía en Cuba. El padre del género; le interesaba la política y la música, y incorporaba estos dos sujetos en sus escritos. 

Antonio Benítez Rojo - El mar de las lentejas, 1984 

Mario Vargas Llosa - La fiesta del chivo, 2000 

Abel Posse - Los perros del paraíso, 1987 

Alejandro Pasternain - Crónica del descubrimiento, 1980

 Augusto Roa Bastos - Vigilia del almirante, 1992

 Fernando Cruz Kronfly - La ceniza del libertador, 1988 

Gabriel García Márquez - El general en su laberinto, 

1989 Mercedes Valdivieso - Maldita yo entre las mujeres, 1993 


Mira con ojo crítico a la versión oficial de la historia

Explora versiones diferentes de como posiblemente hubiera pasado


 Expresa rasgos de la propios de la narrativa contemporánea: alteración o puesto en duda de la realidad por razones estéticas o filosóficas, multiplicidad de discursos, de hablas y de punto de vista, crítica del texto desde el texto mismo


Es enteramente contemporánea. Es una mirada sobre el pasado no necesariamente verdadera, pero sí inevitablemente actúa.



 Desacralizar la historia y derrota la historia oficial


 baja a los próceres de sus pedestales


Transforma y carnavaliza a gusto el referente histórico 


Hace saltar a sus personajes de una época a otra


Interviene su propia escritura con textos tomados libremente de fuentes diversas



Storyline para una narrativa de ficción histórica



El «Storyline» puede ayudar a estructurar la historia. Se trata de responder unas preguntas que resumirá el contenido del texto.


Nos proponemos narrar este hecho histórico que está en el rango de la leyenda, con el objetivo de articular el concepto de ficción histórica, verosimilitud y conjetura.


La validez de la ficción histórica está en la documentación de los hechos históricos para enriquecer a los personajes de la narración y que tenga una verosimilitud que corresponda a esa imaginación que viene se las fuentes.  Primero debe asumir la conjetura; por ejemplo, por más leyenda que haya sido... ¿Un personaje que se diga de corazón el Laissez Faire, puede sujetar a su dominio a otra persona? 

Esa presunción, carente de fuentes históricas, se hace, investigando a partir de la ideología que profesa el hombre y su actuar más cotidiano.
La contradicción de una persona asumiendo carácter psicológico, puede llegar a ser ocasionar una neurosis.


«Mientras hacía sus estudios de jurisprudencia en la UNiversidad de Lovaina Santos Gutiérrez se enamoró de una joven llamada Josefina. El amor fue correspondido por ella pero los padres de Josefina no dieron el visto bueno para que la pareja se casara y se trasladara a vivir a Colombia. A pesar del paso del tiempo, y aprovechando su posición de poder, Gutiérrez decidió cobrarle su despecho a todo el Reino de Bélgica. Mientras era Presidente del Estado de Boyacá envió una misiva en 1867 declarandole la guerra a Bélgica. Sin embargo esa carta nunca llegó a su destino.

Al conocerse esta historia más de un siglo después, Willy Stevens, entonces embajador de Bélgica en Colombia, decidió firmar un armisticio el 28 de mayo de 1988 con el entonces gobernador del Departamento de Boyacá, Carlos Eduardo Vargas Rubiano. El acto tuvo lugar en la ciudad de Tunja y contó con la participación de los embajadores de Bolivia, Uruguay, Holanda, Marruecos, Líbano y China, quienes oficiaron como testigos. Asimismo participaron varios representantes de la colonia belga en Colombia. La televisión pública del país europeo se encargó de cubrir el curioso acto de paz y fraternidad entre ambas partes...» (Tomado de Wikipedia (Santos Gutierrez. Inciso 4. Vida Privada. 41.Declaración de Guerra a Bélgica)



¿Quién es el protagonista? 


José Antonio Gutiérrez, un político y militar Boyacense,

expresidente de Colombia en el siglo XIX


¿Qué busca? 


Busca una declaración de guerra  por el rechazo de su amada a la propuesta de matrimonio


¿Qué problema encuentra en su búsqueda? 



Que su declaración de guerra no llega por la infalibilidad del correo transnacional



El rechazo de su propuesta de matrimonio


Por la negativa de los padres de Josefina, quienes no ven con buenos ojos la unión de Josefina con el colombiano. 


Años después, José se convierte en presidente de Colombia y

manda una carta de declaración de guerra al reino de Bélgica, pero esta nunca llega a sus remitentes.


¿Cómo termina la historia?


José, presidente, se ve envuelto en las confrontaciones nacional que da su credo político, el Olimpo radical


 El conflicto narrativo


No  es otra cosa que el enfrentamiento entre dos fuerzas, de naturaleza opuesta u opuestas por tener un objetivo en común. 


Conflicto narrativo


Fuerza dispuesta


El protagonista quiere consumar su venganza, sumiendo el país en una guerra externa


………….. Fuerza opuesta


El antagonista es la precariedad de los medios de comunicación que impide que la declaración de guerra llegue


……………………Objetivo común………………………………




Dos relatos de ficción histórica



Pepe, el Comunero (Por Víctor Niño)


El Alguacil dijo que Pepe había sido condenado a prestar el servicio militar a falta de reclutas en el Regimiento fijo de Cartagena, más no a la cárcel; no porque su padre sea Español ha debido estar en el batallón de blancos; ni porque sea mestizo. Mejor dicho, se confinará en el primer batallón de pardos y negros… ¿Pero además ya es viejo? El condenado había estado observando al Alguacil, le dijo, tengo treinta y cinco años, dos pequeñas hijas, y si me condenan por pedir, junto con algunos jornaleros de las tabacaleras, que termine la cacería de indígenas, al Corregidor… Al decir eso recibió un tortazo; se dice su majestad el Corregidor. Llegaron a Cartagena tras varios días de dificultades por las mejoradas rutas de a pie de los indígenas; caballos y mulas resistían la marcha por las serranías más elevadas así se perdieran bestias con cargas; el teniente agobiado por la pérdida de un cargamento de tabaco de buena cosecha que le darían a un rico criollo, más  por la fatiga y el intenso calor recriminaba al condenado pues en un intento de escape la mula se había rodado por una hondonada… ¿Entonces lo confinaron por revoltoso… ¿Pretendía en una asonada defender a los desalmados indígenas frente al respeto a la autoridad? Al ver el rostro indignado enmudeció: ¡Mi madre indígena tiene alma como manda nuestro señor… Y en contra de los mandatos del Rey, el Corregidor llenó de baratijas a los indígenas: navajas de afeitar, naipes y hasta encajes; las mulas las dejó para los de la Mitaya, y al comprobar que no podían pagar precios encarecidos,  los declaró animales y los sentenció a ser cazados por mi ex-suegro….! Respondió. Adolorido por los golpes recibidos, se impresionó al ver en una empalizada a varios curas, damas, comerciantes y hasta oficiales uniformados observando el baile, el canto de un grupo de esclavos desnudos, rapados, untados de aceite; su gesto cambió a piedad; se santiguó, se pidió paciencia mientras un soldado se carcajeaba. Sí, dijo Pepe, que los indígenas tenían alma, eran también hijos de Dios como esos encadenados que muestran allí; pensó que más fue un agravante en su condena  la paliza que le dio a su ex-suegro al aceptar ser cazador de indios, cuya función asignada por su majestad el Rey a los Corregidores era la de protegerlos no exterminarlos; esos funcionarios ven la ley tras sus anteojos. Así, al igual, puse en peligro a mi mujer, a mis dos hijas.  El teniente había sido informado que Pepe había abandonado a su mujer con la se casó ante un altar porque seguía encabronado de la hija de un rico hacendado de pergaminos a pesar de ser rechazado por el padre de ella. El teniente había llamado degenerado a Pepe, lo que hizo decirle que mejor debería llamar degenerada  la venta sangrienta de esclavos,  prohibida por el Rey, pero pensaba en la codicia de los Corregidores recién llegados a tierras Neogranadinas. El soldado  seguía riéndose, diciendo que el Portugués de la factoría hacía sonar su bocina como loco para que los esclavos en venta se movieran sin descanso. Pepe quiso intervenir por impulso; se volvió a persignar, los personajes que asistían al comercio procedieron a examinar con minucia a los esclavos, tentando sus músculos, llevando a la lengua el dedo impregnado de su sudor, pues en el sabor  se conocía la salud; unos compradores, sin rubor, tentando los testículos de los varones; detuvo de nuevo un impulso que le subía a los brazos, recordó el indignado gesto de su padre al salir amarrado  del pueblo, cuando las gentes que se aglomeraban sudorosas en el mercado se burlaban de él por gritar que volvería con fortuna. Charalá de  tabacales y caña, de gente huraña y frentera. Sus ojos se humedecieron; escuchó las últimas palabras cariñosas de su progenitor cuando el alguacil le reprochó que él, español de nacimiento, haya engendrado un hijo revoltoso. Cuando pasó a las filas de infantería lo bendijo; él, sumiso a su padre, le besó la mejilla, su piel canela como la de los aborígenes relucía. Hijo, le dijo, debes volver. Al partir, su obsesión fue saber por cuanto tiempo lo tendrían allí. Casarse con la hija de un cazador de pieles, había ofendidos a su padre, pero más quería olvidar a la bella blanca. Había convencido a su suegro que dejara la cacería de oficio. Un grito lo sobresaltó cuando ya habían pasado la subasta; el soldado  dijo que castigaban a un esclavo  pues al comprarlo no se habían dado cuenta que estaba maquillado. El teniente decía que el nuevo batallón tendría la misión de buscar las empalizadas de los fugitivos; los Palenques, en medio de junglas impenetrables como la que había hecho el negro Benkos, el Espartaco de los esclavos, y que ahora mancillaron con el nombre de un santo “San Basilio”; más su Majestad estaba dispuesto a reconocer a San Basilio Palenque como empalizada libre; el teniente todavía hacía oídos sordos a los espantoso gritos del muchacho. Pepe puso un gesto de horror… Son leprosos, dijo el soldado que se había venido burlando. El teniente siguió reflexionando sin importarle si Pepe lo escarmentaba. Al fin dijo: Pues les digo que estas nuevas reglas llamadas “Asientos” legaliza el comercio de esclavos, hace a Cartagena capital de los puertos donde su majestad el Rey ve en estos… ¡ Asiiiieenn… No había terminado de decirlo cuando Pepe se le soltó al soldado, y le preguntó agresivo que porqué lo hacía al Portugués de la factoría que con un rejo golpeaba a una adolescente esclava, pero paró casi por una sensación de náuseas; le dio un golpe al “factorista”  cuando vio en un depósito   amontonados cientos de esclavos.  El teniente ordenaba que dejara de golpear al Portugués;  temeroso de que lo matara, ordenó al soldado golpearlo; luego como si hubiera despertado tras varios días sintió un golpe en sus espaldas; estaba frente al elegante teniente del batallón de blancos… ¿Otra vez José Antonio Galán Zorro? Dijo con ira… ¿Así que va a hacer  lo mismo que hizo en su tierra ? Pero como no hacerlo, dijo, si un cobarde golpea a una mujer. El teniente que había  comandado  la caravana comentaba que ella había sido vendida a un notable del lugar, y que su hermano, un Muleque (adolescente) había escapado, que además el factorista no tenía el registro de él porque había sido de contrabando, que tocaba mandar una comisión a capturarlo. El Portugués había pedido la cabeza de Pepe al Gobernador, pero como se quería  reemplazar al   “factorista” por un Inglés que repartiría las ganancias del contrabando con él, de enfermos que eran vendidos a bajo precio o maquillados, aun contra los mandatos del Virrey de la nueva Granada, y estar enterado además de los sobornos  a los guardias. Cuando el Gobernador tenía interés en algún cargamento, el Portugués no permitía que llegara primero para poder ocultar a los que traían el mal de Loanda (hinchazón en el cuerpo y putrefacción de las encías), ante esas evidencias se hizo el de la vista gorda a sabiendas de la escasez de  reclutas. Pepe indignado ante la subasta de Africanos, pensaba en su corta estadía de soldado, pero se le ocurrió que debería antes aprender lo que más pudiera de la milicia a costa de buscar la fortuna que le daría oportunidad con su  amada. Llegaría a Cabo antes de escapar. El mando general de los dos batallones lo ejercía el teniente; vivía  en una habitación de la casa de una dama de alcurnia la que pidió en matrimonio con el permiso del Virrey; tenía la ambición de ser burgomaestre y esa dama ayudaba; frente al recluta de Charalá le ordenó que se enfilara en la escuadra al mando de un cabo. Había quedado sorprendido del elegante calzon del teniente, de su casaca con botones dorados y una solapa azul turquí; ni parecido al zarrapastroso que había comandado la caravana, sin embargo era el mismo. Las palabras del teniente lo ubicaron en Charalá, al paso de  los indígenas Chalalaes de la etnia Guane de donde provenía su madre; esa noche en un resguardo, protegidos por el tremendo  rugido del río Pienta, Pepe se reunía con un cacique para organizar la protesta contra la caza de indígenas; como curtido jornalero tenía a su cargo indígenas, mestizos y blancos pobres; allí hizo el pacto de las protestas, se santiguó como solía hacerlo y el cacique le hizo el rito del agua y la luna del nuevo guerrero ¿Pero todo fue por la hermosa mujer que le había enseñado a soñar y que era tan inalcanzable? Esa fuerte indignación le había despertado la diferencia. Antonia, la hermosa Antonia que le había hecho entender que no todas las mujeres son alcanzables. Luego se sentenció que Pepe ofendía a Dios de  diversas formas. Las rondas nocturnas del alguacil lo ubicaban frecuentando sitios nada recomendables para la moral pública; se hizo acompañar de guardias en las rondas nocturnas que tenían por lema que la noche era cómplice de la infracción y el escándalo; el objetivo era “cazar” a Pepe y la oportunidad se le dio una noche en la que llegó su suegro alardeando de cuantos Guanes había matado ahora que el Corregidor lo había contratado. Pepe le dio tremenda paliza, el escándalo lo delató. Su destino había sido señalado. El cabo lo bajó de las nubes ordenándole la guardia de esa noche. En la mañana tendrían que marchar hacia San Basilio Palenque; pero su corazón le decía otra cosa; se tomaría el Palenque y organizaría una asonada contra la cacería de cimarrones. El teniente lo leyó en su mirada profunda y agresiva, no dejaría que hiciera desmanes, el cabo se perdió con él en los vastos campos del batallón de infantería de pardos. 




