Por Víctor Manuel Niño
Con la colonia española, se traslada al nuevo continente las disputas europeas; de manera que los españoles llegaron con el espíritu de la contrarreforma, que aún dominaba en el viejo continente, y que recibiría el renacimiento con la conformación de dos espíritus: los protestantes y los contra reformados.
Este espíritu de los colonizadores españoles, creó el barroco latinoamericano; este movimiento aparece en el siglo XVII, y se intensifican los tópicos que ya venían dándose desde el renacimiento, pero en especial los más negativos: desaparición de los goces, complejidad del mundo que rodea al hombre; en arte el relieve en la ornamentación: formas de estilos suntuosos y cargados; el placer por lo ideal; en literatura los los juegos de palabras, la búsqueda de la emoción; la adjetivación excesiva, el hipérbaton, la elipsis, la metáfora, la perífrasis, la antítesis, las alusiones mitológicas.
Esta estética, hija de la contrarreforma religiosa, tiene su volumen en la sensación del desengaño, el pesimismo: tópicos perennes como la vida como lucha, la vida como sueño, la vida como mentira, la fugacidad de los hechos humanos.
El barroco, tiene la característica de ser un movimiento de tipo ideológico y su distanciamiento en el renacimiento, se hace palpable en la estética; el pintor Alemán Lucas Cranach, el viejo; tiene una obra titulada las parejas desiguales; una serie de seis cuadros (1517); además de la revelación social, la pintura refleja un estado psicológico de los personajes: parejas de edades muy distintas unidas por la lujuria y la codicia.
Este tipo de obra no cabría dentro del barroco por considerarse pecaminosa, terrenal o mundana. Gregorio Vázquez (1638-1711), el pintor de estilo barroco, en el Nuevo reino de Granada, muestra una pintura de carácter religioso propio de la nueva constitución colonial.
El barroco, pulsa por una especie de torre de marfil y sus impulsos llegan al renacimiento italiano, que sigue buscando formas idealizadas: figuras humanas, donde la belleza, tanto como la pureza priman; las proporciones armónicas, ideales. El renacimiento alemán, producto de la reforma de Lutero, pone el foco no en lo armónico sino en la expresividad, en la profundidad psicológica del personaje; esa negación de lo terrenal y lo mundano fue recogido por la inquisición española, sembrando hipocresía, odio a la vida; las proporciones de la actualidad, revelan el barroco por el poder y el influjo de las imágenes, el canto en lo efímero, el caos, el derroche; pero sobre todo, en la estética actual del orbe latinoamericano, sigue apareciendo, el predominio de las formas de la moraleja, la sujeción de la conciencia, el autoritarismo en todas sus formas.
José Lezama Lima, no aclaró que el barroco americano es una expresión que niega la vida terrenal y nos hace de alguna forma fantasmas que tienen su vida en un más allá que no tiene mapa, por más resultado que sea del mestizaje.
La literatura: «Un proceso histórico… una técnica perfeccionada y diferenciada en el curso de una larga tradición…»1. Y que en el mundo hispánico ha representado una problemática y una ambigüedad, frente a la historia y las sociedades, frente al devenir. Así las cosas, en un entrevista a Juan Gabriel Vásquez.2., se aseguraba, citando a Gabriel García Marquez, que no hay una tradición narrativa, que Colombia es un país sin tradición novelística, o era; pero que Gabo descubrió que se puede crear una tradición con otras tradiciones, y fue cuando aprendió de Faulkner, entre otros autores ya clásicos de la literatura, si no es porque Gabo fue pionero en materia en tomar influencias, y crear una obra sólida, que según la entrevista citada
Las influencias en la poesía colombiana
Referencias
1- Gutiérrez Girardot, R. (1998). América sin Realismos mágicos. Sitio Web de Revista:
2- Sánchez, D.F.(2014) Entrevista a Juan Gabriel Vásquez. Sitio web: Revista Sombra Larga.
http://www.sombralarga.com/articulo.php?numeroArt=4&articulo=31
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