domingo, 20 de octubre de 2019

Aburrimiento

Si las palabras son reflejos de las cosas, la palabra aburrimiento recorrió al siglo XIX y al mismísimo siglo XX con su niño terrible de múltiples retratos como el de Baudelaire en su ¨Spleen de París¨ (1869)
"Las ilusiones son tantas -decía mi amigo- como
las relaciones de los hombres entre sí o de los hombres
con las cosas. Cuando la ilusión desaparece, y
el ser o el hecho surge tal cual es, sentimos algo extraño,
confuso, un poco de pena por el fantasma
perdido pero también sor-presa frente a lo real. (Del poema XXX, La cuerda)


¿Y sigue vivo el aburrimiento en la actualidad? (Mayo de 2015).


El aburrimiento parió la revelación del nihilismo y se descubrió en Georg Buchner en octubre de 1835 cuando transcribe el diario de Oberlin sobre Lenz en su narración Lenz, dándole al desdichado ¨posibilidad de existencia¨, profunda identificación con él, y cuando Lenz eleva sus quejas a su protector Oberlin: ¨… Vea usted señor pastor ¡El aburrimiento, oh tan aburrido!, ya no se que he de decir,ya he dibujado en la pared todas las figuras (Pág. 83)*, él le dice que se vuelva a Dios. En la respuesta del recién esquizofrénico Lenz que había sido amigo y luego despreciado por Goethe, se revela la esencia del naciente mundo moderno hijo de la sociedad industrial avanzada; la diversión, o como la había llamado la universal Hollywood; la industria del entretenimiento. Pero esta diversión, que le daba al ser humano la posibilidad de existencia, o el principio de darle sentido a su vida se descubría más allá en sus palabras. Lenz rió y dijo, si, si yo fuera tan feliz como usted Sr. Pastor, de encontrar un pasatiempo tan cómodo, si uno pudiera colmar el tiempo. Todo por ociosidad. Pues la mayoría reza por aburrimiento; los otros se enamoran por aburrimiento, los terceros son viciosos, los cuartos son virtuosos, y yo absolutamente nada, ni siquiera quiero matarme: ¡es demasiado aburrido! 
¿Y cuando ya alguien se colma con su entretenimiento, que le queda? El aburrimiento descubre el vacío del sentido moderno de la vida, y el vacío de Dios.

Las muchedumbres del mundo moderno tendrían el libre albedrío de su inutilidad intelectual, del juicio que hizo Borges del siglo XX: estupidez e ingenuidad, y mezclado con el sin sentimiento de valores. De ahí para allá el suicidio se hizo más corriente y la multimillonaria industria de los antidepresivos fue el Nuevo Hollywood.


*Georg Buchner.1981,Ed.Montesinos

Me acordé ahora de "El juego de los abalorios"... No tendría la fuerza para su re lectura, pero creo comprender que las creencias, por más profundas, del ser humano, son sólo eso, juego de abalorios. Recuerdo un  episodio en el que el tipo cansado de ser un líder espiritual se da a los placeres...

1 comentario:

Víctor Manuel Niño dijo...

Aburrimiento (cierto fastidio, aunque cierto vacío... Ganas de…¡!) *El título original de este texto