La sombra de Nuñez


Por Víctor Manuel Niño


Esa tarde se sintió ofendido; la mujer que le llevaba el café se sintió intimidada cuando vio su rostro disgustado; prefirió dar la vuelta, pero él la llamó, la puso frente a su rostro barbado y ella bajó la mirada. Mírame a los ojos, le ordenó. Yó, José Antonio Gutierrez, del Olimpo Radical… ¿Soy despreciable? La mujer no supo que decir, sumió su rostro en el lanudo velo que llevaba en la cabeza. El hombre la despachó y se paró frente al espejo; miró sobre su hombro un poco de nieve que caía de su pelo y que resaltaba el impecable chaleco de General Presidente,  despejó la caspa con la mano. Miró sus ojos enrojecidos y acarició su pistola que había sido regalada por el mismísimo Murillo Toro. Se la puso en la frente y río, de una locura insólita.
Había sido rechazado su pedido de matrimonio, por los desconfiados padres  de Josefina, aunque se enamoró de él, quizá desde la primera vez que lo vio en los pasillos de la universidad, con esa presencia de un hombre a la que no estaba acostumbraba y que un poco más adelante, iría a ser presidente de un extraño país de las Américas.

Él, pudo recordar, como aquella tarde en la universidad la vio por primera vez, y en su cerebro se disparó esa frase en Belga Neerlandés, al ver una mujer hermosa: Je bent mooi, que hermosa eres. Ella vio su rostro extraño, de una expresión desconocida. Había sabido por algunos de sus compañeros que era un estudiante becado de un extraño gobierno de la zona ecuatorial de América, y que posiblemente iría a ser Ministro o jefe de ministros. Pero a pesar de todo, algo que los podría unir, pensó ella, era la religión. Si José, nombre del esposo de María, estaba en esa gran universidad católica de Europa, era porque él también tenía el piadoso corazón de los católicos; eso la animó, él, vestido impecablemente, le hizo una venia danzando con su sombrero, que combinaba con el resto de su vestido de paño, y se alejó por el pasillo fantasmal de esa excepcional universidad católica; pero que tan lejos estaba de pensar, que José, no era un católico cualquiera, era, de los que, posiblemente en Europa se llamaron «heterodoxos», y eran combatidos cruelmente por los ortodoxos o contrarreformistas.


Pudo recordar esa tarde en la casa de los padres de Josefina, saboreando un bocadillo de arenque y una negra cerveza servida en un vaso descomunal; José, le sonreía a la intuitiva madre de ella, mientras su padre lo miraba fijamente, y sopesaba su personalidad imponente, su presencia acaudalada; aunque no parecía el rebelde que le habían pintado testigos europeos de la revuelta independentista. 

Tocaron a la puerta, y José se sintió doblemente disgustado al ser interrumpido en sus recuerdos amorosos; trató con dureza al cadete que lo condujo a un amplio salón donde se cocinaba una reunión. Todos se pararon al entrar José y dijeron casi en coro: Señor Presidente del Gran Estado de Boyacá.

A Josefina la había conocido en la universidad de Lovaina; bajo la sospechosa mirada de una fraile, que veía en José, la indelicadeza a lo religiosos, propia de un liberal. La Belga, se había enamorado de él, pero luego su rechazo por los padres de ella, le mantuvieron los sentimientos heridos por mucho tiempo. José,  le escribía largas cartas de desamor en Neerlandés Boyacense; cartas que nunca recibiría ella por las constantes inconvenientes de los barcos que navegaban por un Atlántico caribeño congestionado de guerras intestinas.
Luego pensó en suicidar su amor, al mejor estilo de los románticos, pero no como el suicidio de Silva, con un disparo en el corazón, sino que ahora que tenía  poder político, al estilo de los poetas nacionalistas. En esas, como un rayo que se le cruzó por su pecho, pensó que la culpa la tenía el arrogante gobierno de Bélgica; sus padres, arrogantes como su gobierno, habían tenido tantas guerras con este lado de América del sur.

Luego reflexionó, que como un tipo dueño de si mismo, y  prácticamente conocedor del Laissez Faire, del dejar hacer,  del liberal, haya pensado en desquitarse por amor… ¿El  enamorado? Se rió para sus adentros locamente, mientras la reunión seguía candente y muchos de los  asistentes, ya lo miraban suponiendo en su aptitud, una desfachatada elevación, o bien a falta de sueño, o bien cansado por los sucesos que ocurrían en los Estados que serían federales. Ya se vislumbraba, la barba de Nuñez

Yo, pensando en una cosa como esas, se dijo; un liberal de pura cepa, pensando como una viejo corcel conservador… Si, era católico y conocedor de los delirios del suicidio ¿Pero hasta el punto de suicidarme  por Josefina? Su ceño se frunció cuando la gruesa voz de un congresista lo sacó de sus nerviosos pensamientos. Antes de cerrar la puerta de su herida sensibilidad, no pudo menos que preguntarse, cómo un Liberal del Olimpo, pude pensar en vengarse por amor, un liberal del Laissez Faire, que debería dejar, debería dejar hacer… A sus amores. Una oleada de celos, lo inundó, antes de cerrar las puertas de su rencor; imaginó a su amor, tendida en una cama con un rubio europeo. Ahora tenía que pensar; el federalismo era lo mejor; una confederación de regiones o Estados, era lo mejor… ¿Y eso lo había llevado a estudiar en la Universidad de Lovadina? Bélgica había  logrado consolidad su estabilidad desde hacía uno años atrás; de un estado central pasó a se un Estado federal. Otra vez, las nubes de la elevación lo secuestraron,  definitivamente el no suicidaría su corazón por Josefina; pero la roja sangre que le corría por sus venas le pedía una pronta retaliación. Sus ojos se enrojecieron ante la atenta mirada del Congresista que le hablaba hacía largo rato en un idioma que todavía no lograba descifrar.

¿José, el gran liberal del Olimpo radical, sufría de existencialismo político, siendo que su ideología le pedía neutralidad estatal?
 Y se hizo esa pregunta, pues también como un rayo, se le cruzó por la mente, y debido a que había culpado a toda Bélgica, por su desamor, pues su herido orgullo le hacía quedar en ridículo con esa nación.

No, de ninguna manera; ni siquiera sufría de orgullo, quería meterle el dedo entre la llaga  a Bélgica, para que viera que a un hombre no se le despreciaba, y precisamente los Padres de Josefina, causantes de su rechazo,  eran Bélgica. Y Josefina, que ya había cruzado las fronteras de su desamor, cuando la imaginó, tendida en una cama, con el cruel rubio, también estaba en sus delirios de retaliación. Todos ellos eran Bélgica ¿Dónde quedaba su Laissez Faire, su sutil libertad? ¿Quedaba en las fronteras de un conservador corazón?





Uno de los Congresistas le ofreció al Presidente una copa, al ver  angustia en su cara; José se toma la copa de un sorbo, y reconoce que es Ron, traído de Jamaica de contrabando. No dijo nada y pidió otra copa. Se sentó, mientras que el Gordo militar que daba su reporte, engrosó la voz para indicar que no interrumpiría por respeto al presidente. José, entusiasmado por el trago, interrumpió al gordo, y propuso sin más rodeos, que votarán por una consideración más profunda sobre el Federalismo, que debería darse lo más pronto posible, pues en el Estado de Panamá, se había desatado conflictos y revueltas.

Se sentó y el gordo continuó su ponencia; José no pudo dejar de imaginarse en un salón en Lovaina, expectante que pasara el tiempo, para encontrarse con Josefina; y otra vez esa tarde, en la casa de Josefina, descubrió el verdadero motivo del rechazo de sus padres a u propuesta de matrimonio: él se la llevaría a esa lejana tierra, donde las promesas de guerra eran constantes ¿Pero acaso Bélgica, hasta hace poco, no había atravesado tantas guerras posibles por su independencia? Entonces él quedaba como los despechados victorianos, con postales vinegar valentines,  o postales avinagradas que incluían una caricatura con un verso insultante, burlón o juguetón: una postal de San Valentín cruel y anónima.¿ Cómo sería la suya? Esa idea lo enardeció y pensó seriamente en una retaliación política. 


Pero todo iba bien con Josefina, se consoló…¿ Fue su rechazo producto de su desespero por retener a Josefina? Se la iría a llevar lejos de su amada Bélgica, hecho que sus padres no podían consentir…
¿Entonces, porqué ella no se impuso a la decisión de sus padres?
Esa respuesta a si mismo, le hizo saltar un lágrima que el gordo ponente, notó, más no le dio importancia, aunque si recordó una historia que la propia Josefina le narró: en los países bajos, le dijo Josefina, existió una noble holandesa de diez y seis años cumplidos, y era consciente que le quedaban dos años de libertad para disfrutar de su adolescencia, de su vida académica, de sus amistades y de sus posibles primeros noviazgos, de los que ya se ha tenido alguna noticia. En la escuela, tenía una amistad especial con un joven, que de realmente existir, duró apenas un par de meses, pero en esta historia hay que tener en cuenta que su vida amorosa era intensa, y muchos, en el país, ya que estamos hablando de la futura reina y, por tanto, del que podría ser el futuro príncipe, por lo que el compañero de la princesa sería analizado con lupa. Y curiosamente, nunca supimos como  eligió   la joven Amalia para acompañarla en el trono; pues una ley prohíbe el matrimonio de Belgas nobles con holandeses, y es que en la Revolución Belga el país consiguió su independencia de los Países Bajos. Pero José nunca entendió la historia, en relación al amor de Josefina por él.

Al salón de consejo, entró presuroso un emisario, que le habló al oído al presidente, un ronca tos se le escapó de los labios a José; pidió silencio y declaró, que la toma del poder por el Ejército, le seguía concediendo su Presidencia. Todos aplaudieron; el gordo dijo, que a finales del siglo XIX, en esto últimos años de Jesucristo… Pero todos callaron la ovación: iba a tomar la palabra José.

Sirvieron copas de ron, que bebieron, fingiendo  ignorar que venía de contrabando; José pensó que en su poderosa posición, podía cobrarle su despecho a todo el Reino de Bélgica. Mientras estuviera de Presidente del Estado de Boyacá … Se le cruzó como un rayo en la mente, viendo el sable de adorno de un  general que acompañaba la asamblea, que le podía declarar la guerra a Bélgica, para cobrar sabiamente su despecho… ¿Pero eso estaba de acuerdo con su Olimpo Radical? No, ni que estuviera, eran los rezagos de la escuela del Romanticismo, parida en Europa. Era su romanticismo nacionalista, que le pedía sacrificar a todo un país por su desamor. Otra vez, si Silva s pegó u  tiro en el pecho, él pegaría un tiro en el pecho a Boyacá: le declararía la guerra a Bélgica, y sonrió y su discurso fue ovacionado. Si Troya fue destruida por Helena, su humillación consistía en que Josefina, no se quiso entregar a él por amor, ahora destruiría a Bélgica.

Todo estaba dicho, ordenó en su despacho, que le trajeran la mejor pluma, la mejor tinta y el mejor pergamino; entró al despacho la mujer que le llevaba el café con su pedido; ella ante él bajó la mirada, pero él nuevamente le ordenó mirarlo… Ignasia, le dijo, sabes que tu tocaya le proporcionaba alimentos a l tropa patriótica y por eso fue fusilada? Ignacia empezó a llorar, lo que desató una carcajada divertida de José, que alivió su despecho; tomó la pluma y empezó a escribir la declaración de guerra; era consciente que su Laisesz Faire contradecía su individualismo político.

