sábado, 2 de enero de 2021

Trivialidad del BDSM

J, quise ir a las reuniones del grupo BDSM Bondage, pero viendo tus videos supe que para mi era trivial y por desconocido el tema no me interesó por más que percibí una oscuridad oculta entre la diversión de la gente que quería parecer envuelta en empaque de comida típica; quedé con una energía que me hizo descubrir un rostro comprensivo y unos ojos que me hacían ver un horizonte desde una playa nudista.

Los del grupo son muchachos que me parecieron inocentes y me hicieron pensar en Justine la virtuosa, la chica de rubias y perfectas tetas chupadas por el Marqués de Sade. Ella había acudido a Sade para denunciar abusos, y encuentra en él al aristócrata libertino, pero después de todo conserva su pureza de espíritu y es agraviada por eso. De todas maneras la muchacha hace consciente a Sade de lo que es.

Me quedé pensándote, imaginándote desde el Yin Yang; su símbolo es parecido al collar de la consideración. Lo que tu presencia me atrajo es una energía femenina que canaliza mi adrenalina, que me hace ver tu alma destinada a reconocer en el hombre un símbolo complementario.

Al atardecer llegó una mujer que no me atraía en absoluto, me fui con ella y tú me sonrías desde la bruma del deseo, de una vida que no tiene la desesperación de la confesión, el amarillismo o la posesión, sino la presión de un instante fugaz, lleno de un minuto explosivo como el tiempo cuando se nos ocurre ver un albúm de fotografías y la moda que hoy es ridícula como la de los mimos que se burlan de las apariencias platónicas.


Una energía que pasaba por los sentidos como  agua en fuga hasta agotar en lo genital el amor más efímero y más cíclico. 

La mujer que me acompañaba no tenía ni la más mínima sospecha de mis planos mentales que tenían que ser una realidad de una total y bendecida por pecaminosa imaginación de hacerte para mi; el secreto más placentero, la tiniebla, la más dócil a la arrebata energía del Yang; la confianza hecha posesión, el abrazo hecho sentidos, pues la existencia es un símbolo, donde el amor también es un símbolo, una ilusión que parece moldearse en las manos y decir adiós a voluntad; tal vez una convención.

No hay comentarios: