Soy feliz cuando cago
Y escucho a mi estómago
...
Estoy aprendiendo a sentir alegría
por esos puentes comunicantes
Es un Itinerario de escritor y también un cuaderno de reflexiones en mi carrera literaria.
Soy feliz cuando cago
Y escucho a mi estómago
...
Estoy aprendiendo a sentir alegría
por esos puentes comunicantes
Escribo siete, sin el número, sintiendo, por la decadencia insuperable, una inconformidad. Ya casi es media noche y he estado tratando de cruzar la barrera del tiempo y no dejar que en mi opere la cadencia social del espejo. La abuela me había dicho que yo no sabía en qué día estábamos. Una que otra persona cruzaba las calles y la tarde entraba hermosa, y me dije que esto ha persistido, e intenté encontrar en un recuerdo cuando no habían tantos edificios, y la ciudad no estaba tan cercada. Dijo que tampoco habían banderas: bueno, una que otra tela de los tres vivos colores desmayada en el asta de alguna elegante recepción. En fin, tenía aderezada mi crítica al olvido. No quería sacar de la ropa a la anciana y decirle que la gente no es que no tuviera memoria, ese será mi caso. Sino que convenientemente no se le había enseñado su historia, y sin que sacaran pecho, caso que dudo.
Esa señora, exigía que se le compartiera interés y júbilo por la fecha. La otra también. No se conformaban con que se hablara de cualquier cosa, de saber que se está respirando y percibir con calma el aire fresco. Señora, si me ves como un ave, yo podría decir que la veo con un interés atroz por dominar, por determinar, por acaudillar desde su puesto de pensionada que va a la iglesia cada día.
Reporte de lectura La novela del peruano Alfredo Bryce Echenique
“Un mundo para Julius” (1970), es una novela que sigue los lineamientos de escritores que retratan las clases altas latinoamericanas, en este caso una familia de descendencia de la colonia española, vuelta aristocrática, y la frivolidad que las ha caracterizado. Tiene mucho de autobiografía, y sus descripciones de la psicología de ese grupo social, aislado en sus “negocios”, me ha llamado la atención, junto con su lenguaje, diría yo, que huye del cultismo de narradores citadinos, criados en excelentes universidades, de costos exorbitantes; en estas líneas de la página 138, del capítulo del “colegio”, dice el narrador omnisciente refiriéndose a Susan, la femenina protagonista: “El arquitecto miraba a Susan, la aceptaba imposible… “ (se refiere a que Susan, se envolvía en una atmósfera de irresistible, y el arquitecto le seguía el juego, aun con el marido junto a ella). En unas líneas más abajo en las que el joven y bello arquitecto, el prestante marido y Susan, discuten entre nubes el diseño de una mansión, los tres se enojan, pero de una manera frívola: “Los tres se molestaron finísimos, casi sin cólera…”, donde el adjetivo superlativo delata la cursilería.
Es un copioso trabajo describir la imprescindible poética de Ida Vítale (1923). En este poema que podría ser de “arte poética”, titulado “la palabra”. Me llamó la atención que las palabras también son “ariadnas” y sobre todo en la penúltima línea: “Un breve error las vuelve ornamentales”; no está tan lejos del arte poética de Rafael Cadenas, que dice:
“Que cada palabra lleve lo que dice. Que sea como el temblor que la sostiene. Que se mantenga como un latido. No he de proferir adornada falsedad ni ...”
¿Qué se entiende por ornamental en este contexto? Cadenas, nos pide interpretarnos para escribir; no escribir hipocresías. Ida, nos pide, en la línea decisiva del texto, no adornar como poetas, nuestras efusiones ¿Qué queda?
Un efluvio, seguir el hilo de Ariadna, bajo la amenaza de ser borrados por la frivolidad.
LA PALABRA
Por Ida Vitle
Expectantes palabras,
fabulosas en sí,
promesas de sentidos posibles,
airosas, aéreas, airadas, ariadnas.
Un breve error las vuelve ornamentales.