Él mismo, le encargó el pergamino al capitán del barco, y lo comprometió a entregarlo a su destino, y él mismo, había elegido el barco, que no fuera español; había sabido que un moderno barco de  propulsión a vapor estaría en el puerto de Cartagena.

El barco zarpó, pero pasó el tiempo y no llegaba la respuesta; a lo lejos la sombra de Núñez cubrían los años.



Lenguaje y literatura 



Puede ser un mito que los nuevos lenguajes interactivos ( Internet, farándula, televisión ) sean los culpables del empobrecimiento del lenguaje y la poesía; parece el efecto por la causa ( poner el efecto por la causa es una ideología actual ), por que la causa esencial es el "pensamiento". Cómo se construye pensamiento ? Una golondrina no hace el verano. La sociedades que dependen del pensamiento de las otras sociedades más desarrolladas son las que tienen más pobre el lenguaje así este lenguaje sea el segundo más hablado del mundo. Si el lenguaje se construye y articula a partir del pensamiento ¿ qué es el pensamiento? No es que este sea información porque así el que tenga Internet tiene pensamiento; no es el país que tenga más universidades tiene más pensamiento; por que las universidades se han convertido en escuelas grandes sin pensamiento; si el pensamiento parte de la crítica , en si la crítica pura no es el pensamiento, el pensamiento va mas allá. Si el lenguaje y el pensamiento nos unen al pasado y nos proyecta al porvenir, entonces el lenguaje es innovación y tradición; pero para que sea innovación tiene que ser tradición : la tradición que nos une al lenguaje es la tradición de nuestros poetas y escritores. Si se olvidan esos nombres se pierde pensamiento ( porque esa además es el pensamiento y es el lenguaje), porque el pensamiento además tiene una referencia histórica . Se empobrece el lenguaje, entonces, cuando la referencia histórica es olvidada, y no se construye ciencia ni innovación, pues su enemigo mortal es el utilitarismo en este ramo. Si la sociedad pierde pensamiento , los ciudadanos son inermes ante el avance de los medios de comunicación y se convierten en veletas ( Buen viento y buena mar). A quién le puede interesar esto : a los mamelucos, a las multinacionales, a los sátrapas de toda índole, por que tener comercio , no es tener industria, ni tener pensamiento, ni mucho menos lenguaje. Para enriquecer el lenguaje, debemos releer a nuestros pensadores. Retomemos entonces una de estas promesas , sobre todo una que se funda en la integración del continente y funda pensamiento. Fernando Enrique Cardoso nos habló de una integración sudamericana por ejes y en cuanto al lenguaje si los brasileños nos entienden bien cuando hablamos porqué los hispano hablantes no podemos entenderlos? Si el lenguaje es factor de identidad, que nos une al pasado y proyecta al futuro porqué no unir el portugués y el español, para enriquecerlo ( pero no como lo entienden los ortodoxos y puristas: enriquecer individualmente el vocabulario ) se lo debemos a una tradición intelectual del continente y con esto enriquecemos infinitamente el lenguaje: unir las dos tradiciones , que a su vez están unidas por fuertes lazos históricos. Con esto renovaremos el lenguaje pues como la piel de las serpientes el lenguaje se renueva en ciclos de tiempo que hoy por hoy están contaminados por el exceso de academicismos y estructuralismos.  El pensamiento no se compra: es tan libre como el aire y su manifestación es desinteresada ; pues hoy por hoy el agua es un producto y que no lleguemos al colmo de canalizar los ríos. La contaminación del lenguaje es la contaminación del pensamiento. Depurarlo es descontaminarlo, enriquecerlo. Enredados como estamos en un conservadurismo palpitante es bueno pensar en colectivo y convertir la individual caridad por la utopía concreta, la que incidirá como las ondas del agua en la más ancha onda temblorosa. Si así estamos, es bueno pensar que los Ibero americanos unidos por un fuerte lazo cultural, tomemos su conciencia para crear una literatura y un lenguaje común. Con esto quiero decir , que los dos idiomas comunes y más hablados en nuestro continente latinoamericano : el español y el portugués sean uno; que nos entendamos como nos entendemos colombianos y argentinos ; venezolanos y paraguayos; esto no es difícil si vemos que ambos idiomas proceden del común origen del latín y como decía Baldomero Sanín Cano, son dos formas de hablar latín. Podemos perfectamente hablar un español portugués o un portugués español, como se quiera, podemos perfectamente mezclar las dos lenguas y como el moderno italiano, hacerlo común. Además es una promesa de los grandes arquitectos intelectuales del continente buscar una manera de unirnos pero teniendo en cuenta que unidad no es uniformidad como se pretende. España y Portugal están unidos por fuertes lazos culturales e históricos, ahora que podemos decir de Brasil e Hispanoamérica y los restantes países de América latina; si el inglés es la lengua más hablada del mundo por el desarrollo científico y tecnológico de su cultura (amén de la expansión de su utilitarismo) , el portugués español será la lengua más importante del mundo porque enriquecerá dos culturas que se volverán a unir, dos lenguajes de la misma raíz y del mismo origen. El español no desaparecería como no desaparecería el portugués ( se enriquecería una vez más el latín que se formó en estas dos lenguas de origen común, amén de infinidad de aportes históricos y culturales a las lenguas comunes ). Preservar el lenguaje español no es poner hablar a locutores y académicos de alto rango: si Borges escribió que "El len- guaje no lo hace la Academia, ni el Poder, ni la Iglesia, ni los escritores. El lenguaje lo hacen los cazadores, los pescadores, los obreros, los campesinos, los caballeros y los tipos sinceros." Hay que acudir a las bases, donde se forma la lengua, a las coplas, al decir popular, a las canciones. Pero des- afortunadamente existe una oligarquía del lenguaje: por los grandes escritores el lenguaje no se empobrece más de lo que está; a pesar de Borges que le agradaba las audacias del lenguaje en el Martín Fierro, el habla popular del que el mismo Borges hablaba, hecha arte en un grande escritor como 

Fierro . Hablar bien hoy es sinónimo de tener un voz bonita: preservar el lenguaje no es llenarlo de inquisidores es alimentarlo. Pero no se alimenta con una buena ortografía, ni con comentaristas de vocabularios de vespertinos, ni con ya agotados estudios de gramática. Los lenguajes se enriquecieron con todos los aportes : los copistas medievales crearon la "ñ" española. Ante la inquisición actual del lenguaje debemos enriquecerlo con un esfuerzo intelectual de parte de todos. Si nada más la idea de reformar la ortografía hace trizas el corazón del los puristas del lenguaje ( que aún no conciben que el lenguaje es una entidad viva, transformadora ) y que aún no conciben que una de las grandes herencias como cultura es el poder de trascender la generación espontánea por la voluntad histórica y la tradición profunda. Hubiera sido una buena oportunidad la reforma ortográfica, pues esta abriría la mente de millones de personas al progreso y al futuro y hubiera facilitado la integración del portugués de Brasil y el español de las Américas. Andrés Bello (1781-1865) en sus tareas intelectuales pensaba como facilitar la alfabetización de los millones de jóvenes analfabetos de las Américas y en esa tarea la ortografía heredada de España tendría que simplificarse; debería someterse a una reforma: hoy ( a 2009) son millones los letrados y profesionales que carecen de la más mínima ortografía confiando sus redacciones a los correctores electrónicos. Porque pobrecito el que tenga horrores ortográficos. Sonidos y letras debían corresponderse; se suma a una tradición fonológica del lenguaje : “a un sonido, una letra”. El Prudente Bello hizo su propuesta a la comunidad culta; el enérgico Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), llevó a la acción la reforma ortográfica en Chile en 1844 y obtuvo importantes victorias en este campo en otros países del orbe. Con las experiencias de estos dos educadores de América, Rodolfo Lenz (1863-1938) asume la tarea desde el punto de vista de los avances de la ciencia del lenguaje. Lenz comprobó que con la introducción a la ciencia del lenguaje de la noción de "fonema" es posible la correspondencia de "a un sonido, una letra" sin alterar la unidad de la lengua española. Este vínculo de fraternidad entre los países de lengua española del que hablaba Bello no se alteraría. La propuesta de escribir en español y en portugués no alteraría tampoco la pureza del idioma español y se beneficiaría con la similitud de ambos idiomas. Es una propuesta inofensiva: siguen por millones los anal- fabetos y los gobiernos ( que son también analfabetos ortográficos ) no harán nada por remediar esto. La tendencia de la lengua española sigue siendo fonológica y al mezclar el portugués y el español se verá como una radical reforma ortográfica. En la historia de la imposición de los lenguajes, no se sometió nada a foros ni mesas científicas, por que el lenguaje no es un hecho aislado de la historia, pertenece a la historia. Hoy por hoy las conservadurizaciones culturales de todas las oligarquías son infranqueables. Los obstáculos no son tan inmensos si pensamos en los nacionalismos futboleros, en la vanidad engendrada por vicios de provincia y una mentalidad provinciana producto de malentendidos nacionalismos. Esta idea no es nueva. 

Navega en una utopía colectiva añeja en pensadores continentales. Si se creó la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) , ese sueño es posible; esto traerá como consecuencia un camino más amplio para el desarrollo humanístico y económico de estos pueblos. Hablar una lengua común en Ibero América es una utopía posible. Convertir el Español en Portugués y el Portugués en Español tiene su compromiso en la apertura de las fronteras y en el espontáneo y libre desenvolvimiento del pueblo y en la voluntad de aquellos que han filtrado su egoísmo en las claras aguas de la ilustración. Se trata simplemente de hablar simultáneamente español y portugués, de escribir simultáneamente en portugués y en español; manos a la obra. 



El taller de creación literaria, consideraciones 



Si consideramos la poesía no como una creación de lo espontáneo del sentimiento, la percepción, o las ideas, sino como la “yuxtaposición” de espontaneidad más reflexión; de reflexión más cultura, consideraremos el camino del poeta en su disciplina de la 

espontaneidad, de impresión de los sentidos y el sentimiento; un camino difícil pero renovado hacia el enriquecimiento y una configuración actual del poema: “hacia el camino de la poesía”. Se deslindará la poesía de la “demagogia” como lo habían hecho ya Silva, Maya, Charry Lara, Gaitán Durán, F. Arbeláez, para encontrar la vía a la originalidad desde “poner en tela de juicio” y asimilar nuestras propias influencias desde la especificidad cultural. La creación poética, como dijimos al principio, obedece también a una técnica a través de la historia de la literatura, de las relevantes voces nacionales, que al igual rompen con el prejuicio de la sola validez de la inspiración como motor creativo. Entonces a través de una técnica  ¿Cómo interpretamos la realidad desde la poesía?. En un bello diálogo de la ecuación de Aleixandre: “poesía es comunicación”,  el cual se plantea como un conversar entre el poeta y una amiga en tomo a la naturaleza de la poesía…


"-¿Poesía es igual a belleza? ( ... ) -Ponga usted que la poesía, más que de belleza, parece cosa de comunicación. ( ... ) -¿Qué condición admira usted sobre todo en la poesía? -Su comunicatividad. ( ... ) La poesía es una profunda verdad comunicada. ( ... ) El poeta SE COMUNICA. ( ... ) y esta comunicación tiene un supuesto: el idóneo corazón múltiple donde puede despertar íntegra una masa de vida participada…”.26.
¿Poesía es comunicación, nos remite nuevamente a la decantados versos de los poetas de Piedra y cielo, y a las aportaciones que hizo María Mercedes Carranza en la poética nacional? Los aportes que hicieron los poetas de piedra y cielo, no solamente renovaron la poesía en su momento, sino que fueron muy necesarios aun para escandalizar a los mojigatos que custodiaban los pórticos de la cultura. Poetizar la realidad no quiere decir, suprimir la expresión del sentimiento o aún del sufrimiento; es aunar la  “reflexión”, la conciencia lúcida de sí mismo, de la tarea, de los medios y posibilidades con que se pueda expresar la una y realizar la otra. En César Vallejo el “de las ardientes pupilas campesinas…” está un  gran “experimentador del lenguaje”, luego pasando por las influencias del surrealismo en su oposición a las tendencias realistas;  la característica esencial de las vanguardias: “su vocación por la experimentación”.



La “exorbitancia” como elemento de taller



¿Que es exorbitancia, como rasgo fundamental  de la poesía para la actualidad? Este postulado de Gottfried Benn quiso decir experiencia total, experiencia del poeta en sus “formas analógicas de una experiencia universal de la época moderna”  Y el ejemplo Latinoamericano es César Vallejo; su modo cómo  sufrió y expresó, esto es, su poesía, le confiere validez universal; él que llamó a Quevedo, “ese abuelo instantáneo de los dinamiteros”. Fue fiel a su poética, a su ser, a su confrontación con la realidad intelectual e histórica. Hoy en día están de moda los talleres literarios patrocinados por las instituciones con el objetivo de aumentar el número de lectores; hecho que sería un mito al no potenciar en los talleres literarios la “documentación producto de la investigación” y la “investigación” que es una lectura metódica, aún para la poesía. Esa sería una “exorbitancia”; pongamos ejemplo en un poema de Borges; en un hermoso poema hay una erudición filosófica, pero asimilada; más no en la novela: la erudición que desplegó Gabo en El General en su laberinto es aplicable sobre la marcha, o Vargas Llosa en la Novela La guerra del fin del mundo. Y en esta “exorbitancia” que Gutiérrez Girardot ejemplifica en la obra de Vallejo, y en la novela de José Eustasio Rivera, la vorágine, es un despliegue literario producto de una investigación; un tema de Holderlin es la “muerte como retorno a la naturaleza y unión con ella”. Pero no es que ese poeta se haya documentado para escribir sobre ese tema; es un proyecto a lo largo de la vida. Poetizar es un proyecto que no es consumible, es producto de una elaboración; asimilar, decantar. 

