En la colección de cuentos, titulado La tienda de imágenes (Edit.Fondo cafetero1987), hay un cuento: "el pequeño señor y el río" pág 26, que tiene ecos de plantear en el seno inconsciente de la sociedad, un individualismo ilustrado con ropajes de "Candido" (de Voltaire), en medio de una mentalidad de país confesional.
El inicio muestra a un Federico con la plegaria mañanera de su madre en su mente y siempre presente, recordándole que su deber era ser "santo" por ese día. Pero el prefería mirar el cuadro nublado de la mañana Bogotana a través de la ventana. Dedicaba su vida a leer y a coleccionar objetos antiguos, curiosos o valiosos; su autonomía y autorealización de hombre culto y aislado se había tornado en dejar un heredero de sus aficiones y objetos; un heredero de una mentalidad que se debía conservar por encima de una ciudad que acudía a los valores tradicionales y colectivos. Quizá, como Antonio Pío que adoptó a Marco Aurelio, buscaba a quien dejar su legado.
El argumento de un reportaje de un participante a mi taller literario, que es un. tipo existencialista, celador de un cementerio; autodidacta y sin profesión definida, es un buen prospecto de un individualista venido a menos: el contraste sería un individualista ilustrado en una sociedad que no tiene conciencia de la "privacidad" desde una perspectiva sociológica
( la sociopsicológica, como un comportamiento individual en respuesta a la sociedad, y la sociopolítica, como una cuestión de derechos y poder en el marco social: crucial para la dignidad, la autonomía individual y la gestión de la identidad, aunque su significado y alcance se ven transformados por la globalización y la digitalización de la vida social)
Catalina
Esta novela, desde una perspectiva de género, da cuenta desde la abuela materna de Catalina, que tuvo la suerte de ligar con un Coronel del "Partido Centralista"y su hija , una mujer que se casó interés, hasta Catalina que tuvo conciencia de su consternación.
"Maria Corazón empezó a decirse que la muerte Amalia y la marcha de Lorenzo representaban castigos enviados por el cielo, debido a su desobediencia la voluntad de Tomás..."
Catalina (1963. Pag.92)
No hay comentarios:
Publicar un comentario