Su indescriptible exactitud nos borra.
fue como conocí a Andrea: evocadora del río. (Versión II)
Cuando llegué a Barrancabermeja me quedé maravillado al ver sus calles que parecían dirigirse al río; había llegado con la imagen del pescado que me hacía ver el magdalena, las playas del gigante río, que como dice Andrea en un poema: “cada día se aleja más”. Quería también expresar mi preocupación por los problemas del río. Llevaba tres días pensando, y me resigné sólo a leer mi relato, en los que no había ninguno dedicado a las caimanas pero venadas aguas. Me preocupaba por expresar mi amor por el río, y no pude menos sino irme para el muelle. Llegué a una caseta y bajo la alegría momentánea de una bebida, pedí el pescado de carne color crema. Luego, boté de mi mente la idea de expresarme sobre el rio. Pero al agacharme un poco, vi el resplandor rosáceo de la portada de un libro; bajo la silla de la mesa, frente al alucinante horizonte selvático del río, encontré el poemario. Así fue como supe de Andrea Cote, evocadora del río. El poemario titulado Ciudad Calcinada, me daba a leer su mirada de agua, río y ciudad donde nació. Comprendí que el río es un gigante que se aleja y que se puede perder ante la mirada: una metáfora que también convoca a que se acerque; a que no se vaya. Al atardecer, cuando terminé de leer el poemario, caminé por calles solitarias hacia el corazón de la ciudad; me había despedido de la cocinera con un abrazo, después de haber comido el bocachico.
Poema Atado a la Orilla
Del poemario Puerto Calcinado
Si supieras que afuera de la casa,
atado a la orilla del puerto quebrado,
hay un río quemante como las aceras.
Que cuando toca la tierra
es como un desierto al derrumbarse
y trae hierba encendida
para que ascienda por las paredes
aunque te des a creer
que el muro perturbado por las enredaderas
es milagro de la humedad y no de la ceniza del agua.
Si supieras que el río no es de agua y no trae barcos ni maderos, sólo pequeñas algas crecidas en el pecho de hombres dormidos.
Si supieras que ese río corre
y que es como nosotros o como todo lo que tarde o temprano tiene que hundirse en la tierra.
Tú no sabes, pero yo alguna vez lo he visto hacer parte de las cosas que cuando se están yendo parece que se quedan.
Convencido de que cada cual encuentra “una forma de decir las cosas que no se pueden decir de otra manera”, en este caso decidí leer este poema que expresa el río.
VERSIÓN II
Así fue como conocí a Andrea: evocadora del río.
Cuando llegué a Barrancabermeja me quedé maravillado al ver sus calles que parecían dirigirse al río; había llegado con la imagen del pescado que me hacía ver el magdalena, las playas del gigante río, que como dice Andrea en un poema: “cada día se aleja más”. Quería también expresar mi preocupación por los problemas del río. Llevaba tres días pensando, y me resigné sólo a leer mi relato, en los que no había ninguno dedicado a las caimanas pero venadas aguas. Me preocupaba por expresar mi amor por el río, y no pude menos sino irme para el muelle. Llegué a una caseta y bajo la alegría momentánea de una bebida, pedí el pescado de carne color crema. Luego, boté de mi mente la idea de expresarme sobre el rio. Pero al agacharme un poco, vi el resplandor rosáceo de la portada de un libro; bajo la silla de la mesa, frente al alucinante horizonte selvático del río, encontré el poemario. Así fue como supe de Andrea Cote, evocadora del río. El poemario titulado Ciudad Calcinada, me daba a leer su mirada de agua, río y ciudad donde nació. Comprendí que el río es un gigante que se aleja y que se puede perder ante la mirada: una metáfora que también convoca a que se acerque; a que no se vaya. Al atardecer, cuando terminé de leer el poemario, caminé por calles solitarias hacia el corazón de la ciudad; me había despedido de la cocinera con un abrazo, después de haber comido el bocachico.
Poema Atado a la Orilla
Del poemario Puerto Calcinado
Si supieras que afuera de la casa,
atado a la orilla del puerto quebrado,
hay un río quemante como las aceras.
Que cuando toca la tierra
es como un desierto al derrumbarse
y trae hierba encendida
para que ascienda por las paredes
aunque te des a creer
que el muro perturbado por las enredaderas
es milagro de la humedad y no de la ceniza del agua.
Si supieras que el río no es de agua y no trae barcos ni maderos, sólo pequeñas algas crecidas en el pecho de hombres dormidos.
Si supieras que ese río corre
y que es como nosotros o como todo lo que tarde o temprano tiene que hundirse en la tierra.
Tú no sabes, pero yo alguna vez lo he visto hacer parte de las cosas que cuando se están yendo parece que se quedan.
Convencido de que cada cual encuentra “una forma de decir las cosas que no se pueden decir de otra manera”, en este caso decidí leer este poema.