Es como una interpretación de los textos por fuera de los textos: “Sólo puede atenerse desnudamente al texto, desechar tentaciones como la de fijar influencias, establecer fases de su “evolución”, acudir a motivos biográficos para “explicar” sus poemas. Lectura entre líneas, desde la “herida en el corazón” (Nietzsche). “la mutua relación de poesía y teoría se expresa en la figura del poeta doctus -refiriéndose a Borges-, un tipo de escritor que es hoy una exigencia y a la vez la imagen evidente y natural del creador literario” (Gutiérrez Girardot).



 Indagaciones sobre poesía, sociedad y experiencia de taller



¿Será que una poética puede tener la intención de entrometerse en la realidad de una sociedad dada? Uno de Esos ejemplos es el poema  “Grodek” de Georg Trakl; poema de 1914, el año de su muerte, y que trata de introducirse en la violencia que había producido Hitler.¿Se hará necesario que el género poético trate de revolcarse en la llamada Realidad (Historia, sociología, cultura, etc) para dar una  lectura esclarecedora, y buscar como el avestruz, que el arte no se esconde de esa? También una suma de política, sociedad; ramas de la realidad que se entrecruzan y producen una lectura. Así como se decía que leer el periódico en la mañana es un desayuno realista, la lectura de una poesía que se ha bañado en “realidad” es necesaria para colaborar con la convivencia y la universalización de la sociedad y la literatura ¿por eso sería necesaria una creación estética que lea la realidad?  A no ser porque se ha dicho que cuando la reflexión estética le da la espalda a la realidad, esta está en un estado de irracionalidad; es decir, los ciudadanos no quieren mirar bien. Si consideramos los problemas de la poesía como los de la naturaleza, pero no la que se tiene en la imaginación, sino la de la realidad; podríamos ver la cantidad de ¿retos? que tiene... ¿Se podría decir... Este poema es sintético, cuando se acerque bien y vea que tal planta no es natural? O se podría decir, en ese bosque de poemas no se distingue bien el árbol, y al internarnos no entra ni un poco de luz de sol; o como dijeron, en esos poemas de noche, todas las vacas son pardas. Es decir, no queremos decir en ningún momento que la poesía deba ser poesía de compromiso. Si el arte es libre la poesía o el género poético lo será también, pero tiene la tarea de la  “tela de juicio” tal como Mallarmé, que al decir de Borges buscó temas negativos: la ausencia de una flor o de una mujer, la blancura de la hoja de papel antes del poema, y emparentó el poema a la música hasta el punto que el poema La siesta del Fauno(1865) fue musicalizado por Claude Debussy, y el poema el Cigarro da testimonio de esa musicalidad

En la realidad del mundo moderno  al igual, se ha inmiscuido la violencia, lo que lleva a preguntar ¿Cómo poetizar la violencia sin caer en el panfleto o lo meramente testimonial? Se mencionan tres  fuentes para salir de una "forma de narcisismo” que como tal, constituye no solamente una huida de la realidad, paralela a la  incapacidad de penetrar poéticamente: "La realidad más imperativa e intimidante..."
Ante esa evidencias nos preguntamos en el taller, al escribir un poema como conciliar espontaneidad y medida. En un poema leído, el texto surgió de imponer un tema:
¿Cuál cree que es el problema por lo que nuestra sociedad aún se encuentra en un permanente estado de violencia?
La respuesta la di en un poema titulado “El ruido” El ruido al paso del aire, envolvía las páginas, Dejaba la biblioteca en huellas…
Es decir, que la incursión a la “Polis” se dio acompañada de una reflexión,  se vislumbraba un afán lírico.
En la poesía colombiana la variada temática ha sido una constante; la del “yo sublimado” , la del tema amoroso; la meditación u observación del entorno o lo circundante; la del tema de la cotidianidad
La Casa de Poesía Silva, aun después de María Mercedes Carranza, siguió impulsando talleres de creación literaria  e incentivando eventos donde la poesía de la cotidianidad tenía un lugar de privilegio. Esa temática que aún prevalece puede ser identificada por lectores casuales o profesionales y los iniciados de la escritura intentar nuevos temas que aireen la literatura.




Camino al taller




Un mago o mejor, un actor es el «yo» en los asuntos del texto o del palpitante cuadro que será el poema. Muchos se siguen rigiendo a la usanza de mediados del siglo XX Europeo, además un poema moderno   no debería dividir lo exterior y el interior; no debe utilizar el «como», que es la irrupción de un elemento narrativo y prosaico; no debe haber colores, pues son clichés verbales; y no debe tener un «tono seráfico», ser una especulación espiritual barata que juega con el sentimentalismo y la pusilanimidad del lector.

Un poco de luz desde la bombilla de Benn nos dará un diagnóstico del fabuloso cirujano poeta: hacer protagónico al «yo» en un cuadro de naturaleza, y el ejemplo está en el poema Noche de luna de Eichendorff; entonces tenemos la naturaleza inanimada convertida en tema del poema y luego el protagonista interior haciendo de las suyas. El uso y abuso de la comparación “Como” ¿Cuantas veces en una poesía se encuentra “como”? Como, o como si, o es como si, estas son construcciones auxiliares, por lo común fugas al vacío.  El "como" es siempre una fractura de la visión, aproxima, parangona, no instala una relación primordial, pero hay excepciones en poesías fantásticas con como. Rilke era un gran poeta del como; de sus poesías más bellas,
"Torso arcaico de Apolo”. Un como representa siempre una irrupción del elemento narrativo, de suplemento literario en la lírica, una caída de la tensión lingüística, una debilidad de la transformación creadora. Observen cuantas veces se habla en el verso de colores: Rojo, purpúreo, opalino, argento con la variante plateado, pardo, verde, naranja, gris, dorado:con ello el autor evidentemente supone que suscita una impresión de fantasía exuberante, pero no se da cuenta de que estos colores no son más que clichés de palabras que encontrarán ubicación mas oportuna en casa de un óptico o de un oculista.El cuarto elemento es el tono seráfico: se arranca de pronto o se llega a murmullos de fuente y a bella noche y silencio y cadenas sin comienzo, esfericidad…

Por lo común es especulación barata con el sentimentalismo y las blanduras del lector. Este tono seráfico no es superación del mundo terrestre, sino fuga ante el. El gran poeta es un gran realista, cercanísimo de todas las realidades; se carga de realidad, es muy terreno, como cigarra nacida, según la leyenda, de la tierra, insecto ateniense.

Distribuirá los tonos esotéricos y seráficos con infinita cautela, sobre duras bases realistas. Y luego atiendan a la palabra "escarpado": ahí hay uno que quiere llegar alto
y no logra subir. Si por tanto en el futuro se encuentran con una poesía, tomen por favor un lápiz como para las palabras cruzadas y observen: poesía sobre tema descriptivo, COMO, escala cromática, tono seráfico, y muy pronto llegarán a un juicio autónomo.




Experiencia de taller





Se reconoce los propios seres interiores en la lectura, se persigue un eco de nuestra propia voz al  escuchar el silencio de ese mundo. En ese camino a recorrer de la comunicación poética es, donde en permanencia se está afirmando nuestro o se está idealizando al revés del espejo ¿Que disgustado lleva el espejo tapando su cara? Esa identidad del escritor de poesía es una manera también de pensar y sentir y su traducción en palabras o el poema deja siempre algo, una alusión o un secreto. Con los participantes del taller, que a la vez es de todas las edades (Desde 17 años), y condiciones sociales y culturales, es hacer que reconozcan su inicial manera de decir; otra cosa es la corrección gramatical del texto y el estilo. Es esa «carpintería» de taller se puede perder mucho de su esencia inicial. Lo dejamos en reposo y pasamos a indagar por una lectura referente del texto aprovechando la basta biblioteca que nos ofrece internet. En el desenvolvimiento del taller de poesía he tratado temas relacionados con las expectativas latentes y explícitas del participante, y lo que más he destacado en mi experiencia como «tallerista» es que ellos ya tienen idealizada una manera de escribir y hasta de leer. Así surge la posibilidad de crear un procedimiento de taller que de cuenta de la identidad literaria del participante y se asuma mejor una lectura activa de sus creaciones en cuanto al reconocimiento de su propia creación y se aventure una bibliografía en la que continúen su proceso de formación que como sabemos es inacabada, y una lectura de textos de autores modelo; por ese camino también se animará a los participantes a identificar sus figuras literarias más recurrentes, destacarlas y animarlas a ensayar otras. EI interés puntual del taller se centraría en el ejercicio que he venido planteando y es «el reconocimiento de la voz propia y un proceso de búsqueda» en el trabajo literario, en este caso en el poema: y los resultados que se puedan dar bajo ese punto en la revisión de los textos: en la corrección, en su formulación de poema (La forma que tenga). También desde ahí participar de la experiencia en ese proceso creador y de búsqueda. En esos aspectos me gustaría tocar el tema de la «Originalidad, la estructura del poema o texto, el uso del lenguaje; corrección gramatical y ortográfica (Aspectos tomados de la guía para jurados de concurso) y un tema que me parece importante es su observación a una temática, que como se sabe, en poesía formaría parte de las «Obsesiones de un autor» y el hecho si es posible que en poesía el autor se repita en torno a su temática o tópicos utilizados; si también es posible que el poema tenga una temática explícita o insinuada o una mera descripción de estados de ánimo o de su entorno. 


El poeta y la psicología social de este lado


La capacidad de desatar el lado cruel de las personas lleva a saber que se percibe una cierta psicopatía social donde el pánico hasta por lo más mínimo se vuelve arbitrariedad y pérdida del miedo; la conciencia de la muerte queda libre pues sabe que escribe para los que no piensan que la muerte no es con ellos, y que son una legión en las actuales sociedades multitudinarias.
Concibe su vida en un paseo dirigido a los ojos ávidos de espejo, pues sabe que los sentidos propios son lo único que tenemos. Testigo de que el alma es el «cosmos» y el cuerpo  encierra todo lo orgánico del universo; el alma es la conciencia y universo.

Está convencido de una perfecta evolución procedente de la máquina móvil universal, testimonio de una vida consagrada al desinterés y a la bohemia de la lectura; así cumple un ciclo que lo sella con su convicción de que la literatura ha caducado en sus

formatos tradicionales, que bien podrían mezclar todos los géneros  pero con la convicción de volverse por ello marginal o no ser emergente, como se hacen llamar todos los que  creen haber sido convocados por esa vieja hermosa e ilusoria que es la fama.  Sin embargo la caducidad se convierte en norma del hacer y el sentido común se pierde en fósiles y zombies eternos de canciones, libros y sortilegios.

Respeta de sus colegas a esa legión que conserva los modos usuales de «vesificar» aun por actuales, y veía en esos poemarios un ejemplo de «ruptura actual», aunque paradójico, y una vocación de vuelo estético del lenguaje. Su condena también conjuraba su deslealtad  a la ortografía ( así sea por ignorancia). Es consciente que expresa un paseo estético de la interioridad, la angustia de la realidad de consumo y un salir corriendo al encuentro de un destino que abría las puertas, paradójicamente también, a un viaje alrededor del mundo (Viaje que siempre había invocado)

Canto a mi mismo y canto a lo otro


/Yo me celebro y yo me canto/ 


En esa línea del poema de Walt Whitman, está cifrado el destino, en palabras de Borges, del Hacedor, la lucidez en la  conciencia de si mismo, en el vibrar de la individualidad. 

La poesía leída desde distancias culturales sería el reflejo de esa cultura en particular a no se por la universalidad del genial Whitman. Que puedo saber de una persona de alguna región del mundo en particular ¿La lírica pasó de todas las exploraciones de las vanguardias a saber menos de los humano y así de las idiosincrasias? El poeta ha hecho de sus sentimientos y su vida una estética, al  poder expresar sus emociones de una manera particular y de paso expresar sus pensamientos de una forma estética.

