viernes, 25 de febrero de 2022

El caos en mi país y se acercan las elecciones

Nuevamente se acercan las elecciones para  presidente, y la desorientación que  muestra el desintelectualizado ciudadano, proclive al clientelismo; excepto si sabemos que el abstencionismo es mayúsculo; pero estoy completamente de acuerdo, con la desobligación del voto;  en un estado liberal esto es pertinente, a menos que la seducción política mueva. Pero no como sucede, con la retórica de viejos vicios políticos que se ha ha degradado en corrupción de alto grado. En una industria, donde prima  la personalización en política, fruto de una guerra intestina, sin cuartel, e irracional, donde los intereses de élites y nuevos ricos a costa de las arcas del estado han movido.

Los partidos políticos, han sido, como decían las madres que criaban a sus hijos a chancletazos: estas canecas no sirven para nada; eso han sido, «canecas» para propósitos de caciques, patronazgos, nuevos ricos, desempleados, inversionistas caóticos,delincuentes,desorientados ; de manera que eso se prueba, mirando los resultados hoy en día; las canecas de los partidos tradicionales, se ven como carcachas abandonadas, y los que las abandonaron se mueven en movimientos políticos personalistas.



Me he matado la cabeza pensando por quién votar; mientras esos politiqueros comen y retozan en sus hermosas camas, yo como ciudadano pienso en votar, si se trata de personalismos, por Humberto de la Calle; es un humanista, y me parece sincero con sus convicciones, y no tiene ni pizca de esos personajes carismáticos que convencen a esa multitud de gentes que quieren vivir en un país, de oportunidades producto del progreso, no del caos; no puedo entender a los amigos de la guerra y el existencialismo político; al menos de la Calle, es un liberal que me hace querer leer  al clásico colombiano  José María Samper Agudelo, que desde el siglo XIX, extendió al porvenir su mirada; pero por dios ¿Nada que ver con el del proceso 8000?

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