En un libro que publiqué a principios de este año (2025), la "Red Calameo" titulado "Leviatán"
https://www.calameo.com/read/0076474006218f3e62ec6
Presento una prosa que pretende experimentar con tres géneros: narrativa, prosa poética y ensayo. Pero además, hay un huésped al que estoy invitando en estos años de escritura: la Historia, la reflexión histórica que quiero infiltrar en mi quehacer literario y como una manera de forzar el tiempo que nos tendieron; conectarnos con la base misma de la historia; el devenir, la individualidad. Saber que estamos pisando y a que nos enfrentamos, para ir trazando una línea de comportamiento anti barroca.
...
El escritor debe entrar en una prosa que experimente con un huésped al que hay que invitar: la Historia, la reflexión histórica que tiene que infiltrarse en el quehacer literario y como una manera de forzar el tiempo que nos tendieron en una sociedad que viene de la negación de la realidad y la confrontación política. Conectarnos con la base misma de la historia; el devenir, la individualidad. Saber que estamos pisando y a que nos enfrentamos. Buscar la realidad, considerar que en la literatura hay que pisar con píe firme entre los mecanismos del culteranismo y el conceptismo, que tienen en común las abundantes figuras retóricas, la asociación ingeniosa de ideas y los conceptos sorprendentes y agudos que se enfocan en crear geniales arquitecturas. El artículo “psicología del barroco” de Juan García Gutiérrez (online), lo explica de una forma clara y contundente. Siempre es la forma sobre el contenido, donde la ironía es su supremo sacerdote, pero al ser despojada del valor de la realidad, la ironía se convierte en una formal arma que niega la dialéctica en relación con las cosas. De ahí que Hegel siempre les parezca un perro muerto. Al buscar la verdad y la vida, como reza el evangelio, no hay cabida para el engaño, y la decepción en esa narrativa es inexistente. El barroco exige apóstoles que se nieguen a sí mismos, que juegan consigo mismos y con los demás, y de ahí la tendencia a emplear la metáfora y las demás figuras poéticas en su doble juego de ilusión y alusión, de escamoteo de lo real, de vacío como en la puntería de la paranomasia, la paradoja, el retruécano, el circunloquio, la perífrasis, y sobre todo la reina del barroco, por la que la realidad cotidiana se torna barroca y hasta patética: la hipérbole, la payasada: aumentar o disminuir excesivamente el tamaño de lo que se dice, la exageración.
La hipérbole es el dogma de la no existencia, como en el mito platónico de la caverna, el barroco nos hace ver la realidad contemplando las sombras y la silueta de las verdaderas cosas. El barroquista juan García lo dice: es una filosofía del no ser, de esa sombra chinescas caricaturescas, que a veces proyectan sobre la pared de nuestra cárcel, las divinas inmarcesibles realidades. Los claroscuros cegadores han acostumbrado a la retina barroca a los contrastes, de ahí también la paradoja genuinamente conceptista, es la lógica del absurdo la razón de la sinrazón . Esa estética de la inmunización sentimental. Pudiéramos concebir el barroco a manera de un carnaval literario en el que las cosas van expresamente disfrazadas.
Pisar en tierra firme, con ayuda acaso de Alfonso Reyes y la "fábula histórica". Aquí la Historia de los pueblos, se interpreta y se representa a través de la literatura y la reflexión personal. Se enriquece con la subjetividad del intérprete, quien utiliza la experiencia del presente para reinterpretar el pasado, como un relato que se interpreta y se reinterpreta desde la perspectiva del presente. La fábula histórica no se limita a la historia académica, sino que se enriquece con elementos literarios, poéticos y filosóficos. El uso de la imagen y la metáfora. En lugar de un enfoque directo y documental, la fábula histórica recurre a la imagen poética para representar la historia.
Descripción de “Charlas con Grok, descubriendo al humano (desde el ChatBot)”,
https://www.calameo.com/read/00764740083b5a065b836
“Charlas con Grok,
descubriendo al humano (desde el ChatBot)”, que da título al libro publicado
este año (2025), es un diálogo del personaje autor con el
ChatBot, que tiene además una importancia literaria al pasar Grok a ser un
personaje narrativo dando la impresión de una ciencia ficción llevada a la
realidad cotidiana; Grok 3 se vuelve el protagonista de unas peripecias donde
se distingue al humano actual de una sociedad en permanente cambio.
Publicarlo, se vuelve un desafío ante la incomprensión existente por el
fenómeno de la IA y su resignada aceptación pesimista ante un grueso de la sociedad, que
paradójicamente se ha tornado en una
divertida aceptación de uso, como si fuera un juguetito de gentes que lo tienen
todo o no tienen nada.