La lírica había roto sus cauces y los dulces cantos que entonaban nuestros abuelos se vio interrumpido alguna vez por el frentero Gonzalo Arango y en nuestro medio Pablus Gallinazus masticando una flor. Esos desbordados ríos que precipitaron la muerte del cisne y la entronización del Modernismo dieron paso a la «costurerita que dio aquel mal paso», poema con el que el Argentino Evaristo Carriego encandilaba a Borges.  Ya tiempo atrás Baudelaire también escandalizaba y llevaba la prosa al poema. En una sociedad de escritores la lectura debe germinar en hermosas y bellas plantas, es por eso que se hace necesario hacer una reflexión que se encamine hacia el sembrar lectores actuales que reconozcan el proceso que se ha venido gestando literariamente y que vean en el hecho literario al decir de Heráclito, en una corriente hacia el devenir que inunde a todo aquel que asome la imaginación en los libros.

Ese reconocimiento de la importancia de la literatura en la sociedad actual se debe también a legitimar al creador literario o al poeta como actor principal en la formación de lectores y a la vez ciudadanos  que están en transición de cultura. El poeta actual se tiene que enfrentar a una realidad más compleja que el narrador puede asumir sin miedo ¿cómo interpreta esa realidad objetiva un hacedor del yo? La multiplicidad de talleres literarios ha creado esa necesidad de expresión que desde luego se canaliza en estos tiempos de crisis pos pandemia.

La semilla que esperamos sembrar aquí está en la toma de conciencia de la creación de lectores como una actividad también hedonista ¿Un leer para qué? pregunta utilitaria que marcaría al decir de Platón la malévola intención de crear soñadores.


Poesía, olvido y creación


La poesía como el florecer de la flor o el salir de una mariposa de su capullo,  o la caída de una cascada cuando la nieve comienza a derretirse; es ahí cuando la intuición nos dice que leemos y de que se trata, sin darnos en totalidad una comprensión intelectual. El poeta actúa como creador, en  su reconocimiento de su «ser expresivo», no tanto  como el ángel de Guyau, que una sola brisa le desgarraría las alas, sino consciente de lo que no sabe el lector profano: que el poeta al hecho de escribir no discernirá sobre épocas, modas, vanguardias, y sobre todo historia; actitudes, movimientos poéticos o de vanguardia.

Desde el paisaje actual de la poesía  la aparición de «asociaciones de poetas» y «talleres de creación literaria»  han puesto la literatura, la poesía a un nivel que antes no se conocía en cuanto a creación, a la idea de profesionalizar la literatura, hacerla partícipe del desarrollo de la industria editorial. Por eso el lector se encuentra con una abundancia de creación en su misma localidad que lo lleva a sensibilizarse en tal o cual género.

Encontramos entonces una gran variedad de posturas poéticas en la que se halla aún la métrica, la prosodia, diversas técnicas procedentes de vanguardias literarias entre otras técnicas. Esto ha facilitado el encuentro de lectores y ha creado una función de la poesía en la sociedad, también  los procedimientos de creación de los autores, al ritmo, como dijimos, de la evolución de la poesía en nuestro orbe; el creador ejerce un encuentro con su realidad, un desayuno con olor a café y el periódico de la mañana al decir un poema de Borges, que alumbra el paisaje de su entorno de parte del lector y el escritor.

Los autores locales  casi han olvidado los grandes poetas que ha producido Colombia; el caso de Aurelio Arturo(1906-1974) y luego Fernando Charry Lara (1920-2004); la «generación» poética de «piedra y cielo» también alzó creativa y serenamente su voz, bajo el escándalo de los estacionarios, y proclamó de una vez por todas que Colombia era un país feliz: «salvo mi corazón, todo está bien», verso con el que Eduardo Carranza saludó a esa renovación poética que les correspondió.

Poetas Santandereanos como Ismael Enrique Arciniega están casi en el olvido, y ya las  damas no recuerda ¡A solas!, poema con el que sus pretendientes solían asaltarlas. Encontrar el punto de ese rescate de la memoria  a partir de la reflexión del propio acto de creación de parte de las nuevas voces; en una frase coloquial: saber donde pisamos como si estuviéramos presintiendo «al abuelo de los dinamiteros poéticos» el poeta Quevedo.


Poesía y violencia política


Los ojos de Fernando Charry Lara absortos en la naturaleza seguían el horizonte de una dialéctica que interroga el Ser colombiano, no a la manera de la respuesta de Borges a esta cuestión, sino en una reflexión poética de poderosos ojos de medusa y que aún intimidan a los patriarcas cultos del país. Por este motivo busqué dos poemas de juventud que dibujan en esa mirada dialéctica: / «Tanto fulgor despierta en la memoria el sueño» (Del poema Cielo de un día).
La violencia en Colombia seguía su ininterrumpido curso: como el ave fénix renacía en zonas rurales o campos, en las llamadas zonas rojas, dejando una secuela de guerra en la psicología de las ciudades que más o menos han vivido la paz de lo urbano; más en la naturaleza de esta inmensa geografía siguen existiendo voces cultas de esencia mundial que son atenuantes ante el señalamiento a un país que ha sido incapaz de  resolver sus conflictos desde la política. Hasta en una ligera labor de oscurantismo, se  había logrado desviar el río que desembocaba en los afluentes donde convergía  la poesía mundial; la labor intelectual literaria y cosmopolita del grupo Mito o su Revista (1955), con su consigna : “Las palabras también están en situación”,  se vio suspendida después que había enviado sus abundantes aguas a las porvenires corrientes: Fernando Charry Lara (1920–2004), una de sus voces, y ya un clásico nacional, quedaba inundado mientras los ríos de la poesía en Colombia seguían fluyendo sin suficiente oxígeno, llevándola a un estado de sofoco y al mencionado “apartheid” del mundo: vino el silencio de “Mito”, aparecían movimientos literarios del “escándalo” en tanto la violencia permanecía; Charry Lara, una de las excepciones, también huía del humedal “clientelista” en el que había metido sus píes la poesía como consecuencia; hecho bien documentado por el “diatribista” Umberto Cobo1. Aparecían figuras literarias bien posicionadas al modelo político del clientelismo, dejando en una honda subterránea el hecho de que la poesía en su función converge, como lo habíamos dicho, en una posición mundial que traza una resistencia ante el desbordado “instinto humano”(¿Nihilismo?); no por eso la poesía debiera estar al servicio de una fe o una causa, o al servicio del mundo y sus cosas, como había proclamado la tesis de “poesía es comunicación”. Fernando Charry Lara, heredero de Aurelio Arturo (1906-1974), se sumó a la concepción de la poesía moderna: “ Como una incógnita que se divisa y se aleja, como una forma de opacidad, en la que según Paul Celan consiste la poesía moderna… La palabra no tiene intención valorativa, se presenta en todas partes, todas las cosas la conjuran. Se encuentra pues en los límites de la realidad cotidiana misma: en los límites de la realidad social…”2. Y es en testimonio a esa violencia de mediados del siglo XX en adelante que publica dos poemas que dan cuenta de la realidad social”: “Testimonio y Llanura de Tulua”, del poemario Los adioses(1963). 




Testimonio


Eran vísperas del crimen el empedrado,

la tarde,

el sol caído violentamente hacia el oeste,

cuando, desde balcón a la plaza,

veías negros jinetes cruzar.

 

Remotos, pálidos, silenciosos,

iban

en lento paso morado,

en procesión de monstruos fugitivos,

y su vacilación el sitio a donde

llevar duelo.

 

Cayendo crepúsculo a sus alrededor,

con pisadas secas,

con aturdimiento, entre el polvo,

podías creerles

sonámbulos que cruzaran con cuchillos

su sombra.

 

Los recuerdas, arroces de frío

y de noche, caer

sobre frágiles chozas

entregadas

como el desnudo de sus vírgenes,

quebrar cuerpos, manchar de sangre muros

y luego perderse,

tigres sin pesadillas,

tras el aullido del aire y los muertos.

 

En todo lugar la huella solitaria:

los harapos, el filo de sus dientes, la tiniebla.


¿El poema “declara” una masacre ocurrida “hacia el oeste”? El Poeta desde un balcón de una calle empedrada tenía la visión de los “negros jinetes cruzar”, y su aterradora misión, que a su vez es una imagen o símbolo de los “asesinos”. Así el poema se convierte en “alusión” “Imagen” que evade la “poética de la comunicación, es decir: la poética de la “cordialidad, compasión, llanto, guía para la lucha o para la inercia… Con ello se llevaba a la poesía a la cercanía de la retórica,… Permitía convertir al poeta en portador de una revelación, en predicador…”(R.G.G.1984).  Charry Lara prefiere la “libertad de conciencia” hecha para una democracia, y entra en una meditación y reflexión, de acuerdo a su más entrañable poética de corte “esencial” o “absoluta” al estilo de Mallarmé. Su reflexión de la violencia en Colombia, se evoca en el silencio de la imagen, no en la queja o la denuncia. Los jinetes de la muerte cabalgaban hacia el “Oeste” que en el poema alude a la región del Chocó, Buenaventura y el Pacífico en general; que a la fecha ese inmenso y rico territorio, al resto de la geografía nacional está separado por la excesiva  violencia y se convierte en el ícono nacional de la superación del conflicto por su confusión entre crimen organizado y común, violencia política, narcotráfico y guerra intestina…¿Charry Lara denuncia mediante la “alusión", o mejor, testimonia, para las corrientes temporales del mundo, los obstáculos que impiden la paz?3. En el primer verso, el “empedrado” da la imagen de la Casa Grande (caciquismo); el “lento paso morado” de los verdugos indica la vacilación de un conflicto interno sin sentido ¿Nihilismo hecho carne y hueso por la testarudez? La ampliación temática del poeta, “medita” la violencia: /sonámbulos que cruzaran con cuchillos su sombra/ Es decir, una guerra civil hecha lírica en la voz del poeta, y cobra una actualidad absoluta avanzado el siglo XXI; se expresa desde la subjetividad la violencia,  y se asemeja al poema V  de España, aparta de mí este cáliz” (1939), que dibuja la imagen de la muerte, en su testimonio de la guerra civil Española:


V.-"Imagen española de la muerte"


¡Ahí pasa! ¡Llamadla! ¡Es su costado!

¡Ahí pasa la muerte por Irún:

sus pasos de acordeón, su palabrota,

su metro del tejido que te dije,

su gramo de aquel peso que he callado ¡si son ellos!


¡Llamadla! Daos prisa! Va buscándome en los rifles,

como que sabe bien dónde la venzo,

cuál es mi maña grande, mis leyes especiosas, mis códigos terribles.

¡Llamadla! Ella camina exactamente como un hombre, entre las fieras,

se apoya de aquel brazo que se enlaza a nuestros pies

cuando dormimos en los parapetos

y se para a las puertas elásticas del sueño. (fragmento del poema)


“Negros Jinetes” evocan a Paul Celan… “Hombres con paso de acordeón entre fieras” es la imagen de la muerte en Vallejo; el “colombianista” James J. Alstrum dice que Charry Lara ejemplifica: “al verdadero poeta de conciencia ético-moral que no puede permanecer indiferente e insensible ante eventos tumultuosos en el contorno de su mundo lírico…” Afirmación que constató el mismo poeta al asegurar que: “la poesía jamás será indiferente al sufrimiento humano”4. Pero con Testimonio, el poema no intenta “lloriquear” la desgracia, sino fijar una multiplicidad de lectura para la posteridad y con la clara convicción de una estética entregada a cincelar el tiempo en una voz nacional entre la universalidad convergente…


El otro poema: “Llanura de Tulua”

Al borde del camino, los dos cuerpos
uno junto del otro,
desde lejos parecen amarse.
Un hombre y una muchacha, delgadas
formas cálidas
tendidas en la hierba, devorándose.
Estrechamente enlazando sus cinturas
aquellos brazos jóvenes,
se piensa:
soñarán entregadas sus dos bocas,
sus silencios, sus manos, sus miradas.
Mas no hay beso, sino el viento
sino el aire
seco del verano sin movimiento.
Uno junto del otro están caídos,
muertos,
al borde del camino, los dos cuerpos.
Debieron ser esbeltas sus dos sombras
de languidez
adorándose en la tarde.
Y debieron ser terribles sus dos rostros
frente a las
amenazas y relámpagos.
Son cuerpos que son piedra, que son nada,
son cuerpos de mentira, mutilados,
de su suerte ignorantes, de su muerte,
y ahora, ya de cerca contemplados,
ocasión de voraces negras aves.

 

Charry Lara sigue contemplando desde el balcón de la calle empedrada su visión de “la muerte”. Conforme a su poética de la opacidad, de una incógnita que se divisa y se aleja, tras haber caminado por largas horas en el desierto ve la imagen de dos amantes pero constata hostigado por la intensidad de la visión que son dos cuerpos muertos tal como Aquiles  dejó el cuerpo de Héctor en el suelo para ser devorado por perros y aves de presa; más en “La llanura de Tulua” están en… “ ocasión de voraces aves negras”. He aquí el testimonio ante la violencia de su país; con la conciencia que como cultor de la palabra su misión se cumplía; la indignación que sentía la convirtió, al decir de Borges, en arcilla para crear, y en “Testimonio” ¿sin salida? Como los mejores poetas testimoniales, su derrotero es el pesimismo, que en el poemario Los adioses inicia como un poema dedicado a la poesía


No existe sino un día, un solo día,
Existe un único día inextinguible,
Lento taladro sin fin royendo sombras: No soy aquel ni el otro, 

Y ayer ni ahora soy como soñaba. (Fragmento)


Así el poema pudo haber sido dedicado a Colombia: /Existe un único día inextinguible/

E irse por las profundidades del tiempo donde el Aristócrata Bogotano José Asunción Silva le cantaba a la “muerte” en su “Nocturno III” (1908) abandonado por los suyos en la pobreza.


