Notas de lectura
Max Weber: Ética protestante y espíritu del capitalismo (1905).
De la introducción
"Afán de lucro, tendencia a enriquecerse, sobre todo a enriquecerse monetariamente en el mayor grado posible, son cosas que nada tienen que ver con el capitalismo. Son tendencias que se encuentran por lo igual en los camareros, los médicos, los conductores, los artistas, los cocottes, los funcionarios corruptibles, los jugadores, los mendigos, los soldados, los ladrones, los cruzados: en los hombres de todas las clases y condiciones, de todas las épocas y en todos los lugares de la tierra, en todas circunstancias que ofrezca una posibilidad objetiva de lograr una finalidad de lucro.
Es preciso, por lo tanto, abandonar de una vez y para siempre un concepto tan elemental ingenuo del capitalismo con el que nada tiene que ver (y mucho menos con su espíritu) la ambición; por ilimitada que esta sea; por el contrario, el capitalismo debería considerarse precisamente como el freno o, por lo menos, como la moderación racional de este impulso irracional lucrativo. Ciertamente, el capitalismo se identifica con la aspiración a la ganancia lograda con el trabajo capitalista incesante y racional, la ganancia siempre renovada, la rentabilidad. Y así tiene que ser; dentro de una economía de orden capitalista, todo esfuerzo individual no orientado hacia la posibilidad de conseguir una rentabilidad está condenado al fracaso.." (Traducción de José María García Blanco.)
Pregunta:
¿Qué movimiento político no autoritario, trataría de regular la tendencia en el capitalismo del afán desmedido de lucro, sin atacar el capitalismo?
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22 de junio 2024
De la Primera parte
(El problema)
"Esta conducta es un ejemplo de lo que yo he llamado tradicionalismo: lo que el hombre quiere por naturaleza no es ganar más y más dinero, sino vivir pura y simplemente como siempre ha vivido y ganar lo necesario para seguir viviendo. Cada vez que el capitalismo moderno intentó aumentar la productividad del trabajo humano elevando su intensidad, hubo de tropezar con la tenaz resistencia a este leitmotiv precapitalista con el que sigue luchando hoy en proporción directa al retraso -desde el punto de vista del capitalismo- en el que se halla la clase trabajadora. Volvamos a nuestro ejemplo: al ver que fracasaba la apelación al sentido del lucro, aumentando los jornales, se intentó con los medios opuestos: se rebajaron los tipos de salarios para forzar a los trabajadores a trabajar más para poder conservar lo que ganaba hasta el momento. Parece a primera vista, y así muchos han creído y siguen creyendo, que hay una estricta correlación entre el bajo nivel de los salarios y el aumento de la ganancia en el empresario El capitalismo siguió esta ruta desde un principio, y durante varios siglos ha sido una regla imperturbable que los salarios inferiores son productivos, es decir, que aumentan el rendimiento del trabajador, ya que, como había dicho Pieter de la Cour (de acuerdo en esto, según veremos, con el espíritu del antiguo calvinismo), el pueblo solo trabaja por qué y en tanto que es pobre..." (Pág. 101)
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