La compleja realidad de los países en el mundo actual
ignora conscientemente por una especie de “presentismo”, que la literatura es un vehículo
primordial en el entendimiento de los pueblos y de su propia realidad socio política.
Viendo así las cosas, no se puede entender a una expresión –llamase culta- que
despliegue cualquier ortodoxia o mandamiento: es el caso de las teorías
literarias que se despliegan hoy las universidades difundiendo “las recetas”como dogma de la narrativa e incluso de
la poesía, o sea que un escritor se
ajusta a una receta que logró confeccionar según su experiencia y desde ahí produce
su novela o su cuento, o lo que es peor aún: su poema, y esto lleva
directamente a considerar la literatura una plataforma para escalar espontáneamente
al éxito social y económico. Esta manera de escribir conduce directamente a
acatar implícitamente el autoritarismo como una norma social y ni siquiera el
ejemplo de Julio Cortázar servirá para disuadir a los que pretenden escribir literatura de compromiso.
Desafortunamente, las universidades están produciendo escritores con los oídos
atentos al mercado, al “bestseller” y a la literatura como una profesión que produce obras de
consumo masivo y de carácter sensacionalista. Pero si son profesores, salen con
un concepto bibliográfico de la literatura que da como resultado que sus
alumnos de bachillerato jamás en su vida vuelvan a leer un libro y por eso se
crean los sistemas nacionales de lectura que sólo apoyaran a la gran industria
editorial. Se ha olvidado completamente el “Deslinde”, esencial obra de Alfonso reyes
(1889-1959) en materia de teoría y
ciencia literaria. Por ejemplo, la obra
narrativa de Rafael Humberto Moreno Duran (1945-2005)está por estudiarse:
expresa una riquísima realidad que despliega
el modo de vida de una determinada clase social . No se trata de hacer una
literatura de facciones. La crisis de la
literatura de lengua española ha padecido de ortodoxia y se ha refugiado en
unos persistentes nacionalismos; se trata más bien de retomar el camino que trazó Eduardo Mallea en la exploración de
una realidad proscrita por la literatura de una tradición española clerical.
También se suma a esta crisis, el anacronismo con que es practicada en los usos
de los géneros literarios y su confusión con los acentos literarios. La
literatura es de las artes, la más libre por excelencia y en eso es de
reflexionar el texto de Pedro Henríquez Ureña (1884-1946) “ El descontento y la promesa”.
2 comentarios:
hola, te escribo para agradecerte tu fructifera participacion en el blog opinion y analisis politico, que alguna vez cree, en el que pocas veces escribi, pero que gracias a personas como usted se ha llenado de contenidos de calidad... mi proximo proyecto sera una revista y con seguridad te estare invitando a participar... tal vez en un año tal vez en dos... no se pero existira una revista... es mi vision y casi un sueño.
gracias y suerte en la vida
Estimado amigo, aprecio mucho su nota de agradecimiento y aprecio más tu deseo de hacer una revista. Me sentí muy bien, escribiendo en tu blog y con un gran contertulio como el profesor Germán Ayala Osorio. Pero más me conmueve tu deseo de seguir “soñando”, de seguir por estos laberintos de la vida que nos tocó vivir y anunciar, que nos tocó con gran fortuna andar. Estoy convencido, que lo que supe, años atrás, de las “revistas”, es que sirven como vehículo, cuando no hay vehículos de expresión capaces de hacer saber públicamente, o capaces de avanzar en los cambios políticos y culturales, como las revistas. En medio de nuestro subdesarrollo cultural, avalado por los medios de comunicación y aun las universidades , las revistas, estimado amigo, las revistas, son un vehículo excepcional para el avance… Gracias por invitarme a colaborar en estas; te confieso que soy un escritor tardío y me persigue el hecho de írseme agotando los temas.
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