…Como en esa noche tibia de la muerta primavera,

como en esa noche llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,

se acercó y marchó con ella,

se acercó y marchó con ella,

se acercó y marchó con ella... ¡Oh las sombras enlazadas!

¡Oh las sombras que se buscan y se juntan en las noches de negruras y de lágrimas!… (Fragmento)

Así en Llanura de Tulua y en  Nocturno tres, converge un país de voces que no han dejado hundir en el “oscurantismo” a nuestro país con su sensibilidad poética que se inserta en la comunidad mundial cultural.


Charry Lara trascendió el legado de la poesía de carne y hueso y trazó la imagen de su trabajo poético:«como algo inalcanzable pero cercano».Postulado que le sirvió para romper retóricamente con patriotismos, lamentos e himnos coloquiales que añoraban el más allá, y que le daban la razón a Borges en el hermoso  poema Ewigkeit de 1964:

Torne en mi boca el verso castellano
a decir lo que siempre está diciendo
desde el latín de Séneca: el horrendo
dictamen de lo que todo es el gusano.


No será el ideal de  realidad que diseña Benn, que al lado del más allá terrenal de Charry Lara parece languidecer pero como en una pista metafísica teoriza sobre «las respuestas últimas a las preguntas últimas de la vida que se encuentra en este mundo»(Gutierrez Girardot).
Al trazar una incógnita en su poesía, Charry Lara fue consciente de su aislamiento. Al parecer su poesía  es un espejismo, tal como  lo imaginamos en el desierto (subrayado del autor de este texto) «algo huidizo que se divisa como un “fulgor”; simultaneidad de lejanía y cercanía: / Tanto fulgor despierta en la memoria el sueño / De un misterioso día que embriagó el corazón…/(Cielo de un día),  «reconoce y espera el fulgor que venga a iluminar sus contornos y a bautizarla con palabras nuevas». Literalmente es claro el sentido; un paseo al atardecer por la pradera de parte del poeta; el texto huye de la descripción y traza la imagen del canto; es decir, del poema; es poema total: momentos simultáneos de la “visión”, donde la lejanía contrasta con la cercanía. Ese  «misterioso día que embriagó el corazón» no es solamente el objeto del "canto", sino que: «vaga en mis palabras como luz soñadora» El “canto" mismo, es cercanía (luz) y lejanía (Soñadora) a la vez. La poesía como objeto de la poesía, que se acerca a los postulados de la llamada poesía pura trazada por Alfonso Reyes. ¿En Charry Lara la realidad es metafísica? ¿Filosofía?, cuando él escribió sobre el poeta silencioso de Colombia Aurelio Arturo, al que pudo llamar su maestro: «de ahí también la seguridad de su concepción de la poesía como fruto del sueño y la vigilia, de la imaginación, la sensibilidad y la inteligencia»… ¿Trazaba la imagen de su propia poesía? Aurelio Arturo se enfrentaba a un pretendido «formalismo» que abundaba en su época.


1- H, Cobo. Lírica y política: los espectáculos de poesía en Colombia, 2007.
2- R, Gutierrez Girardot: poesía y crítica literaria en Fernando Charry Lara, 1984

3- Revista Semana. El salvaje oeste de Colombia,2013

4- J. J. Alstrum. Charry Lara, teórico y practicante de la poesía,2005.






Una poetisa (o poeta)  santandereana




La Poesía, al hacer uso de la reflexión “recrea” la subjetividad; Angie Gaona (1980); entra en otro mundo y “capotea” el “erotismo” en la que estuvieron inmersas sus predecesoras; se define a si misma como “poeta experimental” y es organizadora de encuentros y lecturas de poesía. La historia de Santander parece darse en su poesía experimental; también “investigadora surrealista”, ha logrado transmitir la fuerza de la época en tono fuerte y visceral; para eso también sirve la poesía: es el recuerdo no solamente de lo histórico sino de lo espiritual, de lo profundamente espiritual que nos une a la tierra: /El camino entró por la ventana / Como rama que avienta la tormenta… /Las casas se volvieron caminos o fueron atravesadas por ellos/ La lucidez se apoderó de las casas…/ Dice en su poema «Camino»

La poesía experimental es catarsis: no es nueva, busca siempre sus propias reglas, hay algunos poetas que expanden esto a otras artes. Este tipo de poesía es heredera de la segunda época de vanguardias del siglo XX, vivencia en Latinoamérica. Fue configurada en un ala nueva para la expresión poética que no ha sido asimilada, por poetas tradicionales, una forma de llegar a las nuevas generaciones. Lo que propone es que el lector se involucre con la obra y la complete desde la interpretación del código, utilizando nuevas herramientas que abre la tecnología, ella explica que es el momento en que la humanidad se prepara para borrar la distancia entre el espectador y el espectáculo. La poesía es la que impulsa ese tipo de actitudes en la gente, es la inspiración de las transformaciones del ser humano, es un pan que comemos todos: /Sigo el camino del esternón, busco el origen de la sed, voy al fondo de un cañón de paredes plateadas…/ Del poema Cañón adentro.

El libro de Angie Gaona,  Nacimiento volátil, siembra lectores comprometidos con la actualidad, como diciendo: /Colecto las raicillas del pensamiento…/(Del libro). Rompe el estricto esquema lírico y en abierto verso libre se enfrenta, ya no a las emociones del lector sino a su reflexión; unión entre la historia, la vida, el mundo y la poesía experimental: la poesía que se entromete y entre a otras fronteras donde no teme ser excluida y ver la poesía más allá de lo acostumbrado. La poesía también se puede ver con un golpe de vista en una imagen, se puede escuchar en lo que se llama poema sonoro y se puede interpretar u observar en un gesto y por último puede articularse con los frutos del árbol del conocimiento.
Lejos está aquí el “yo moderno” de Benn, el poeta del siglo XXI, busca que de nuevo hable la naturaleza y la humana (¿Sin éxito?) ¿La niña rebelde que era la poesía, esta buscando su centro? En Angye Gaona, la reflexión es su centro. El “Yo” ya no se  escinde de nuevo en el mundo; mundo interno y mundo externo. El “yo” busca la unidad, la reconciliación con lo externo.

La poesía de Angie Gaona, es una poesía que no busca hacernos cambiar de opinión, sino de vida comunicativa, porque su demanda de humanidad está entregada a las posibilidades de que el habla nos devuelva al sentido. Ese otro diálogo es lo que está por hacerse; una poesía que se nutra de la memoria investigativa de lo que somos, que se peine el “desmelenado” romanticismo e investigue o descubra el sentido nihilista de la vida: / No provoques al león que reposa en su campo. ¿ Si no puedes resistir esa, tu inclinación de más, y buscas un león que sirva su propia cabeza en tu mesa y sólo un par de garras, las tuyas…/





El sueño de la poesía





Para el «iniciado» poesía y realidad son dos elementos que pueden estar tan ausentes de su intención que pareciera que no van a envejecer nunca y gravitan en una perenne adolescencia y se dan a la espontaneidad como al licor de las sensaciones. Descubrir el entramado de la realidad para la creación poética, como se manifiesta, la elección de un modelo dará un punto de referencia desde nuestra subjetividad; por ejemplo el gran poeta colombiano Fernando Charry Lara, presenta en su poema «Cielo de un día» su arte poético y en su lectura se perfila su intención. Pero para muchos creadores parece que la experiencia les da todo el material que necesita su creación lírica y lo complementan con lecturas varias de poesía; en el citado poema de Charry Lara se transparenta la reflexión del propio trabajo creador en el tiempo, con la lucidez del “eterno retorno”; renuncia a la temática espontánea (por muchos años se había seguido la propia evolución temática; se creía que se había agotado, que se había vuelto  repetición de la mismo que se había llevado por años: la soledad, la muerte, la paranoia, la sublimación de la naturaleza urbana etc.). Es tratar de crear  una fidelidad que al seguir a Stéphane Mallarmé, se tiene la certeza que la poesía se mantiene viva gracias al ponerse en permanente «tela de juicio» o reflexión en su propio quehacer.. Es un “asedio poético a la poesía” y la palabra exorbitancia que significa «exceso notable» O apartarse de los lugares comunes en los que puede caer la creación poética, al igual que  el estereotipo en el que poeta es llevado sólo por la espontaneidad, y su palabra como una gran escritura automática se tomaría el poema; de todas maneras, el poema no sólo es la transcripción de un pensamiento o imagen. Nos gustaría decir como dijo José Luis Reina de las traducciones de Stefan George: el poema “transcribe una impresión”. La poesía coloquial, decantada de la palabra corriente subraya la imagen y el pensamiento; para la transcripción de la impresión (y creo que para todo acto creador), el trabajo de taller en la creación inicia con la selección y al menos con  la medida, sin que le falte algo de  ritmo; quisimos saber en que medida el poema mezcla espontaneidad, y como decía el gran maestro Argentino Jorge Luis Borges, «deliberación» en la palabra. Sin embargo, en u taller hemos sentido la angustia de enfrentar esa transformación de la palabra dada por la musa, la inspiración o la espontaneidad que nos regala la palabra, a la que puedo mostrar en un hermoso poema de Rafael Cadenas (1930): /Lleguemos a un acuerdo, poema…/… /Ya no te forzaré a decir lo que no quieres…/ ¿Para qué este empeño en hacerte a mi imagen… Cuando sabes cosas que no sospecho?/ (Las Paces «2004»).
Al parecer la poesía actual tiene la certeza de una palabra que huye de la dictadura y construye al volver a las heladas torres su propio marfil; busca hacernos cambiar de vida comunicativa; porque su demanda de humanidad está entregada a las posibilidades de que el habla nos devuelva al sentido. Ese otro diálogo es lo que está por hacerse; la reflexión del propio poeta en torno a su espontaneidad. Pero al igual, la palabra puede congelarse, volverse hielo como en los neoclásicos; se anularía lo enumerativo, el ritmo, y quedaría como un flaco pollo de invierno.

Poesía y naturaleza


Algunos poetas de mediados del siglo XX Europeo, privaron al »yo» de inmiscuirse en poemas de naturaleza: hacer protagónico al «yo» en un cuadro de naturaleza, y el modelo está en el poema Noche de luna de Eichendorff, lo convierte en «naturaleza muerta» inanimada y convertida en tema del poema a favor  del protagonista interior, la subjetividad.

Los poetas en Latinoamérica, al igual que la inmensidad y belleza de su naturaleza, surgieron de ese dinamismo del llamado nuevo mundo , en cuanto fue globalizado por Occidente . En la región de los lagos en Inglaterra , se dieron los poetas de la naturaleza , los llamados poetas lacustres o "lakistas" poetas de los lagos : ahora considerados grandes poetas de la literatura universal. William Wordsworth (1770-1850), Samuel Taylor Coleridge (1770-1834) entre los más destacados, vivieron junto a los lagos del Noroeste de Inglaterra, en la zona conocida como Lake District, región de los lagos, (Cumbria), inspirándose en sus encantos. Los dos primeros escribieron a dos manos las "Baladas líricas" en l.798. Comenzaba la era del "romanticismo"; comenzaba la mirada histórica a sumergirse en la realidad, a descontaminarse ideológicamente y a aterrizar en sus propios entornos. Desde el rio de la plata hasta la Patagonia en Argentina, los inmensos lagos que poseen estas regiones dieron sus grandes poetas también con analogía con Europa. Pero estos poetas tenían el rasgo especial de estar compenetrados políticamente en la sociedad en que les tocó vivir. El Argentino Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888 ) : entre los llamados "arquitectos de América", no sólo exaltaba sentimentalmente la grandeza de la naturaleza. Otro gran poeta fue el Ecuatoriano Juan Montalvo (1832-1889). Más que todo eran "poetas doctos", intelectuales. El primero era autodidacta, como Jorge Luis Borges. William Wordsworth hizo sus estudios en la universidad de Cambridge, y es conocido que esa universidad fue precursora de la revolución industrial; universidades que le dieron grandeza a su sociedad. Estos poetas partían desde la sociedad gradual , por decirlo así; los conocimientos de su época eran producto de un Estado , en latinoAmérica , cuando no el Estado estaba tiranizado , los poetas surgían no por devenir sino por fuerza histórica. Es sabido que la universidad es "alma mater" pero no de un puñado de inconscientes sino de una sociedad. Esto explicaría que sobre la grandeza de estos poetas latino americanos , millones de almas ignorantes pululen hasta la fecha en esta sociedad carente de universidades que estén en concordancia con los avances modernos y que ha profundizado el atraso social . La contradicción entre poetas doctos y sociedad ignorada e ignorante puede resolverse dentro un movimiento radical de reforma universitaria, que la democratice , no en el sentido sofista occidental de " crear instituciones educativas por particulares" sino en el sentido democrático de darle educación superior a la mayor parte de los ciudadanos , pero no una educación superior privatizada y mediocremente tecnócrata. Los grandes poetas deben surgir de una sociedad culta y democrática ; por ahora la bandera la han tenido los que han salido adelante , como dijimos , por pura fuerza histórica. Si Latinoamérica es naturaleza e inmensidad , la utopía política de una reforma universitaria es cultura y fuerza histórica, y eso significa una ampliación del Estado y una imposición de una democracia operante.




