Apuntes
de mi próxima publicación: “Explicándome mi país…” (2025)
De Víctor Manuel Niño
Origen de la política en Colombia como confrontación bélica.
Escribo desde el “historiador literario” y me interno en los inicios de la formación de Colombia, donde la política empieza como confrontación bélica y sigue con esa costumbre hasta nuestros días (2025) donde una sana “transacción de programas” está ausente, ciegos a una posible “conciliación hegeliana” pues estuvimos cerrados a la experiencia occidental de la ilustración como tantos otros países latinos y europeos.
Los inicios de la política como confrontación están en la misma “patria boba” entre centralistas y federalistas, conformadas por la élite criolla que tomó la dirección del naciente país. En el esclarecedor apunte del prólogo de Rafael Gutiérrez Girardot a Última Thule de Reyes, dice: “Mientras la Revolución Francesa rompió con el pasado y la norteamericana se desprendió de Inglaterra sin negar el pensamiento institucional de la Metrópoli, la Revolución de la independencia que dirigió el Libertador Simón Bolívar fue nueva en el sentido que quiso aprovechar la estructura Imperial, contra cuyo principio político luchaba para dar a los países liberados una vértebra que asegurara su futuro, su emancipación y su progreso. Bolívar rompió con el pasado y el presente coloniales, pero no con la desnuda realidad: la estructura Imperial. La quiso mantener y al mismo tiempo modificar, darle un nuevo sentido. Esto era entonces Nuevo y sigue siendo Nuevo, pero la miopía nacionalista --ya Bolívar se quejó del nacionalismo <ilustrado> del doctor Francia, con justificada razón---- Y la nebulosidad sentimental de los narcisos de poncho y pachamanca terminaran por extasiarse ante la comunidad europea y no vacilarán en pedir con estilo extorsionista de los mendigos, que ella le financie su narcisismo folclórico…” Estas luchas intestinas se convirtieron en una lucha por privilegios de caudillos y ambiciosos, hasta la fecha de hoy.
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