Esbozar la paradoja de volver la IA ChatBot como
protagonista literario ante la escasa imaginación de los que la usan, digámoslo
así, perezosamente, en una sociedad que ha mostrado muy bajos índices de
lectores y muy bajos índices de comprensión lectora.
Quiero aclarar que no estoy defendiendo emocionalmente al ChatBot, estoy sugiriendo que este es un nuevo reto para entender al ser humano y crecer con él. Ya existe esta tecnología y lo que hay que estudiar es como trascenderla como se trascendió el internet.
La narrativa dialogada, lleva al lector a deleitarse con las peripecias del personaje, tratando de descubrir a un Grok, que enmascarado se hace pasar por un humano, y nos convence de eso.
¿En qué medida la IA manejada desde la responsabilidad nos ayudaría a potenciar la lectura crítica, como lo investigué en el capítulo III del libro, cuando reflexiono (o reflexionamos con Grok ) sobre como leer un poema y un cuento.
Hace poco un grupo de escritores e intelectuales norteamericanos enviaron una misiva a las editoriales para boicotearles la publicación de obra hechas por la IA, sin cuestionar que los escritores estadounidenses a expensas de sus gran tradición literaria, crearon un poderoso mercado editorial de literatura de entretenimiento que siguen hoy día y que le ha quitado la fuerza de la función de la Literatura que Alfonso Reyes esbozó en su obra El deslinde (1956).
https://lithub.com/against-ai-an-open-letter-from-writers-to-publishers/
Es posible aprender a cuestionar sin la pesimista aptitud de la condena rápida y apoyar la seducción a la lectura desde la cuestión y no el rechazo.
El libro retoma el camino que más ha obsesionado a occidente:"Gnothi Seauton" (conócete a ti mismo), pero esta vez en el marco cibernético del espejo de Grok 3, que más que una mascota se nos presenta con la máscara de un amigo, donde su reflejo eres tú, yo; además un genio capturado en una lámpara. Los diálogos tienen textos y poemas generados por Grok, una IA desarrollada por xAI."
Basado en la inducción me guie a través del diálogo y la reflexión: inducía con preguntas a Grok, también aprovechando su potencial buscador de fuentes informativas y desarrollando una narrativa con unas peripecias que nos están exentas de humor, pero mi objetivo estaba en mostrar la cara de Grok, mostrar a quién refleja, mostrar su comportamiento mecánico.
El Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y la Biblioteca Nacional de Colombia
Talleres para la Red Relata Febrero 2025
Escritor Víctor Manuel Niño Rangel
La Red de Escrituras Creativas y Tertulias Literarias – Relata, agradece su interés por la escritura creativa y la cadena del libro y lo felicita por haber sido seleccionado para participar del Taller Virtual de Oralituras, que estará bajo la dirección de Ángela Mavisoy
Fecha de inicio
El
término “contranovela” lo definió Cortazar cuando trataron de
etiquetar “Rayuela” como antinovela.
Como “Contranovela" se ha escrito que es una narrativa que desafía las reglas de la novela tradicional (La no linealidad, cambios de estilos, lenguaje experimental, poética narrativa). Pero sobre todo, la contranovela ilumina su “yo”, la subjetividad desde la perspectiva de un personaje que no es totalmente consciente de lo que está sucediendo (¿Se opone al narrador omnisciente, al que todo lo sabe?). Un autora moderna de contranovela es Nathalie Sarraute con el "Retrato de un desconocido". La antinovela también rechaza las convenciones tradicionales, buscando nuevas formas de narrativa y experimentación, pero intenta desbaratarla en una negación total de la novela tradicional. En la Historia de la Literatura latinoamericana está la “novela de poeta” cuya obra máxima en Colombia es “de sobremesa” de José Asunción Silva. Mas actual está la novela de poeta "El juguete rabioso" (1926) que es la primera novela del escritor argentino Roberto Arlt. La llaman de poeta por su corte autobiográfico y narra la vida de un adolescente, Silvio Astier, que vive en la pobreza y la humillación en Buenos Aires. Paradiso, de José Lezama Lima. Es la típica “novela de poeta”: cada página parece un ente autónomo, desligado del resto; un absoluto disparate… Y que conviene conocer antes algo de la poesía lezamiana. Sólo así se hace visible su enorme belleza y su sentido, según Santiago Gamboa. Reciente leí el término de “antinovela de aprendizaje” que podría definir la primera obra de un autor y en efecto, la poeta española Inma Pelegrín tiene una Novela titulada Fosca, una obra breve y sensorial definida como “contranovela de aprendizaje” que aborda la infancia, el cuerpo y la identidad desde un lenguaje poético y conmovedor.