La realidad

Leer poesía actual puede impresionarnos pues a veces su lenguaje es más que una adivinanza; racionalmente siempre estamos en la búsqueda de sentido y es por eso que buscamos mensajes y sentimientos que nos hablen, como dirían, al alma y al intelecto.
Al poema hay que tomarlo como a la experiencia del amor o la incertidumbre, nos pueden rechazar o huimos sin volver la vista atrás; leerlo con la conciencia de esa adivinanza y a la vez enriquecer nuestro propio lenguaje intuitivo.

La poesía de los más jóvenes, actualmente pasa por barnizar sus anécdotas más sentidas, y en esas experiencias ve su más ricos materiales para crear; pretendemos iluminar este horizonte parándonos frente a la realidad y sus serpenteantes cabellos, pero atentos a sus espejismos de Medusa. Una mujer mordía una manzana: cantaba Eduardo Carranza, mientras pensaba en la «entrañable verdad»; en qué medida un poema participa de un mensaje o a lo mejor una idea, o la intención de mover al lector de alguna forma: /salvo mi corazón, todo está bien/ seguía murmurando Carranza, poniendo de presente «la poesía en sí misma». Volver al corazón ¿Era la realidad del sentimiento lo que legaba a las nuevas generaciones? Para Fernando Charry Lara, la poesía parecía, en redundancia, parecer más espejismo: algo inalcanzable pero cercano ¿Que tipo de realidad tenemos aquí? Es una huida del cuchillo, la mermelada y los gritos: /Del horrendo dictamen de lo que todo es el gusano/. En su poema Cielo de un día, las nubes aparecen como el material sensible para hacer poesía y alejarse de la retórica. La realidad también puede ser un espejismo tal como  lo imaginamos en el desierto. En ese espacio podemos vislumbrar la poesía pura y un fruto del sueño y la vigilia, de la imaginación, la sensibilidad y la inteligencia; ya en esto traza la frontera con Eduardo Carranza.



Literatura y realidad



La compleja realidad de los países en el mundo actual ignora conscientemente por una especie de “presentismo”, que la literatura es un vehículo primordial en el entendimiento de los pueblos y de su propia realidad socio política. Viendo así las cosas, no se puede entender a una expresión –llamase culta- que despliegue cualquier ortodoxia o mandamiento: es el caso de las teorías literarias que se despliegan hoy las universidades difundiendo “las recetas”como dogma de la narrativa e incluso de la poesía,  o sea que un escritor se ajusta a una receta que logró confeccionar según su experiencia y desde ahí produce su novela o su cuento, o lo que es peor aún: su poema, y esto lleva directamente a considerar la literatura una plataforma para escalar espontáneamente al éxito social y económico. Esta manera de escribir conduce directamente a acatar implícitamente el autoritarismo como una norma social y ni siquiera el ejemplo de Julio Cortázar servirá para disuadir a  los que pretenden escribir literatura de compromiso. Desafortunadamente, las universidades están produciendo escritores con los oídos atentos al mercado, al “bestseller” y a la literatura como una profesión que produce obras de consumo masivo y de carácter sensacionalista. Pero si son profesores, salen con un concepto bibliográfico de la literatura que da como resultado que sus alumnos de bachillerato jamás en su vida vuelvan a leer un libro y por eso se crean los sistemas nacionales de lectura que sólo apoyaran a la gran industria editorial. Se ha olvidado completamente el “Deslinde”, esencial obra de Alfonso reyes (1889-1959) en  materia de teoría y ciencia literaria.  Por ejemplo, la obra narrativa de Rafael Humberto Moreno Durán (1945-2005)está por estudiarse: expresa una riquísima realidad que  despliega el modo de vida de una determinada clase social . No se trata de hacer una literatura de facciones.  La crisis de la literatura de lengua española ha padecido de ortodoxia y se ha refugiado en unos persistentes nacionalismos; se trata más bien de retomar el camino  que trazó Eduardo Mallea en la exploración de una realidad proscrita por la literatura de una tradición española clerical. También se suma a esta crisis, el anacronismo con que es practicada en los usos de los géneros literarios y su confusión con los acentos literarios. La literatura es de las artes, la más libre por excelencia y en eso es de reflexionar el texto de Pedro Henríquez Ureña (1884-1946) “ El descontento y la promesa”.


Una realidad que está olvidada en la poesía Colombiana


La espontaneidad siempre será un baluarte de la lírica, la expresión del «Yo» en su sentido más poético; pero al entrar en ese «canto a mi mismo» el poeta de más experiencia invoca a la reflexión para, valga ese usado término, pulir ese criatura que ya muestra su rostro… ¿Salir del estricto «Yo poético» e invocar el tu? ¿En el tu amoroso invocaríamos a la mujer que muerde la manzana, y en el retórico a Juan deslumbrando? ¿De que tu estaríamos hablando? ¿Del tú común, del tu total?

Reabrir nuevos caminos en  la realidad, pasando por los espejismos de Charry Lara y la abundante palabra de la poesía de lo cotidiano y reconocer aportes en esa tradición que nos han legado. José Asunción Silva declaraba sus símbolos y Eduardo Castillo se preocupaba por la realidad política de su época e izaba una bandera blanca a la vez que le torcía el cuello al cisne del Modernismo. Ya Castillo indagaba cual era su realidad en la marcha de la historia; poesía en devenir y dejaba el ser a un lado.

Una tradición no es una identidad que se crea sino unos modelos que ha quedado en la memoria cultural y literaria de un país. Nos hemos movido por la confrontación; Los Nuevos se agruparon para oponerse a los viejos y despachar por detrás sus aportes; estos recogían todo lo que llegaba del exterior con muy poca reflexión sobre novedades poéticas. Hernando Téllez (1908-1966)  en sus ensayos dejó testimonio de esto; planteó la carencia de una tradición literaria. Jorge Zalamea reconoció los excesos del Grupo, al que él mismo había pertenecido, que incitaban además a los jóvenes a una actividad de prestado, a una válvula de escape, de la que había sido fácil apoderarse por la misma miseria de la literatura. La realidad que está olvidada en la poesía colombiana, es la de la libertad en la conciencia de los pioneros como Rafael Maya (1897-1980) que reflexionó ampliamente sobre el “grecolatinismo”, escapándose hacia una renovación de las letras colombianas; proclamando una praxis de la autenticidad; su legado es la investigación y la reflexión de la adaptabilidad; su característica es la más potente audacia imaginativa…». 



Apuntes de algunos poetas que  dejaron su legado



De lo que se trataba no era seguir las modas poéticas de la época o las vanguardias que se daban; saber pisar el resbaladizo suelo literario poético del ámbito nacional era fundamental para algunos jóvenes.  Algunos poetas vieron en el verso libre una oportunidad de innovación, de abandonar el musical terreno de la rima o hasta el ritmo. También algunos criticaban la sociedad de su época, la arremetida de la industrialización era el caso de Rafael Maya: belleza y desafío del poema que para la época su sabor narrativo era un sacrilegio del vaso santo de Silva: /Cuándo, cuándo llegará el día
en que me diga: es necesario navegar. Alista una nave que tenga un timón y un palo
para colgar la vela nómade que ha de perderse en el mar ancho…/. Muchos decían que su audacia imaginativa era cosa de clásicos grecolatinos y no tenía nada de original, pero Maya nos dejó el legado del  verso libre .

Ya Luis Vidales había alborotado a su época (1926) con sus Suenan Timbres y había hecho reír a los gentilhombres que no se tomaban en serio su lírica que machacaba a los puristas:/ El cielo espejea entre los árboles. /Los árboles se imaginan que están a orillas de un lago color violeta./ Nosotros advertimos el engaño…/

Luis Vidales confirma al Verso Libre y para Jhon Casanova ya es normal: /Los poetas llegan caídos de la borrachera y hablan y hablan y hablan.Poeta que se respete
carga un poema en el que ha escrito sobre nosotras, la libertad/(2019)




Panorama



Lectura, realidad y poesía son una  triada en la creación y su devenir se complementa en eterno retorno como una necesidad social en el sentido que nos hace ver en «sociedad»  En esa triada descubriremos poniendo de relieve la “realidad” y la manera como la conciben los escritores, una continuidad en los lugares comunes contrario a una renovación  y que nada tiene que ver a una vuelta al pasado; lugares comunes que siguen ovacionándose. Una renovación o aclaración es posible asumirla, dejando a un lado también el estudio profundo de las posiciones  «poetológicas» a lo largo de la historia de la poesía. Esa atmósfera de “confusión” en nuestras letras, delataría el mismo desasosiego en la que se ha desenvuelto la sociedad en nuestro país, por la sencilla razón de quien cultiva las letras: el escritor, es a su vez un personaje más, inmerso en la vida de su país, hasta en la citada “masificación” de los talleres y la escritura.

A casi un siglo (1917) de proclamada la necesidad del poeta moderno de reflexionar sobre su propia “creación”, como “producto”,  menos con la idea trascendental del “elegido” en las  selvas de sus épocas, el texto que nos guiará en la aventura de conocer los árboles particulares de la  panorámica, advirtiendo que no es fin de este texto hacer una historia de la poesía, mejor para nuestro objetivo los ejemplos expuestos tienen ya una reflexión previa de lo que ha sido sus idearios que reflexionan sobre la validez de la  poesía y de temáticas inusuales en la poesía colombiana como la del poema «Testimonio»(1963) de Fernando Charry Lara. Implica no sólo una confrontación con la realidad sino una busca de formas expresivas nuevas; nudo que protege con obstinada resistencia personajes como el de El Castellano Viejo de  Mariano J. de Larra, que  dibuja el carácter patriotero del protagonista  Braulio; el modelo del leal a los prejuicios. Bello también sería decir que la lírica es la catarsis del estado anímico, emotivo del poeta, y la construcción melódica, rítmica del poema un producto artístico; de este modo se vincula la idea de consciencia, control crítico y la idea de «arte puro». Al componer versos, el poeta no contempla sólo el poema, sino que también se observa a sí mismo, y así se acerca audazmente al poema al ensayo. 

Esas «variopintas» actualizaciones de la lírica en el tiempo, no son imprescindibles en este contexto; definiendo los lineamientos a tratar aquí, queda por determinar en qué medida se debe al ¿Cómo debe tener el poeta la medida necesaria para hacer de la inspiración, así mismo reflexión estética para expresar el poema? Lo que recuerda a César Vallejo implorando siempre límites para sus excesos verbales: lo decisivo para él  no  era la prestigiosa escritura automática, abundante en su época europea. Personalmente he sentido lo contrario ¿cuáles fueron las motivaciones para que se diera un poeta como el llamado Divino Aretino (1492-1556); en el poema volcaba todo su ser sin consideración, que ante tal osadía, aún para la actualidad victoriana. 

También la poesía ha sido llevada al nivel de la canción; Bob Dylan hizo realidad el sueño de muchos de darle validez a cantar el poema. La poesía actual también tiene poetas cantantes; hay una poesía que “constriñe” la conciencia, la sujeta. La libertad intelectual y sensitiva  se confunde con teología cotidiana, pero Fernando Arbeláez en su poema Notas sobre el verbo (1995)  nos dice:  /Por lo mismo que la poesía se establece sobre la ambigüedad sistemática, su lógica no es la del lenguaje corriente/.


