Es un copioso trabajo describir la imprescindible poética de Ida Vítale (1923). En este poema que podría ser de “arte poética”, titulado “la palabra”, me llamó la atención que las palabras también son “ariadnas” y sobre todo en la penúltima línea: “Un breve error las vuelve ornamentales”; no está tan lejos del arte poética de Rafael Cadenas, que dice: “Que cada palabra lleve lo que dice. Que sea como el temblor que la sostiene. Que se mantenga como un latido. No he de proferir adornada falsedad ni ...”¿Qué se entiende por ornamental en este contexto? Cadenas, nos pide interpretarnos para escribir; no escribir hipocresías. Ida, nos pide, en la línea decisiva del texto, no adornar como poetas, nuestras efusiones... ¿Qué queda?
Un efluvio, seguir el hilo de Ariadna, bajo la amenaza de ser borrados por la frivolidad.
LA PALABRA
Por Ida Vitle
Expectantes palabras,
fabulosas en sí,
promesas de sentidos posibles,
airosas, aéreas, airadas, ariadnas.
Un breve error las vuelve ornamentales.
Su indescriptible exactitud nos borra.
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