Palabrería en la poesía


Buscar en la abundante producción poética actual, los lugares comunes, los clichés es ver en el texto que tanto tiene de «palabrería» en sus recursos literarios, sin demeritar de ningún modo la evolución en la propia creación de estos autores. Poner en “tela de juicio" esos procedimientos de creación poética pasaría por catalogar al estilo de Benn ciertos procedimientos que se pueden concentrar en lo autobiográfico, en el exceso del tema amoroso, en la meditación u observación excesiva del entorno o lo circundante, en el gigantesco yo sublimado. En la actualidad abunda con la nomenclatura de lírica,  un canto del “yo” extravagante, o lírica como un aspecto del narcisismo. Una subjetividad incapaz de interpretar o traducir  también la realidad más relevante del sistema social en que está inmerso. Pero esto no significa que el poeta deba asumir el compromiso a la usanza de autoritarios; una sujeción a la conciencia como la llamada poesía política y tendría sus objeciones: una poesía como sujeción que sería diferente a una  poética que reflexione desde la sociedad; la libertad del arte no contradice un diálogo con lo social inmediata al poeta y con la concepción de una poética. Los diversos problemas que suscita la noción de Poesía y Realidad, y el tema que se tratará aquí será la  de una poesía sujeta a los puntos mencionados y llevados a la palabrería. La incursión en la literatura de la Revista Mito, con el lema: “las palabras también están en situación”; revista dirigida por Jorge Gaitán Durán y Hernando Valencia Goelkel, y apuntaba: “Rechazamos todo dogmatismo, todo sectarismo, todo sistema de prejuicios… Pretendemos hablar y discutir con gentes de todas las opiniones y de todas las creencias. Está será nuestra libertad” (Editorial Revista Mito). En ese sentido, con una “sinceridad Robesperriana” se reveló la realidad por siete años seguidos mientras se publicó la revista; Jorge Gaitán Durán con su lenguaje erótico rompió con la mojigatería del sistema.  El lenguaje mostraba el mundo, no lo maquillaba; se confrontó el uso irreflexivo de la lengua heredado de la llamada época de la violencia, que era necesario mostrar a los “distractores” y sus métodos para entrar al siglo XX universal. Fernando Charry Lara mostró una “poesía esencial”, de la herencia dejada por Aurelio Arturo y que confrontaba la Realidad: “Como una incógnita que se divisa y se aleja, como una forma de opacidad en la que, según Paul Celan, consiste la poesía moderna… Se presenta en todas partes, todas las cosas la conjuran, se encuentra, pues, en los limites de la realidad cotidiana misma: en los limites de la realidad social. La poesía «esencial pone en tela de juicio la realidad misma: la poesía no confronta la realidad por el hecho de ponerla al  servicio de una fe o de una causa.  La libertad del arte no contradice un diálogo con la realidad social inmediata al poeta pero no al estilo de la llamada poesía de compromiso. Esto pone de relieve también, los diversos problemas que provoca la noción de Poesía y Realidad; el poeta, como dueño de una original subjetividad está vinculado a un espacio concreto de la Historia en devenir, y por ende su despliegue vital; un acento que lo lleva a identificar su afiliación” en el marcha de la poética mundial. Ese escape de la realidad al menos en nuestra sociedad más inmediata, no ha producido una poesía que desentrañe la violencia y la degradación de una sociedad, desde los integrantes del Revista Mito, sin caer, repito, en un supuesta poética de realismo social, dogmática y demagógica que suprime la libertad y la conciencia ¿Y cómo crear una poesía que traduzca o describa esa realidad social? ¿Cómo confrontar la realidad más inmediata? Desde la reflexión estética. Meditación existencial y espontaneidad creadora se conjugan para crear su poética que confronta la realidad social más inmediata. Las imágenes son subvertidas a través de esa realidad social en “materiales y terrestres” sin ortodoxias políticas; sentimiento y pensamiento se abrazan en amor y se funden como función que aclara la vida individual y social. Comparación y confrontación con un presente inmediato al poeta; una poesía moderna que debía ser despojada de toda tradición barroca, de toda voluptuosidad verbal que ocultaba, y sigue ocultando, torpeza expresiva, mayores o menores capacidades de ornamentación. No la palabra exacta, sino la abundancia de figuras retóricas –en el mejor de los casos– fue, y sigue siendo, la meta o el ideal de estilo predominante en los países de lengua española y eso inhibe la capacidad creadora de entrar en el “mundo”. No dibujar con destreza plástica la superficie de “lo vulgar”.



Un poeta colombiano


Se decía que los llamados poetas de generación habían sido útiles en países donde la literatura había sido sofocada por la violencia pero que a largo plazo paralizaba o asfixiaba la palabra poética. El joven  Aurelio Arturo se negó a los vuelos amorosos de Eduardo Carranza pero  sin negar la validez  de los poetas de Piedra y Cielo y su legado poético. Él, se refugió luego en la Revista Golpe de dados (1973) fundada por Mario Rivero, y en la que estaba el poeta Jaime García Mafla y Giovanni Quessep entre otros. Desde esa revista Aurelio Arturo publicó sin tener en cuenta las tendencias que enfrentaban lo nuevo a los viejo, las de de la moda  literaria y aun la de la resurrección de viejas modas. Se resaltaba que no se debía confundir lo nuevo con la moda «ganga inevitable de lo nuevo» que en suma impedía inmiscuirse con la realidad, enfrentarse a fórmulas prescritas. 

Charry Lara apuntaba que Aurelio Arturo era un poeta meticuloso, que escogía minuciosamente cada una de las palabras de sus poemas, cuidadoso de aliar en ellas su sentido a su sonido, su materia a su espíritu. Se podría definir como eficacia del lenguaje, viaje donde el sueño y la vigilia se entrelazan; además la imaginación, la sensibilidad. De ahí, apunta Charry Lara,  que pudo asimilar una orientación hacia nuevas posibilidades de concebir lo lírico, su creación ayudó a hacernos comprender que lo mágico es sólo la consecuencia de un profundizar en la realidad, horadándola: del amor de su poesía por lo real y lo concreto. El encuentro con la realidad en los poemas de Aurelio Arturo se hacía patente en un país que sueña. Vemos que Charry Lara recogió de Aurelio Arturo una tradición llevada  a la vaguedad, melodía, evocación y sugerencia podía acaso emparentarlos, ante la mirada crítica, con la más cernida herencia simbolista que había recibido, desde finales de siglo XIX, la mejor poesía de nuestra lengua.

Ajenos a toda exuberancia verbal, a todo oropel,  a toda sonoridad. Es lo que se llamaría después poesía esencial; cuando aún en estas geografías americanas los poemas de Cesar Vallejo no se conocían, Aurelio Arturo acompañado de Pedro Gómez Valderrama compartían un café en un exótico bar. En 1945, le publicaron un poemario; los jóvenes pudieron saber de él, del poeta que se había escondido de Piedra y Cielo, pues el tema amoroso no estaba entre sus presupuestos: «fascinaron sus vocablos estrechamente entrañados con nubes y ramajes en reiterada música que aguas o vientos o árboles repiten y prolongan, y el ritmo lento, a veces entrecortado, a veces silencioso como el del hombre que de pronto olvida lo circundante y habla consigo mismo… A pesar de mostrarnos, como toda  auténtica poesía, el lado invisible de las cosas, su lenguaje era terso y desnudo. Pero, a pesar de esta transparencia, otras veces aparecía hermético». En 1963 publicó su libro, que le mereció el Premio Nacional de Poesía, del poeta que se negó a las modas, al cuño de fábrica de nuevos poetas para sofocar la escritura como respiración natural, marca una “tradición de ruptura”. El poema con que se inaugura Nocturnos y otros sueños de Fernando Charry Lara titulado "Cielo de un día", traza la imagen de la Poesía: Yo lo canto, y sus nubes son el cielo perdido Que vaga en mis palabras como luz soñadora, dice Charry lara
¿Nubes como multiplicidad significados? No tiene intención “valorativa”, se presenta en todas partes, todas las cosas la conjuran. Se encuentra pues en los límites de la realidad cotidiana misma: en los  límites de la realidad social, como exigencia suprema de llegar a una certidumbre que se escapa, a la que sólo se tiene acceso por el acoso, la poesía "esencial" pone en tela de juicio la realidad misma. ¿Ese modo de ver la poesía es un gran faro en el taller para ver el panorama general de la poesía en Colombia? ¿Quién se detiene a ver las nubes más de cinco minutos, si es que se detienen? Si es así, se pueden ver como las nubes juegan con diversas transformaciones que la subjetividad del observador va moldeando. Pero cuando el reto es reflexionar poéticamente sobre la realidad ¿Cómo puede un poeta de la esencia proceder? ¿Será que este tipo de poetas sólo vive en la nubes con respecto a la realidad?  La poesía de la “esencia” es un reflexión sobre la “realidad más real”,  un sentido de  la espontaneidad del encuentro de temáticas se vuelve deliberación en una búsqueda de temática para poetizar.



¿Función de la poesía en la sociedad?



Si nos hacemos esta pregunta y la insertamos no en lo “trascendente”, sino en la corriente histórica, al menos ante tanta bibliografía sobre el tema, podemos hacer un “aterrizaje forzoso” y ubicar la pregunta en la “ciudad”  desde donde se escribe este ensayo: ¿Función de la poesía? Cómo lectores persistentes en las bibliotecas de la ciudad, se puede decir que conocimos un puñado de lectores serios de poesía: a nivel general, la gente  entiende por poesía: declaraciones de amor, reverencias versificadas a la madre, despliegue de “sentimentalismos” etc. Y cuando se piensa en poesía se piensa en sonetos, en rimas y en una métrica al estilo  del poeta “doctus” William  Ospina; en esa imagen común de poesía surge desde 1990 movimientos sociales que organizan talleres, y asociaciones de poesía: nosotros mismos pertenecimos a una Asociación de Poetas dirigida por el gran poeta Tolimense Hugo Caicedo Borrero; a grupos de estudio dirigidos por Farid Numa y  participamos en concursos de poesía erótica organizados por Jorge Valderrama Restrepo, de la cual una de las ganadoras,

Zaira Isabel Benavides, da muestras de una maestría del lenguaje y el “enunciado” erótico, que le valía también verse sorprendida por algunos mojigatos. A partir de ahí los concursos aumentan, aumenta la calidad, pues otro protagonista entró a la escena local: la academia; de esa generación eran más los autodidactas; en el 2003 una “comunicadora” de la UNAB, escribe una reseña de lo que sucedía en la poesía del oriente colombiano. Ya esta Universidad estaba muy interesada en la literatura; en esos años se veía a sus estudiantes de comunicación social muy activos. La UIS aun tenía la carrera de “Idiomas”, y la universidad Santo tomas tenía una especialización en literatura latinoamericana pero promovía estudios de poetas regionales, como en nuestro caso que nos hicieron un estudio del trabajo poético (2000). Con la aparición de carreras universitarias relacionadas con la literatura, aumenta el número de escritores ¿Y de lectores de poesía? Revisando las Revistas literarias en las librerías y el ciberespacio, a nivel regional se ha dejado de publicar revistas donde se de cuenta de la producción poética, al menos regional; a nivel general, la poesía en nuestra ciudad ha tenido muy buena acogida y se siguen organizando encuentros y festivales, pero no al del nivel del Festival de poesía en Medellín donde las lecturas de los poetas contaron  con asistencias  masivas. Para esta Feria del Libro, ULIBRO 2019. 29, se reseñan cinco poetas santandereanos que para seguir con el derrotero de este ensayo incluyo el poema de la Bumanguesa Luz Helena Cordero(1961) del  libro Óyeme con los ojos (1996)”:
Desde el título de este poema se pone de relieve su adherencia a la poesía de lo cotidiano; el gran poeta santandereano Tomás Vargas Osorio (1908-1941) tiene su afiliación en la poética del corazón y sus muchas influencias españolas (Piedra y Cielo). Con esta ausencia de estudios en la poética nacional o regional actual, seguimos navegando contra la corriente de la poética latinoamericana y mundial, y no se podría dar una noticia al menos positiva de la función de la poesía en la  sociedad, como parte 

de la “creación poética” que crea un andamiaje cultural ante el “utilitarismo" presente de la literatura, que se ha tomado el protagonismo.

Entiendo que la función dela poesía es “testimoniar” el estado de una sociedad y de una época, dependiendo de las “herramienta con las que cuente” ¿La poesía es un catalizador de lo social? ¿Cómo un tierno riachuelo es el catalizador del estado general del agua? Definimos que el excesivo “formalismo” ha sofocado la poesía colombiana.








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                                                     Víctor Manuel Niño Rangel 











Bucaramanga (Colombia) 1961. Es Literato (Tarjeta profesional Mineducación 1998). Traductor Italiano Español. Veinte publicaciones en la página personal de la Biblioteca Virtual SCRIBD.

Enlace A la cabeza de las gorgonas 



https://es.scribd.com/document/523747010/A-La-Cabeza-de-Las-Gorgonas-consideraciones-sobre-Literatura



Dedicado a la reflexión literaria, sobre todo en los  géneros de cuento y poesía.




La literatura tiene la importante función  de dotar a la imaginación de los medios necesarios para nutrir o enriquecer   la imaginación, de impulsar la creatividad, el reconocimiento de si mismo y  del ser social.

Estas consideraciones imaginan, saltan, también en metamorfosis de poesía: lo dice bellamente el Profesor Italiano Ettore Fine  «Cultivar la poesía significa salvaguardar la dignidad de seres terrestres» O mejor dicho, significa reconocer que nos debemos al mundo, a salvaguardar mediante la palabra, lo que depende de nosotros.







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“©” A la cabeza de las gorgonas

Segunda edición corregida y aumentada.

Bucaramanga (Colombia, 2023)

.victorn2013@yahoo.com

Víctor Manuel Niño Rang


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Primera edición
«A la cabeza de las Gorgonas, consideraciones sobre Literatura» (2021)

Biblioteca digital del Libro Total



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https://www.ellibrototal.com/ltotal/?t=1&d=21005&fbclid=IwAR09hkn29zWtGfsrvUPVg4GpgC7F2xwQzs13yb9d_X-TXd0HglSEGH4k8Dc